Hace unos días se pusieron en contacto conmigo desde Petit Fernand para que probásemos sus productos y diéramos nuestra opinión; Conozco la marca desde hace tiempo por sus etiquetas para marcar la ropa de los más peques, pero claro, Lucy no va a la guardería por lo que no necesita este tipo de etiquetas y no puedo hablar ni dar mi opinión sobre algo que no voy a utilizar.
Pero entonces me ofrecieron probar otros de sus productos, porque yo no lo sabía, pero Petit Fernand personaliza cantimploras y fiambreras para que el almuerzo de nuestros hijos no se confunda con el de sus compañeros. Tienen un tamaño perfecto para niños y unos diseños preciosos y personalizables, para que sean todavía más especiales y no haya dos iguales.
Elegimos una cantimplora isotérmica, que es completamente personalizable: puedes elegir el dibujo que tendrá, el texto e incluso la fuente en la que irá escrita el nombre o lo que quieras poner.
Cuando realizas el pedido, es fácil, rápido e intuitivo. La única dificultad que encontré fue elegir una tipografía y un fondo que nos gustase más que los demás, ¡porque nos gustaban todos!
La vista previa ayuda mucho a elegir, permite hacerte una idea bastante real de cómo quedará. Lucy eligió el diseño que más le gustaba porque había dinosaurios, gatitos, helados y osos panda. El paraíso de las cantimploras para Lucy.
Los gastos de envío son gratuitos y después de hacer el pedido, ese mismo día, te llega a tu mail un correo electrónico con el número de pedido, la descripción de los productos que has elegido y la dirección de envío. Así puedes comprobar que todo es correcto.
Al día siguiente de realizar el pedido, me llegó un mail diciéndome que mi pedido venía de camino y tardó 7 días naturales en llegar desde París, y desde entonces la estamos disfrutando un montón.
Desde que la tenemos hemos dejado de ir con botella de agua y vamos con nuestra cantimplora, siempre con agua fresquita y la utilizamos en cualquier lugar y cualquier momento. Nunca se ha salido agua en el bolso gracias a su tapón antigoteo, ni la botella ha sudado.
Tiene un tamaño ideal, con una capacidad de 350 ml. El cierre no nos ha fallado, y la boquilla que hay que girar para poder beber y que cierra de manera hermética, además se puede sacar para limpiarla perfectamente.
No se puede introducir en el microondas ni en el lavavajillas, y aunque se puede utilizar también para líquidos calientes e incluso con bebidas gaseosas, nosotras por ahora solo lo hemos utilizado con agua. Pero eso si, poniendo agua fría de la nevera directamente en la cantimplora para que la mantenga fría.
Si tu peque va a empezar el colegio, o te gustaría no tener que romperte todos los días la cabeza buscando un contenedor de líquidos, puedes optar por esta cantimplora, que además te sirve para ir al parque, a la piscina, la playa, la montaña... Después de haberla probado y usado casi a diario, la recomiendo.
¡Estamos deseando que llegue el verano para pasear nuestra cantimplora por un montón de sitios!
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