Cosmética natural vs cosmética química

En el uso diario de artículos de cosmética, geles, perfumes, desodorantes, etc, existen numerosas sustancias químicas que son muy dañinas para el organismo. Las regulaciones de las cantidades de estas sustancias han sido extremadamente permisivas hasta ahora. Sin embargo, recientes estudios están haciendo descubrimientos que nos hace estremecer.
De nuevo, a través de este blog me propongo informar a la población para que sean conscientes sobre la exposición de sustancias químicas a la que somos sometidos con productos que a simple vista parecen “inofensivos” y tomen medidas para mejorar su salud y la del planeta. 
El conocimiento es poder y somos dueños de nuestras decisiones, cambiando nuestros hábitos de consumo estamos aportando mucho más de lo que nos creemos, porque si somos muchos apoyando un consumo responsable, no les quedará más remedio a las multinacionales que mejorar la calidad de los productos que sacan al mercado. Existen un amplio abanico de productos de cosmética natural que pueden reemplazar a los productos convencionales llenos de tóxicos. 
Una de los ingredientes que podéis encontrar con frecuencia en vuestros productos de higiene personal son los ftalatos. El 70% de todos los cosméticos, incluyendo desodorantes, geles para el pelo, gominas, champús y geles de baño los contienen. Especialmente significativos son los cosméticos para limpiar el cutis y perfumarlo, ya que los ftalatos son ideales en esa industria por su penetración en la piel, consiguiendo que se retenga dentro de ella su perfume, y por ende alargando la permanencia del olor. Sin embargo, es esa misma cualidad su mayor peligro, pues los falsos estrógenos de los ftalatos se extienden fácilmente por todo el cuerpo.
Los ftalatos también se usan en los acondicionadores para el cabello, ya que lo hacen más suave, cepillable y bonito. Gracias a ellos el pelo parece más limpio, huele a limpio y se siente limpio, de manera que al usuario le resulta muy difícil entender que en realidad es un peligroso tóxico contaminante.    
Los más indefensos, los bebés, también se ven expuestos, ya que estos compuestos pasan durante el periodo de gestación al bebé directamente a través de la sangre. Según la pediatra Katherine Main, “es incuestionable que la leche materna contiene productos contaminantes. Estos productos pasan al bebé que los ingiere a través de su mamá y permanecen en él y se van acumulando en su cuerpo”. 
Un ftalato en particular utilizado en plásticos PVC está causando la mayor preocupación, sobre todo, por el lugar en donde se utiliza: las salas de bebés prematuros. Todos los materiales flexibles que se encuentran en esas salas están llenas de plástico PVC vinilo, que contiene un ftalato llamado DEHP. El toxicólogo David Hefton tiene muy claras las consecuencias: “el DEHP ha sido considerado un producto tóxico para la reproducción por las distintas agencias de salud en todo el planeta. Y para que un producto se considere tóxico para el sistema reproductivo tiene que afectar al menos a dos fases del desarrollo del sistema reproductivo del ser humano...”.
Sin embargo, en los organismos sanitarios de algunos países ya existe una preocupación seria al respecto, sobre todo en la manera en la que afecta a los niños, puesto que se conoce que puede repercutir sobre su aparato reproductor. El efecto más frecuente es la atrofia de los testículos. Inevitablemente después de nacer el bebé sigue expuesto a los productos químicos, ya que también los digiere a través de la leche materna.
Increíblemente, el PVC es utilizado para la fabricación de material médico (bolsas de recogida de sangre, tubos, catéters, ect). Después de muchos estudios se ha extraído la conclusión que el DEHP puede liberarse de los materiales que lo contienen y penetrar en el organismo acumulándose de manera alarmante.
BISFENOL A
Según los expertos, actualmente no hay un producto más preocupante que el Bisfenol A. Se fabrican 3.000 toneladas de Bisfenol A anualmente, ya que es la materia prima utilizada para la fabricación de policarbonatos, una gama de plásticos de los más utilizados en la sociedad de consumo. El policarbonato es un plástico duro, rígido, que se usa en una gran cantidad de artículos, desde DVD's hasta biberones. 
Un estudio británico encontró a principios del 2008 que las personas con niveles más elevados de Bisfenol A en su sangre eran más propensas a sufrir problemas cardíacos potencialmente peligrosos.
Se están analizando los efectos de los productos químicos que provocan trastornos hormonales, incluyendo los ftalatos que se añaden a plásticos como el PVC y las colas, y el Bisfenol A, empleado en los revestimientos de latas de comida, botellas de plástico y los selladores dentales. El 18  de febrero del 2013 la OMS publicó un informe en el que reconocían que 800 compuestos causan o son sospechosos de provocar “disrupción del aparato endocrino”. Hasta el diario El País se hizo eco de ello. “Diez años después del primer estudio, los resultados son radicalmente distintos. Los investigadores plantean abiertamente que hay nuevos indicios que vinculan a estos compuestos químicos con problemas reproductivos (ya sea por infertilidad, tumores o malformaciones) o con efectos sobre la tiroides, el funcionamiento cerebral, la obesidad y el metabolismo. La actividad disruptora, insisten, va más allá de alterar mecanismos de acción de los estrógenos y los andrógenos o la actividad de la tiroides. Por ello, los especialistas convocados por la OMS y Naciones Unidas plantean posibles vinculaciones con problemas reproductivos masculinos o femeninos (no solo en humanos, incluso los vinculan a caídas demográficas de especies animales). Pero también hacen alusión a alteraciones relacionadas con el desarrollo neuronal, desórdenes inmunitarios o metabólicos. E incluso tumores vinculados con alteraciones hormonales, a pesar del desconocimiento que, indican, existe sobre el origen de estas neoplasias”.
Después de todo lo expuesto en este artículo, mi recomendación es consumir cosmética natural, los precios no varían tanto y sin embargo, los beneficios son múltiples como podéis entender después de conocer los efectos perjudiciales que tienen sobre la salud los componentes de muchos de los productos de higiene personal.