Revista Atletismo

Copenhague Running, del Tivoli a la Sirenita y vuelta (Dinamarca)

Por Fermín Fermin Fernandez @ferminffaviles

Copenhague Running, del Tivoli a la Sirenita y vuelta (Dinamarca)

Nuevo recorrido running turístico, esta vez por el centro de Copenhague ( Dinamarca). Ruta para correr por la parte más turística e interesante de esta agradable ciudad danesa.

¿Qué mejor manera que hacer turismo y recorrer una nueva ciudad que corriendo? Correr cuando viajo se ha convertido en algo imprescindible en mis planes de viaje. Y como no uso ni zapatillas, poco equipaje más tengo que añadir a la maleta...

(aunque el GPS se comió los primeros metros) corriendo por todo el centro histórico de Copenhague. Terreno urbano, calles peatonales o con anchas aceras (los carriles bicis aquí sí son para las bicis y además tienen mucho tráfico). N ingún desnivel apreciable en todo el recorrido .

La ruta empezó en el Bulevar de , H.C. Andersen muy cerquita del , ese parque de atracciones de hace más de un siglo. Era temprano, no había mucha luz todavía y el Tivoli cielo estaba muy cubierto. Cruz amos Rådhuspladsen o plaza del ayuntamiento (aunque en el mapa esta parte no figura porque no cogí GPS hasta unos metros después).

El camino continua por algunas de las calles más comerciales de la ciudad, algunas peatonales, algún canal. Me sorprende que, mientras que las calles de la zona más céntrica de otras ciudades que he visitado , cuando corro por la mañana temprano, siempre queda gente alargando la juerga de la noche anterior y las calles suelen estar un poco "guarras" de la fiesta nocturna. A quí están limpias y prácticamente vacías.

Llegamos a Kongens Nytorv una plaza con varios edificios histórico s como el y, a la vuelta de la plaza, tenemos el canal donde todo el mundo hac e la foto más típica de Copenhague, el Teatro Real o F amoso por sus veleros atracados Nyhavn a los lados del canal y sus casas de colores. L Puerto Nuevo. ugar con mucho encanto para pasear y relajarse o tomarse algo (si tu bolsillo te lo permite). A estas horas, sin mucho ajetreo todavía, hasta hay un bar que tiene churros...

Seguimos callejeando y llegamos a Amalienborg , una plaza podemos decir que, octogonal, con cuatro palacios opuestos entre sí. U no es la vivienda de la reina de Dinamarca , otro d el heredero y los otros dos son visitables. Aquí nos encontramos a la anesa con los típicos gorros de guardia real.

Tras un descanso para observar la plaza, los palacios y a los del gorro, salimos por el lado opuesto hacia un gran edificio, Frederiks kirke o la iglesia de Mármol, luterana, con una gran cúpula inspirada en la del Vaticano.

Seguimos por Bredgade hacia un gran parque y, cruzando un puente de madera, entramos en una fortaleza militar con forma de estrella de cinco puntas, Kastellet, que aunque es del siglo XVII, aún hoy sigue teniedo actividad militar.

Podía atravesarla por una larga calle que hay entre barracones militares, pero prefiero bordear la fortaleza estrellada por una especie de sendero elevado que va por una zona arbolada paralela al foso de agua estrellado. Desde allí, al estar elevado su puede contemplar una bonita vista de la ciudad, del canal y encontrar alguna sorpresa, como un molino y algunos cañones. Esta es la zona por donde con más corredores me cruzo.


Volvemos a cruzar otro puente al otro lado para salir de la fortaleza y dirigirme hacia el monumento más pequeño y visitado, La Sirenita o Den lille Havfrue.

Allí está, una estatua, más o menos a escala real, de una sirena en honor a una bailarina danesa que interpretó ese papel. Como otras estatuas de la ciudad, la donó el fundador de la cervecera Carlsberg, que es la cerveza local.

Vuelta al Tivoli


La Sirenita era el destino, llevamos unos 5 km. Ahora toca volver, pero por un camino diferente intentando descubrir otros rincones. Iremos siguiendo el canal e incluso cruzando al otro lado en nuestro camino de vuelta al punto de origen.

Lo primero que nos encontramos bordeando la fortaleza, ahora por fuera del foso, junto a una iglesia anglicana, es la " Fuente de Gefion " o cibeles danesa, que el lugar de leones como la madrileña, el carro está tirado por toros.

Despues, lo más atractivo al vista hubiera sido seguir corriendo pegado al canal. Yo fui al principio por una calle interior y me perdí algunos edificios interesantes y tan diferentes como estos, el último es un museo y tiene en al puerta una réplica en bronce del David de Miguel Ángel:

A continuación llegamos a los jardines de Amaliehaven, enfrente de los palacios reales por donde habíamos pasado antes y al otro lado del canal podemos ver el moderno edificio de la Opera y en medio un enorme especie de "dique" que tiene pinta de, en verano, ponerse hasta arriba de daneses tomando elsol, hoy desde luego no es el día.

Seguimos corriendo y, tras bordear otro moderno teatro, llegamos otra vez a Nyhavn, el canal de las fotos, pero ahora lo cruzamos y cruzamos también el gran canal en el que desmboca por un curioso puente con varios zigzag y carriles separados para bicis y peatones en las dos direcciones. Si algo me ha sorprendido de Copenhague sobre las bicis, es además del gran tráfico de bicis que hay, lo mucho que respetan a los peatones.

Seguimos por el otro lado del gran canal corriendo por una de las calles principales del barrio: Strandgade o "calle de la playa". Por esta zona al otro lado del canal grande vamos cruzando pequeños canales. Ya no se ve zona tan turística sino mucho más "del pueblo". Pegado a la famosa Cristiania o "ciudad sin ley", un barrio, medio parque, medio edificios abandandonados ocupados donde lo mas corriente es encontrarse por doquier puestos de venta de "hierbas" para fumar. Aunque en este recorrido no paso por allí por no alejarme más, lo visitamos despues y es una zona a la que se puede ir, aunque no consumas nada, con total seguridad, es curioso de ver.

Dos calles más allá se observa el curioso capitel de la Iglesia de San Salvador, en espiral y con una escalera exterior si se quiere subir a ver la panorámica de la ciudad.


Cruzamos para volver al otro lado del gran canal. Esta vez por un puente con tráfico motorizado, pero como todo por aquí, muy bien preparado y seguro para peatones y ciclistas, y llegamos al edificio de la bolsa, Børsen, un gran edificio de ladrillo rojo y tejados verdes que también tiene una curiosa cupula apirulada formada con las colas de cuatro dragones que representan a los cuatro paises nórdicos: Dinamarca, Suecia, Noruega y Finlandia.

Siguiendo paralelos al canal llegamos al " Diamante Negro" un moderno edifidio de cristal pegado a otro antiguo, ambos edificios forman parte de la Biblioteca Real (aquí todo es real)...


... y cruzando sus jardines salimos al Palacio de Christiansborg o Christiansborg Slot, es un enorme palacio que además de tener zonas de la realeza danesa, alberga también los tres poderes del pais: las cortes danesas, el gobierno y el tribunal supremo, juntos pero no revueltos imagino.

Cruzamos la explanada del palacio y salimos a calles más comerciales ya para dirigirnos de nuevo al Tivoli, aunque ahora lo rodeo para pasar por la Estación Central o København H, la mas grande de Dinamarca. Una vez más me sorprende la cantidad de bicis que hay en su exterior, incluso alguna zona del parking de bicis tiene dos alturas.


Bordeamos totalmente el Tivoli por Vesterbrogade, calle mucho más comercial y de negocios para salir de nuevo a Rådhuspladsen y terminar donde empezamos, en el Bulevard de Hans Christian Andersen, escritor presente en todos los rincones de Copenhague.

Y aquí acaba esta ruta running-turística por el centro de Copenhague de este puente largo que hemos pasado aquí.

Que pena no haber podido correr por otras bonitas zonas naturales de bosques, lagos, fiordos, costa, castillos que hemos visitado también en los alrededores de Copenhague, merecen mucho la pena visitar las cercanias de la ciudad.

Ay señor, jubílame pronto!!


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