Costa: "Scolari me llamó por útil, no para fastidiar a España"

Personalidad: "Si la gente me conociera, cambiaría de idea. Soy muy tímido, las entrevistas me dan un poco de vergüenza. Estoy en mi mundo, como dicen, porque así hago las cosas que me gustan y no hago mal a la gente".
Orígenes. "En Brasil todos los padres sueñan con que sus hijos sean futbolistas. A mi familia le encanta el fútbol y mi padre me puso Diego por Maradona. Mi padre trabajó mucho para darme todo lo bueno. Vivíamos bien a nuestra manera. Ya se ha cumplido el sueño de mi padre. Y el mío, que era poder darles una vida mejor. Mi contacto con el fútbol fue la calle. La disciplina es muy importante. En la calle debías ser el más listo o te pegaban. Echo de menos una disciplina en mi formación. Cuando jugaba en la calle, si me tocaba uno… puff. No podía jugar en un equipo distinto al de mi hermano porque si no terminábamos pegándonos. No podía perder, no tenía autocontrol, si me vacilaban... En la vida se aprende a base de palos, como sea. Hacía cosas mal y luego me arrepentía. Me fui mejorando cada día.
Llegada a Europa. "Cuando surgió la idea de venir a Europa, a Portugal, mi padre tenía miedo porque hay muchos representantes que traen a los futbolistas muy jóvenes y luego los abandonan. Vio que el contrato era legal y se tranquilizó. Al principio me costó acostumbrarme a una vida diferente. Pero yo sólo pensaba en darles una vida mejor, pelear y luchar. Si no me hubiera salido, por lo menos tendría la conciencia tranquila. En la vida hay que luchar, pelear cada día para intentar superarme".
Cambios de equipo. "En Portugal me ficha el Atlético de Madrid y paso por varios equipos (Valladolid, Celta...) No me gustan los cambios. Me gusta estar en una ciudad, en una casa, tranquilo. Pero todos los equipos por los que he pasado me han venido de lujo. Me han dado la vida. Me sentía importante, me fui ganando mi espacio. Dejé grandes amigos en todos los equipos. La gente que me conoce sabe lo que peleé para ser lo que soy".
Lesión de cruzado. "Había una oferta para marcharme a Turquía. Estaba todo, todo dependía de mí. Fui a entrenarme y me lesioné. Cosa de Dios. Yo creo en Dios. Y si me pasó eso sería por algo, así que luché otra vez y empecé desde el principio".
Llegada a Vallecas. "La gente se sorprendió mucho por mis goles en Vallecas tras mi lesión. Jugué a buen ritmo e hice las cosas bien. Siempre hay dudas tras una lesión así. Pero demostré a la gente que era mucho mejor de lo que era antes. Vallecas me dio el cariño que necesitaba, me vino de lujo"