Revista Comunicación

Crítica de " '71 ", dirigida por Yann Demange

Publicado el 24 enero 2015 por Coverset @Cover_Set
ARTÍCULO POR MARIO AMBITE 
PÁNICO EN IRLANDA DEL NORTE
Título: ’71. Director: Yann Demange. Reparto: Jack O’Connell, Paul Anderson, Richard Dormer, Sam Reid, Sean Harris. Guion: Gregory Burke. PDistribuidora: Vértigo Films. Estreno en España: 23/01/2015. Puntuación: 4/5.
Sinopsis: Un joven soldado británico es abandonado accidentalmente por su unidad durante unos disturbios en las calles de Belfast en 1971. Incapaz de distinguir entre amigos y enemigos, y cada vez más desconfiado de sus propios compañeros, el inexperto recluta deberá intentar sobrevivir toda la noche solo y encontrar su camino de vuelta a través de un paisaje desconcertante, extraño y mortal.

Este director novel nos propone así un “thriller” cargado de libras y libras de tensión, quizás al estilo ”Última llamada”, con una gran interpretación de Jack O’Connell -al que algunos podremos recordar de las últimas temporadas de la serie “Skins”- pero que tampoco desmerece a la del resto del reparto, una fotografía bonita y cuidada que nos ayuda a sumergirnos en el contexto con detalles como los tonos pastel tan de la época, y una banda sonora nada destacable pero que acompaña muy bien sobre todo en los momentos de tensión en los que realmente tememos por el destino o la vida del protagonista. 
El guion de "'71" arranca testimoniando como algunos meses antes del conocido Domingo Sangriento, la unidad del ejército en la que se encuentra el inexperto soldado Gary Hook (Jack O’Connell) es enviada a Belfast para brindar apoyo de las fuerzas policiales en un intento de calmar la situación. En el transcurso de unos disturbios que se complican, y en los que ya se puede apreciar la seriedad de la situación, Gary se verá separado de su grupo, y obligado por tanto a encontrar la forma de volver a su cuartel. 
En las 24 horas en las que transcurre la acción, Gary se verá con su vida en juego y obligado a moverse por una ciudad que no conoce, sin saber de quién fiarse ni poder distinguir ni estar seguro de las intenciones de los que dicen querer brindarle ayuda. Se ha puesto mucho cuidado en no dar la imagen o poner la etiqueta de muy buenos a unos y muy malos a otros, como suele ser en la realidad en estos casos, y rara vez se ve representado en el cine.
El mayor problema de la película de Yann Demange, es sin duda su complejidad. Especialmente al final, no queda muy claro quién ha hecho qué y por qué razón o con qué intenciones, y hasta el espectador más atento puede acabar tan perdido como el protagonista. Quizás se eche de menos también algo más de trasfondo social o histórico, que deja entrever al empezar, pero que va perdiendo para acabar quedándose simplemente en una película de acción, cuando podría haber sido mucho más.

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