Revista Economía

Crecer o no crecer

Publicado el 12 diciembre 2023 por Pacolopez

Leyendo hoy el mensaje diario que envía Alejandro Peñas (alejandro@historiasde una pyme.com), empresario y exMcKinsey cuya web www.tuytupyme.com recomiendo a todos los pymempresarios, por cierto; pues me ha hecho pensar en un tema que me parece crucial en la vida de cualquier pequeño empresario, incluso diría que de cualquier empresario, sea del tamaño que sea: responderse a la pregunta ¿crezco o me quedo como estoy?

Es una pregunta crucial que determina la vida de los empresarios y de las empresas, tanto a nivel individual como social.

Yo mismo me la hice cuando estaba al frente de mi empresa.

La respuesta no es fácil.

Antes de responderla a nivel personal, has de saber qué supone una respuesta u otra a nivel empresarial.

Crecer significa normalmente más inversión, más equipo, más complejidad, más problemas. A cambio implica alcanzar nuevas comerciales y profesionales, conseguir más visibilidad, aplicar economías de escala... Y también puede significar incorporar profesionales de la gestión, formalizar procesos y normas, entrar en nuevos mercados... En suma: embarcarse en un nuevo viaje, rumbo a lo desconocido, que si tiene éxito puede suponer una recompensa en lo material y una disponibilidad de tiempo en lo personal. Conseguir una empresa menos dependiente del empresario, profesionalizada y más valiosa. O la quiebra o la liquidación, en caso de fracaso.

Optar por no crecer sin duda es más confortable, porque es seguir haciendo lo mismo con los mismos, sin asumir riesgos ni aportar más capital; pero puede suponer la muerte empresarial a medio o largo plazo. De alguna manera, para poder aguantar implica optar por mantenerse en un nicho especializado, aguantando todo lo que se pueda. Pero hay que ser consciente de que a la larga no crecer es ir muriendo poco a poco. Probablemente sea una opción válida para empresarios de una cierta edad que no tienen descendencia empresarial. Si no es así, se debe ser consciente de que quizás no crecer no es una opción...

A nivel personal, el pequeño empresario, que siempre compagina las tareas técnicas con las ejecutivas, debe preguntarse si quiere convertirse en un ejecutivo 100% o no. Si cree que vale para ser un ejecutivo 100% o no. Si cree que podrá compartir la gestión de la empresa con un directivo profesional o no...

Por desgracia muchos pymempresarios llevan mal la parte de su trabajo que es directivo. No lo pasan tan bien como en la parte técnica, que suele ser de donde vienen. O creen que no sirven para eso. Y por eso optan por no crecer. Incluso algunos, en momentos más complicados, optan por el decrecimiento. Esa barrera es la que explica, en gran parte, que países como España tengan un problema tan grande (que he comentado en este blog) de falta de medianas y grandes empresas.

¿Hay soluciones para eso?

Desde luego; muchas. Pero hay que tener un poco de ambición y no apoltronarse. No conformarse.

A veces la solución viene por un hijo/a que se haya formado y tome las riendas de la empresa decidido/a a hacerla crecer.

A veces viene por la búsqueda de un socio que complemente en capacidades al pymempresario. Ese socio puede venir de fuera o de dentro; es decir, alguien del personal que tenga las aptitudes y actitudes necesarias.

Y siempre queda la opción de vender, que es como buscar un socio que compre parte o toda la empresa.

Desde aquí animo a todos los pymempresarios a plantearse seriamente el problema y a tener valentía para encontrar soluciones y tirar adelante.

Ser empresario es lo mejor que me ha pasado.

La empresa es la única célula social que crea riqueza. Esa riqueza que nos permite disfrutar de la vida a nosotros y nuestras familias, en busca de la felicidad a la que todos aspiramos. ¡Hagamos empresas más grandes y más fuertes! ¡Apoyemos a los empresarios!


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