La Red Española de la Inmigración ha denunciado ante la Fiscalía General del Estado por incitación al odio y a la discriminación al cardenal arzobispo de Valencia Antonio Cañizares por haber dicho pública y textualmente “Esta invasión de refugiados, ¿es del todo trigo limpio?”.
Antes de tomar postura sobre esta declaración puede acudirse a las grabaciones que aparecen en Youtube en las que se detecta el grado de integración social en Europa de un cierto porcentaje de los refugiados e inmigrantes musulmanes.
Véase por ejemplo esta entrevista callejera (subtítulos en inglés) a tres adolescentes holandeses que advierten que las mujeres deben ser maltratadas por vestir indecentemente, que el país será sometido a la sharía y que los ciudadanos deberán convertirse al islam o morir.
No son todos los musulmanes piensan así, pero estas respuestas señalan un porcentaje, incluso juvenil, preocupante.
Un reciente estudio en EE.UU. indica que el 48 por ciento de los musulmanes, entre nativos e inmigrantes, quiere que el país se someta a la ley islámica, y que el quince por ciento apoya la yihad y la ejecución de quienes abandonen el islam.
A partir de aquí puede discutirse si en el siglo XXI son acertadas las cardenalicias expresiones de “invasión” y “trigo limpio”.
Especialmente esta última: Cañizares sabe que los inquisidores no llamaban “trigo sucio” a quienes rechazaban el catolicismo, sino herejes a los que se les ordenaba “conviértete o muere”.
Aunque eso ocurría hace siglos, no hoy, como con estos jóvenes islamistas europeos.
En distintos albergues alemanes han tenido que proteger a los católicos sirios refugiados de los musulmanes, inquisidores que los maltratan, persiguen y en algunos casos matan, aunque los medios informativos suelen ocultar esos crímenes religiosos para no ser tan políticamente incorrectos como Cañizares.
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