Crítica: Cazadores de Sombras, Ciudad de Hueso, de Harald Zwart. Mala adaptación, mala película.

Actores y personajes forzados y trama insustancial y en absoluto justificada enmarcan una adaptación que postula para convertirse en la peor. Porque si no te has leído los libros, no te enterarás de nada y te parecerá simple y absurda. Si te has leído los libros… querrás arrancarte los ojos.
Antes de ponerme a destripar esta pseudoadaptación, quiero dejar claro que no soy una fan enfadadísima. Ya sé que cuando voy al cine a ver un libro hecho en peli no me voy a encontrar todos los pasajes, seguramente alguien del reparto me decepcione, se coman personajes… Lo que sí quiero ver es una película, con principio, nudo y desenlace. Con una trama bien planteada que sirva para la gente que ya es fan y para crear nuevos seguidores.
Esta película está hecha a trozos. No tiene una continuidad. Se dejan todo en el aire. No me imagino cómo se ha debido quedar alguien que no se haya leído los libros. Aunque por las críticas de El País, por ejemplo, tiene que ser algo así. Porque es un sinsentido. Los personajes van de un sitio para otro buscando una puñetera copa, de la que sólo dicen que crea Cazadores. Por si no os habéis dado cuenta, la saga se llama Los instrumentos mortales, la copa es un instrumento mortal que si lo juntas con los otros dos: la espada y el espejo, hacen algo fantástico, misterioso y muy poderoso.

No suelo estar en contra de directores nuevos, guionistas nuevos… pero vaya plantel. Dirigida no me parece que esté tan mal, pero el guión ¡Ay, amiga! Jessica Postigo, que estoy viendo que se está encargando del guión de la secuela, hace un destrozo. Lo tiene todo en los libros, ¿te los has leído, bonita? Insisto que no es por adaptación, es para que la historia tenga un puñetero sentido y no parezca un chiste adolescente.
El ingenio de esta señorita llega a la cumbre cuando decide cargarse, de golpe y porrazo, toda la intriga y le hace soltar a Hodge “diles que son hermanos”. Gente que no se ha leído el libro, la duda de que son hermanos o no, nos acompaña hasta el tercero. Es una intriga, lo convierte en una historia de amor distinta, te implica con ellos y sufres con ellos… Pues no, ¿para qué? Ya estaban haciendo una bazofia, que se la carguen entera.

No entiendo, tampoco, el misticismo y la tensión que le dan a la runa que dibuja Clary y que luego no nos explican qué hace. Y desde el segundo fotograma el espectador ya sabe que su madre y Luke están en el ajo. Una vez más le quita la intriga al asunto. Una trama en la que, durante su proceso natural, Clary se entera de que tiene poderes, luego que secuestran a su madre, no lo entiende porque cree que su madre es normal, y luego ya la explican que no, que estuvo con el malo malísimo de Valentine. En serio… ese misterio que luego se va descubriendo, ¿por qué se lo han cargado?
En su lugar, Clary está en tensión todo el rato y ve esa dichosa runa en todas partes (que luego no explican qué hace, ni qué es, insisto). Y eso, creerá Jessica Postigo, que es misterio. Claro que sí.

Me parece poco natural, como toda la película, la forma en la que la introducen en el mundillo de los Cazadores.No le explican qué es la Clave. No le explican quiénes son, qué hacen y por qué están ahí los Hermanos silenciosos. No le explican quién es Hodge y por qué no puede salir. No le explican por qué en el instituto hay tan poca gente. No le explican las “leyes” con los subterráneos. Simplemente la llevan de un sitio a otro y ella dice “ajam”.
Porque Clary, su personaje, ya que la han mantenido al margen, siempre está preguntando. Aquí no. No pregunta dónde están los padres de Alec e Izzy. No pregunta para qué sirve una estela(oh, un momento, ni siquiera la nombran, sólo parece una varita-linterna mágica). No pregunta si el Instituto tiene jornada de puertas abiertas (en los libros sólo pueden entrar los Cazadores de Sombras). No pregunta cómo funciona el glamour, algo que tampoco explican ni mencionan, simplemente los vuelve invisibles, y os puedo asegurar que eso no pasa en el libro. No son invisibles.

Pero, con el personaje que más la han fastidiado, ha sido con Jace. El Jace del libro es un “soy mi propio monstruo”, porque está traumatizado por cómo le ha criado su padre, Valentine,hasta que se demuestra lo contrario, está traumatizado porque quiere tener el control siempre, y luchar y salvar a todos. Está traumatizado porque envidia la familia de Isabelle y Alec. Está traumatizado porque no se permite amar. Sí, parece un petardo, a veces lo es. Pero lo contrarresta con sus comentarios ingeniosos e irónicos y su sentido del humor. ¡Jace llama a Clary: Clarissa!

Puestos en situación, Jamie Campbell Bower no es Jace. Es andrógino, con todos mis respetos. No es que el chico no lo intente, que sí. A veces consigue ser duro. Pero en sus diálogos, su forma de actuar… no es el mismo Jace. Jace no se quiere enamorar de Clary, se tortura por ellos. Jace no se enamora de Clary a los cinco minutos, la evita y la “trata mal”. Jace no lleva al invernadero a Clary en la primera noche… Tenía que haber sido Alex Pettyfer, él sí es Jace.

Mención especial se merece la escena del invernadero, que parece sacada de High School Musical, con Demi Lovato sonando por detrás. Vomitivo y cursi. Es irónico que sea la escena más fiel al libro en cuanto a diálogos. Es irónico y vergonzoso.

Me paro a pensar en cómo lo ve la gente ajena a esta saga y no me extraña las críticas porque los personajes son planos y la historia de amor es cursi y muy gratuita. No hay ninguna escena épica.
Los personajes entran y salen sin ninguna razón. Como Magnus, de los más queridos por los fans. “Oh, vamos a ver a Magnus” (Magnus es un brujo), Magnus los ve y en vez de extrañarse coge a Clary y le cuenta por qué su madre actuaba como actuaba. Tal cual. Y luego se van. Adiós Magnus. Hasta que vuelve a aparecer en el Instituto, para salvar a Alec. En serio, ¿así es como vais a crear una relación?

Los únicos de los jóvenes que se mediosalvan son Simon e Isabelle. Aunque su peso en la trama es igual de sustituible, como la trama en sí.
Y de los mayores… Jared Harris, me esperaba más presencia, más diálogos. El único que me ha gustado ha sido Jonathan Rhys Meyers, que hace un buen Valentine. Desquiciado, loco… Correcto.

Además de tener un hilo argumental de risa (porque van dando tumbos y sólo se pasean, porque su investigación en torno a la Copa es insustancial, como: “¡Oh, puedes hacer tangible tus dibujos, es lo más normal del mundo, vayámonos!”), la historia no te implica y llegas a un desenlace donde los “combates” son, del todo, fortuitos.
Primero la manada de Luke, que no se transforma y desparecen y mueren con la misma velocidad. Luego el combate deIsabelle en la cúpula con Simon y el lanzallamas… No está sirviendo de nada. El combate que podría haber sido guay entre Luke y Pangborn lo solucionan que es de coña. El combate de Hodge y Blackwell es otro que igual calza, que para ser Hodge uno de los mejores Cazadores sólo recibe tortas. El único combate que se salva es la lucha entre Valentine y Jace, que está bien coreografiada. Ahí se les fue todo el presupuesto.

Lo peor son todas las cosas que se dejan sin explicar. Que siendo una película tardarían veinte segundos en hacerlo y darían más profundidad a la trama. O profundidad a secas. ¿Por qué quieren los vampiros la Copa?
La escena del hotel con los vampiros, una escena bastante chula en el libro, la han destrozado. Ellos son tres. Los vampiros corren a su alrededor. Le han añadido una música maquinera que, con el decorado, parecía más sacada del Devil May Cray. ¿Y por qué no aparece Raphael, el líder de los vampiros? Que luego es importante porque a Simon, como ve Clary y luego se olvida, le han ¡mordido!

Entiendo que se hayan querido ahorrar un decorado. Lo que no entiendo es que estén todo el rato en el mismo sitio, en el Instituto. No entiendo el portal. No entiendo cómo se puede librar así de Valentine, Clary. No entiendo por qué luego nieva si la cúpula está cerrada.
En serio, no vayáis a verla. Los que no se hayan leído los libros, leéroslos. Pero sólo los tres primeros. Los que se hayan leído los libros, no paguéis por verla. Además que todo tiene ese aire como gótico adolescente para quinceañeras retrasadas. Porque el resto de los humanos no entendemos porqué van así. ¡Qué decepción! ¡Qué malgasto de recursos! ¡Que malgasto de talento de los secundarios! ¡Qué malgasto de trilogía!

¡Juzga por ti mismo!