Corazón abierto

El cuarto largometraje de Sebastián Lelio se estrenó en Chile en mayo de 2013.

Gloria por fin se proyectará en Buenos Aires a partir de mañana jueves, según informa BAMA Cine en su sitio web. El cuarto largometraje de Sebastián Lelio desembarcará en nuestra ciudad -al menos en ese refugio cinéfilo del centro porteño- luego de varios amagues de estreno y un año después de haberse presentado en el Festival Unasur, donde ganó dos premios. Acaso ésta sea la última oportunidad para ver uno de los mejores exponentes del (escaso) cine chileno que llega a la Argentina.

El nombre del director les sonará a quienes vieron El año del tigre en el Festival de Cine de Mar de Plata de 2011. Lelio trabajó con el mismo co-guionista de Gloria, Gonzalo Maza, cuando escribió aquel largometraje anterior, inspirado en la huida de 209 presos de la cárcel de Chillán tras el terremoto de 2010.

A su manera, Gloria también busca escapar de una o varias prisiones. La soledad, el desamor, los años amenazan con encerrar a esta mujer separada y cincuentona que frecuenta boliches para mayores con la intención de encontrar pareja.

Lelio desviste a la protagonista a medida que avanza la aventura -o más bien desventura- derivada del flechazo con el escurridizo Rodolfo. La actriz Paulina García hace gala de una ductilidad y coraje admirables cuando se presta a este desnudo progresivo, siempre respetuoso del personaje. No por casualidad el jurado de la 63ª edición del Festival de Berlín la premió con un Oso de Plata.

En sintonía con la alemana Wolke 9 (que en nuestras salas se estrenó con el título ñonísimo Nunca es tarde para amar), Gloria recuerda algo que suele repeler a nuestra sociedad peterpanista y doriangrayista: los mayores también tienen vida sexual. En este y otros sentidos, el realizador chileno desmiente la imagen de una tercera edad pura, casta (o castrada), desapasionada, que la publicidad y el cine de consumo masivo explotan hasta el hartazgo.