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Corea del sur: una noche en el templo haeinsa

Por Merche_62
Fecha del viaje: Septiembre 2014 Extracto de Mi Diario de Viajes:   El autobús nos deja a una distancia de un kilómetro y medio del templo y montaña arriba nos dirigimos por un camino donde indica varios senderos. Pasamos por pequeños ríos y frondoso bosque. Sólo oímos el ruido del riachuelo y los pájaros.   Haeinsa es uno de los templos budistas más bellos de Corea situado entre montañas, en el Monte Kaya y le da un aire mágico al encontrarnos solos por el bosque y finalmente subiendo por una  escalera empinada y engalanada de banderas donde se encuentra una gran puerta de madera decorada. Fue construido en el año 802 en Gyeongsang del Sur, en Corea del Sur.
COREA DEL SUR: UNA NOCHE  EN EL TEMPLO HAEINSA Nos dirigimos a la oficina de información. Aquí nos indican a que pabellón debemos ir para hacer el check- in.Junto a nosotros se encuentra un coreano que de forma curiosa mira en la hoja del "temple stay" lo que vamos rellenando.
COREA DEL SUR: UNA NOCHE  EN EL TEMPLO HAEINSA  
COREA DEL SUR: UNA NOCHE  EN EL TEMPLO HAEINSA
El monje nos hace pasar descalzos y nos sentarnos en el suelo. Nos da un tríptico con las instrucciones y las reglas para asistir a las dos ceremonias de los monjes, así como los horarios de las comidas y otros detalles del templo. Nos dice que deberemos dormir separados pues cada uno debe pernoctar con personas del mismo sexo, es uno de los requisitos que hay que aceptar para alojarse.
COREA DEL SUR: UNA NOCHE  EN EL TEMPLO HAEINSA
COREA DEL SUR: UNA NOCHE  EN EL TEMPLO HAEINSA     Son las cuatro de la tarde y vamos a las habitaciones donde dejamos el equipaje. Las habitaciones son amplias y se duerme de forma tradicional tarima de madera con "ondol", la calefacción típica que transcurre bajo el suelo.  
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COREA DEL SUR: UNA NOCHE  EN EL TEMPLO HAEINSA Una vez instalados, aprovechamos para visitar el recinto del templo pues lo cierran a las cinco y media de la tarde aunque luego tendremos tiempo para pasear por el. Ya solo quedamos los que nos alojamos en el recinto, somos unas ocho personas.  El lugar es precioso con templos de distintos tamaños diversificados por el enorme recinto.
COREA DEL SUR: UNA NOCHE  EN EL TEMPLO HAEINSA     En el Changgyong P'ango, está guardado la Tripitaka Coreana, la más completa colección de textos budistas, grabada en 80.000 bloques de madera por lo que se consideró formar parte del Patrimonio de la Humanidad.
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COREA DEL SUR: UNA NOCHE  EN EL TEMPLO HAEINSA   En 1592 el templo fue quemado por los japoneses y accidentalmente de nuevo en  1817 en el que milagrosamente, el Tripitaka Coreana sobrevivió. Por tercera vez, el templo escapó de la Segunda Guerra Mundial cuando un piloto surcoreano trabajaba para las Fuerzas Aliadas y se negó a bombardearlo.
 A las 6 menos veinte de la tarde entramos en el recinto donde los monjes ya han entrado previamente por una puerta y los seis coreanos y nosotros, unos quince minutos más tarde, por otra. Hay un bufete donde se puede uno servir sopa picante de rábano, arroz, encurtidos, tofu, judías verdes, y otras verduras. Comemos en mesas separadas  en silencio observando a los monjes que permanecen impasibles a nuestra presencia. El respeto y la solemnidad se impone en la sala. Las bandejas las devolvemos a los cocineros.
COREA DEL SUR: UNA NOCHE  EN EL TEMPLO HAEINSA   Ya saliendo oscurece y paseamos, aunque disponemos de una hora, el tiempo disurre rápido pues pronto nos llaman los repiques de tambor para presenciar la ceremonia de la noche. Ya ubicados en el templo principal, los monjes van entrando con las manos en forma de oración e inclinando la cabeza.
  COREA DEL SUR: UNA NOCHE  EN EL TEMPLO HAEINSA   Cuando han entrado todos empieza el oratorio. Hay tres budas principales y se encuentran cara a ellos. Los visitantes también se encuentran rezando en las esquinas, tres de ellos junto a nosotros que observamos en silencio y atentos.  Sentados todos los monjes en posición de flor de loto empiezan a hacer genuflexiones sin parar sin apenas apoyar las manos al levantarse. Son 108 genuflexiones en total entre cánticos, sonidos de campanillas y repiques de tambor.
COREA DEL SUR: UNA NOCHE  EN EL TEMPLO HAEINSA Finalmente el monje principal canta y recita con su tablilla hasta que prácticamente queda solo marchando los demás monjes inclinándose hacia el Buda central y uniendo las palmas de las manos sin dar la espalda al salir . La ceremonia dura unos 50 minutos. Es un budismo solemne, el llamado de camino de largo recorrido, basado en las reglas de Confucio. A las tres y media de la madrugada se repite la ceremonia pero aún de forma más solemne.
COREA DEL SUR: UNA NOCHE  EN EL TEMPLO HAEINSA   Descubro un dormitorio vacío donde hay colchonetas así que me proveo de dos, una  para mi compañera de sueños y otra para mi. Después me entero que solo son para que duerman los hombres según un señor que se aloja en la habitación de al lado. No le hago caso y me las llevo. Mi compañera de habitación me lo agradece pues así estaremos un poco más cómodas. A cambio me ofrece unas golosinas y yo comparto con ella unos pastelillos que traigo de judías. Apenas sabe inglés ni yo coreano pero nos entendemos y nos reímos al tener que gesticular a veces.  Tiene un aspecto joven y un rostro que refleja bondad y generosidad. ¿Cómo no va a ser buena con las 108 genuflexiones que se ha hecho y sin mostrar apenas cansancio? Es la primera vez que viene a alojarse aunque ha venido otras veces a visitarlo. Vive en Daegu y mañana, después de desayunar  nos llevará a la estación de autobuses con su coche...  

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