Crítica blancanieves y la leyenda del cazador (2012), por albert graells

Sinopsis: En un reino cuyo nombre no se pronuncia en ningún momento el rey es asesinado por su nueva mujer, que le arrebata el trono, y encierra a la hija del antiguo rey, Blancanieves, porque sí. Años después Blancanieves se escapa, y su madrastra, la reina malvada, que padece esquizofrenia y tiene alucinaciones con un espejo, le manda matar a Blancanieves a un borracho que va narrando la película, y que en vez de matar a Blancanieves la protege porque su mujer murió, que no tiene nada que ver una cosa con la otra pero da igual.
De los creadores de “La bella durmiente y el desconsuelo de sus papis”, “Hansel y Gretel y los pajaritos del bosque”, “La Cenicienta y las aventuras de su vecino del quinto” y “Caperucita Roja cantando La Internacional y el lobo feroz” llega “Blancanieves y la leyenda del cazador”.
Una película protagonizada por una actriz que no cierra la boca ni que se la peguen con cola, un actor que ha hecho de Thor y que pensaba que en esta película también tenía que hacer de Thor, una de las actrices más guapas y más buenorras del mundo y que interpreta a una mujer celosa de la belleza de una princesa interpretada por una “actriz” que ni es tan guapa ni está tan buena como ella, y una serie de actores secundarios de lujo que aquí hacen de enanos a cambio de un suculento cheque y se les nota.
Kristen Stewart interpreta a Blancanieves, una inexperta e indefensa princesa adolescente encerrada durante diez años en una celda sin ninguna experiencia ni entrenamiento en el arte de la lucha pero que al conseguir escapar se enfrenta a trolls y en la lucha final mata a varios soldados del ejército de su madrastra.
Thor, digo… Chris Hemsworth interpreta a un experto cazador al que se le da mejor emborracharse y contar sus penas a un cadáver que enfrentarse a trolls y luchar contra un cincuentón alpino que le da de hostias.

Ni con cola

Sam Claflin interpreta a un príncipe guerrero curtido en la batalla pero que absolutamente nadie, ni siquiera su padre, le hace puto caso, y sin embargo todo el mundo obedece y sigue a una adolescente inexperta sin ninguna convicción. Incluso el padre del príncipe deja que Blancanieves capitanee a su ejército, pero no le permite a su hijo hacerlo.
Ian McShane, Bob Hoskins, Ray Winstone, Toby Jones, Nick Frost y Eddie Marsan interpretan a los enanos y son actores tan buenos y profesionales que están dispuestos a caminar de rodillas para fingir ser enanos porque con 175 millones de $ no hay presupuesto para reducir sus estatura digitalmente.
Los productores tuvieron el sentido común de poner un proyecto de 175 millones de $ de presupuesto en manos de Rupert Sanders, director treintañero que anteriormente tuvo la experiencia de realizar un cortometraje. Debía de ser un cortometraje de la hostia para que le confiaran un proyecto de 175 millones $. Yo he dirigido varios cortometrajes y sin embargo todos los productores de España tendrían el sentido común de no ofrecerme por ello ni de coña un proyecto de 135 millones de €.
Bueno, pero al tal Sanders lo que le falta de experiencia le sobra de profesionalidad, pues a pesar de estar casado se lió con la actriz protagonista y es tan estricto que suspendió el rodaje varios días porque Stewart se hizo un corte en el pulgar, pobrecilla, no vaya a ser que se le infecte la herida y tengamos un disgusto. Lo que sí está claro es que Sanders no es un buen director de actores, dejando de lado que Stewart no es una buena actriz.
Pero mucho mejor es el guión, reescrito tres veces por tres guionistas que tuvieron la poca vergüenza de meter en la película, sin venir a cuento, diez minutos de “La princesa Mononoke” y una escena sacada de “El castillo ambulante”. Seguro que nadie lo notaba.

No sé luchar ni blandir una espada pero capitanéo, cual Juana de Arco, el ejército de un reino del que no soy para tomar por la fuerza otro reino, y a mi primo curtido en la batalla, que es el príncipe heredero del reino cuyo ejército mando yo porque me da la gana, que le jodan.

El guión no sólo peca de plagio con descaro, sino también de incongruencias y de irrelevancia. Cuando Blancanieves escapa de su cautiverio encuentra, mira tú que suerte, a un corcel blanco que la espera a ella en la playa por conveniencia del guión, Blancanieves aprende a montar en él en diez segundos, al poco se le ahoga en el fango y Blancanieves se las pira sin ayudarlo. La escena del troll no sirve absolutamente para nada. Las escenas de la aldea de mujeres tampoco aportan nada. El príncipe azul no tiene la relevancia que debería tener, parece como si los guionistas hubiesen saboteado al personaje expresamente. Cuando el príncipe azul besa a Blancanieves esta no despierta, pese a que el príncipe está enamorado de ella, pero sí despierta cuando después la besa el cazador, que no está enamorada de ella y por lo tanto no hay motivo para que la bese. Y Blancanieves, pese a que ha estado encerrada diez años, y por lo tanto no ha aprendido a luchar ni a manejar la espada ni a montar a caballo, en el asedio al castillo cabalga como una experta jinete y mata a varios soldados de la reina. Y también mata a la reina apuñalándola con un puñal, cuando en la primera mitad de la película a la reina la apuñalan del mismo modo y no le pasa nada. Y además Blancanieves llora cuando mata a la reina ¿porque? ¿Porque llora por la reina? Si mató a su padre, la encerró durante diez años, y la envenenó ¿Cual es el punto de que Blancanieves llore por la reina?
Los que merecen reconocimiento por su buen trabajo en “Blancanieves y la leyenda del cazador” son el director de fotografía y los diseñadores de producción, artístico, de vestuario y de maquillaje, que hicieron un increíble y estupendo trabajo.
Lo mejor: Charlize Theron y las escenas de batalla, las únicas escenas bien dirigidas, seguramente porque fueron hechas por el equipo de segunda unidad.
Lo peor: Kristen Stewart y el guión. Parece que compitan para ver quien lo hace peor.
Mi calificación es:

Le doy una estrella, y no debería, pero hoy estoy generoso.