Revista Regiones del Mundo

Creta, parte 2: Tras los pasos del Minotauro

Por Arielcassan

La entrada Creta, parte 2: Tras los pasos del Minotauro apareció primero en Odisea por el Mundo.

Continuamos viaje a través de la Isla de Creta, regresando sobre nuestros pasos hacia el este nuevamente.

Otra vez como en el primer trayecto desde Heraklion, tomamos un bus de KTEL (la principal línea de larga distancia cretense) por €6 hacia nuestra próxima parada: Rethymnon.
Esta pequeña ciudad de tan complicado nombre se asienta a mitad de camino entre las dos urbes principales de la isla: Heraklion y Hania.

Su pasado veneciano y otomano, hacen de su centro histórico un enredo de callejuelas pintorescas, con un aire romántico y relajado.
La ciudad se expande alrededor de los muros de su gran fuerte: “La Fortezza”, construida por los venecianos en el s.XVI.
Si bien es accesible para los visitantes (pagando, por supuesto), preferimos disfrutar de la vida local recorriendo el resto del casco histórico y el puerto.

Justamente, el puerto veneciano es otro de sus lujos, con un gran espigón de piedra desde donde contemplar toda la ciudad. Al final del espigón y de forma similar al de Hania, un antiguo faro custodia la bahía.

El centro de Rethymno (“Rétino”, según la traducción hispana) es pequeño y puede ser recorrido en apenas una o dos horas.
Sus calles estrechas invitan a perderse, contemplando los balcones intensamente adornados con flores al mejor estilo alsaciano. Sus construcciones coloridas modernas contrastan con sus viejas edificaciones de madera, y la buena sonrisa de la gente local hace del paseo una experiencia sumamente agradable.

Para destacar, en el centro del pueblo histórico se halla una antigua fuente veneciana del s.XVII, desentonando con el resto de la plaza con su estilo romano, pero como legado de aquellas épocas medievales donde su suministro de agua era esencial para todo el pueblo.

Callecitas de Rethymno

Callecitas de Rethymno


Jani caminando por el casco de Rethymno

Jani caminando por el casco de Rethymno


La famosa Fuente Rimondi, en Rethymno

La famosa Fuente Rimondi, en Rethymno


Centro de Rethymno

Centro de Rethymno


Faro en el puerto de Rethymno

Faro en el puerto de Rethymno


Puerto de Rethymno

Puerto de Rethymno


Puerto de Rethymno

Puerto de Rethymno


Puerto de Rethymno

Puerto de Rethymno


Tomando un café frappé, el vicio diario de todos los griegos

Tomando un café frappé, el vicio diario de todos los griegos


Los buses cretenses de las Minoan Lines (KTEL)

Los buses cretenses de las Minoan Lines (KTEL)

Hacia el mediodía, decidimos que Rethymno ya nos había dado suficiente y volvimos a emprender camino de vuelta hacia Heraklio, donde pasaríamos la noche.
El trayecto de sólo hora y media, también en un bus de KTEL de €8, llegó lo suficientemente temprano a la ciudad como para darnos tiempo a visitar el más importante sitio arqueológico de la isla.

Quitando la visita a Gobekli Tepe, ir a las ruinas de Knossos representaba para nosotros y posiblemente para cualquiera, formar parte por un rato del corazón de la más antigua civilización europea: los minoicos.

Esta sociedad prehistórica alcanzó su máximo esplendor en el segundo milenio aC, y tanto por su relevancia histórica como por su aún indescifrable escritura, sigue siendo estudiada de forma continua por numerosos arqueólogos e historiadores.

Los restos del Palacio de Knossos, el centro de la cultura minoica, se halla a unos 5 km al sur de Heraklion, y distintas líneas de buses locales realizan el breve trayecto por €1,50 desde la estación de bus de la ciudad.

Al entrar al complejo de ruinas, lo primero que percibimos son las inmensas dimensiones que tenía este palacio, cuyo espacio albergaba más de 1000 habitaciones.
Estaba construido en piedra, sobre una gran estructura de madera y planeado en torno a un enorme patio central. Muchos de sus muros tenían pintadas representando situaciones de la vida cotidiana minoica, incluyendo ritos religiosos, murales decorativos con delfines y las famosas imágenes del deporte típico de la ciudad: el salto de toros.

Lamentablemente, ninguna de estas imágenes son originales, sino que han sido reproducidas sobre nuevos muros para que los visitantes puedan visualizar como eran ciertas partes del palacio.
Es importante saber previamente (para evitar desilusiones) que prácticamente todo lo visible en el complejo actual es reconstruido. 1700 años de abandono y numerosos saqueos no podían dejar de tener ese impacto negativo sobre el lugar, y al ser redescubrierto bajo una colina a finales del s.XIX, sólo quedaban las bases de piedra de las construcciones y un gran número de vasijas y ornamentos.

Sin embargo, las columnas repintadas con los colores que se supone tenían antaño, los murales, la distribución del edificio en tantas plantas, las vasijas, los sistemas de ventilación e higiene, son todos elementos que aun siendo reconstrucciones, nos permiten comprender la magnificencia de un sitio que otrora fue el centro de la civilización más avanzada de todo el continente.

Entrada al Palacio de Knossos

Entrada al Palacio de Knossos


Imagen de cómo pudo haber sido el Palacio en la antigüedad

Imagen de cómo pudo haber sido el Palacio en la antigüedad


Estado actual de las ruinas del Palacio de Knossos

Estado actual de las ruinas del Palacio de Knossos


Estado actual de las ruinas del Palacio de Knossos

Estado actual de las ruinas del Palacio de Knossos


Murales de Knossos, reconstruidos

Murales de Knossos, reconstruidos


El famoso mural del salto de toros, Knossos

El famoso mural del salto de toros, Knossos


Murales de Knossos, reconstruidos

Murales de Knossos, reconstruidos

Por otra parte y como cualquier otra ciudad griega que se precie de su historia, Knossos conserva un rico conjunto mitológico en relación al famoso Rey Minos.
Según la tradición, este gran rey fue quien fundó Knossos al llegar a Creta. Existen numerosas leyendas a su alrededor, quizás siendo la más reconocida la del Minotauro.

Básicamente, el rey Minos pidió ayuda a Poseidón para que su pueblo lo amase incluso ante su joven edad. Poseidón lo escuchó e hizo salir del mar a un hermoso toro blanco, que Minos debía sacrificar. Sin embargo, maravillado Minos ante su belleza, lo escondió entre su rebaño y sacrificó a otro toro en su lugar. Dándose cuenta Poseidón de esta traición y lleno de ira, inspiró a su esposa Pasífae una incontrolable pasión por el toro.

Pasífae, disfrazándose de vaca para atraer al toro, consumó el acto del cuál nació el Minotauro, un ser temible mitad hombre mitad toro.
El Minotauro era una bestia salvaje, antropófago y año tras año se necesitaban cada vez más jóvenes para alimentarlo. Minos solicitó a su arquitecto Dédalo que construya un sitio para encerrarlo y del cuál no pudiera salir. El laberinto que construyó, se dice que estaba dentro del Palacio de Knossos.

La leyenda finaliza con las aventuras del joven Teseo, quien enamorado de la princesa Ariadna, entró al laberinto de Knossos, mató al Minotauro, encontró la salida gracias a un ovillo de hilo que Ariadna le había dado y salió de allí como el héroe que salvó a la ciudad, quedándose con el amor de la hija del Rey Minos.

Teseo luchando contra el Minotauro, en el Laberinto de Knossos

Teseo luchando contra el Minotauro, en el Laberinto de Knossos

Tras la visita a Knossos, deambulamos un rato por la propia ciudad de Heraklion, nuestro puerto de partida hacia las Islas Griegas unos días después.

Heraklion es una ciudad visiblemente moderna, que conserva muy poco de su casco histórico. Es útil utilizarla de base para moverse por Creta desde allí, pero más allá de un puerto bien conservado, tiene poco para ofrecer.

Aprovechamos también para visitar un templo de la Iglesia Ortodoxa Griega. Quienes hayan visitado alguna o hayan leído mi post sobre las iglesias ortodoxas de Serbia y Montenegro, sabrán que la iconografía y la disposición de la misma es totalmente distinta a la de una iglesia católica. Incluso los rituales de adoración son distintos, por ejemplo en el cual la gente se acerca primero hasta el altar para besar cada uno de los iconos dorados (inclinándose, sin usar las manos) antes de comenzar a rezar.

Por último, un paseo por el fuerte “Koules” de origen veneciano y los antiguos astilleros (hoy día utilizados parte exposiciones fotográficas) completaron la visita.

Bahía de Heraklion

Bahía de Heraklion


Bahía de Heraklion

Bahía de Heraklion


Fuerte veneciano en la bahía de Heraklion

Fuerte veneciano en la bahía de Heraklion


Iglesia Ortodoxa Griega en Heraklion

Iglesia Ortodoxa Griega en Heraklion


Iglesia Ortodoxa Griega en Heraklion. La disposición es completamente distinta a las católicas.

Iglesia Ortodoxa Griega en Heraklion. La disposición es completamente distinta a las católicas.

Quedándonos aún un día antes de nuestro pasaje en barco hacia el próximo destino, decidimos relajarnos en una playa algo lejana pero reconocida en los 60s como el paraíso “hippie” de Grecia.

Un bus local desde una estación al sur de las murallas de Heraklion nos llevó a Mátala (si, ¡vaya nombre!), una playa al sur de la isla de Creta, a 2 horas de viaje desde la capital.

Como decíamos, en los 60s se hizo muy famosa por unas cuevas de piedra arenisca en los acantilados que rodean la playa, donde los hippies se juntaban a tocar la guitarra y cantar canciones de paz y fraternidad durante todo lo que duraba la temporada.
Se cuenta que personajes de la talla de Janis Joplin, Joan Baez y Bob Dylan frecuentaron esta playa. Un histórico cartel aún visible que reza “Welcome to Matala, George” del cuál nadie conoce exactamente el origen, parece ser una bienvenida en su época al guitarrista de los Beatles, George Harrison, que también visitó la playa.

La imagen sesentosa se consolida apenas llegar, con una camioneta hippie (la eterna Volkswagen Kombi) cuidadosamente decorada con flores y frases de “peace and love”.
La playa además es de las mejores en Creta, con aguas tranquilas, limpias y con el hermoso color azulado de fondo del Mar de Libia.

Tras el día de descanso y comunión con el lugar, volveríamos a Heraklion para continuar viaje, no sin antes disfrutar un poco más de la gastronomía local. En esta ocasión: “taramosalata” (ensalada de huevas de carpa), ensalada de queso feta y por supuesto, cerveza local.

Parada de bus en la llega a Mátala

Parada de bus en la llega a Mátala


Mátala Beach

Mátala Beach


Mátala Beach

Mátala Beach


Mátala Beach

Mátala Beach


Mátala Beach

Mátala Beach


Mátala Beach

Mátala Beach


Welcome to Mátala, George ¿Harrison?

Welcome to Mátala, George ¿Harrison?


Almuerzo en Mátala Beach

Almuerzo en Mátala Beach


Almuerzo en Mátala Beach

Almuerzo en Mátala Beach


Mátala Beach

Mátala Beach


Mátala Beach

Mátala Beach

Al día siguiente y muy temprano por la mañana, nos subiríamos a un inmenso barco de la compañía “Hellenic SeaWays” con destino a las Islas Cicladas. ¿Nos sigues?
¡Saludos a todos!

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