¿Notas que te preocupas por cosas que escapan a tu control?
¿Piensas constantemente en algo que te ha sucedido o podría sucederte?
¿Te sientes molesto cuando las cosas que te rodean no son perfectas?
¿Repites tareas una y otra vez sin motivo?
Estos son algunos síntomas que provocan los pensamientos obsesivos.
Las obsesiones son preocupaciones relativamente estables: los mismos pensamientos, imágenes o impulsos aparecen en forma reiterada y resultan alarmantes llegando a provocar a menudo un sentimiento de vergüenza. Los intentos de la persona por desecharlos son en la mayoría de los casos infructuosos.
El contenido de las obsesiones varía mucho de una persona a otra: a veces son preocupaciones persistentes sobre la posibilidad de enfermar, otras veces son sobre descuido de responsabilidades y posibles daños que pueda provocar: olvidar apagar un aparato eléctrico y provocar un incendio en casa. En ocasiones también se relacionan con ideas de contaminación como el contacto con gérmenes al tocar objetos o personas. Otras personas tienen preocupaciones sobre hacer daño a los demás como por ejemplo apuñalar a un familiar.
¿Qué podemos hacer para controlar algunos de los síntomas?
- LLEGAR A ESTAR DECIDIDO A VENCER EL PROBLEMA.
- LLEGAR A TOMAR CONCIENCIA DE QUE NUESTRAS PREOCUPACIONES SON IRRACIONALES.
- VAMOS A CONSIDERAR QUE LA RITUALIZACIÓN NO ES EL UNICO MODO DE REDUCIR NUESTRA ANGUSTIA.
- ACEPTAR NUESTRAS OBSESIONES EN LUGAR DE RESISTIRNOS A ELLAS:
- POSPONER LA OBSESIÓN.
- CAMBIAR LOS MODOS EN QUE NOS OBSESIONAMOS:
- Una obsesión momentánea en sí misma carece de importancia, lo que origina el problema es el modo en el que reaccionamos a ella.
- No analices por qué la has experimentado, cual es su significado o si serás capaz de detenerla.
- Distánciate mentalmente y reconoce que has comenzado a obsesionarte.
- Observa tu respuesta emotiva a la obsesión: ¿estas ansioso, asustado, avergonzado?
- Recuérdate que esta bien tener una obsesión momentánea.
- Reafírmate en la creencia de que el contenido obsesivo es irracional. No analices.
- APLAZAR LA RITUALIZACIÓN HASTA UN MOMENTO ESPECÍFICO.
- CAMBIAR ALGÚN ASPECTO DEL RITUAL: Cambiar el orden, la frecuencia, los objetos y el momento en que se ritualiza.
- AÑADIR ALGUNA CONSECUENCIA AL RITUAL: Debe ser una tarea que no guarde relación con las tendencias compulsivas y también algo que requiera que interrumpamos nuestra rutina normal.
- NO RITUALIZAR: Asumir este compromiso a largo plazo. Se debe afrontar directamente la ansiedad, sin tener comportamientos compulsivos. Podemos usar varias técnicas de relajación para controlar la ansiedad.