Revista Cine

Crítica de cine: La Maldición de Roockford (The Awakening)

Publicado el 27 abril 2012 por Lapalomitamecanica
Una película del "más acá" que del allá

Crítica de cine: La Maldición de Roockford (The Awakening)
Nota: 4'5
Lo Mejor: Rebecca Hall. Lo Peor: El triunfo de un melodrama sosete sobre la provocación de un miedo que se presumía trascendental para el funcionamiento de la cinta.
Corren tiempos extraños para el género del terror. Parece que hay una intención de resucitar el clasicismo de muchas de las viejas glorias que significaron importantes influencias para la historia cinematográfica. Gran parte de esta tendencia se debe al regreso de la Hammer, que ha retornado con mayor o menor éxito, pero con el mérito de mostrarse fiel a esas raíces de los viejos fantasmas cuyos relatos llevan atormentando a la psicología humana desde el inicio de la concepción de la muerte. Esos espíritus de mansiones tenebrosas que el cine se ha empeñado en retratar una y otra vez y que creíamos ya enterrados, han vuelto a su esencia máxima en la reciente La Mujer de Negro
Ahora es La Maldición de Rookford la que se apunta a esos cánones tipificados que tan bien parecen funcionar en el público, bebiendo de la sangre de films como El Espinazo del Diablo o las patrias El Orfanato y Los Otros, giro final incluído. Claro que esto, es sólo la teoría y lo que el tráiler representa, porque en la práctica, la cinta del novato en el largometraje Nick Murphy, cuyo siguiente estreno será la policíaca Blood, con Paul Bettany y Mark Strong, se impone más bien como un melodrama que descama los temores más mundanos de sus protagonistas. Es precisamente en esta dominación donde se encuentra la tara de una película que no ha sabido encontrar un equilibrio de géneros y eso, hoy día, es imperdonable y más cuando desperdicias el talento de una actriz de vocación.
Crítica de cine: La Maldición de Roockford (The Awakening)
La Maldición de Rookford se ambienta en la Inglaterra de los años 20. Florence Cathcart (Rebecca Hall) es una escritora de éxito que se dedica a desmontar las presuntas apariciones de fantasmas. Robert Mallory (Dominic West) se presenta en su hogar y solicita que le acompañe al internado donde él trabaja para investigar el suicidio de un menor relacionado con una serie de fenómenos paranormales producidos por, según los infantes, el espíritu de un antiguo estudiante que creen ver. Ya en la escuela, coincidiendo con el período vacacional de los alumnos, y quedando en el lugar tan sólo Mallory, una asistenta fanática de la obra literaria de la protagonista (Imelda Staunton) y un niño cuyos padres no han recogido (Isaac Hempstead Wright), comenzarán a sucederse hechos que harán que la protagonista se replantee su escepticismo.
Es una lástima, casi un pecado, desaprovechar el fabuloso trabajo interpretativo de Rebecca Hall, a quien hemos podido disfrutar en más de una ocasión en films como Town. Ciudad de Ladrones o El Prestigio y a la cual tendremos el próximo año en un thriller aún sin título de la mano de John Crowley con Eric Bana y Ciarán Hinds. Son únicamente dos razones las que elevan el puntaje de The Awakening y esta actriz es una de ellas. Desde el comienzo gozamos a un personaje que soporta casi todo el peso de una trama que dificílmente puede sostenerse en más pilares y si por algún motivo hay que recomendar este invento a medio pelo entre el terror y la tragedia, es sin duda, por esta mujer. Ella vuelve creíble la transformación de un carácter que evoluciona desde el escepticismo extremo, hasta la incertidumbre de hallarse en la tesitura entre la superstición y la coherencia. 
Crítica de cine: La Maldición de Roockford (The Awakening)
Sus acompañantes en la escena, el protagonista de la fantástica The WireDominic West, como la ya  grandísima veterana Imelda Staunton (El Secreto de Vera Drake) y el pipiolo Bran Stark de Juego de TronosIsaac Hemstead Wright, son una ornamentación, en cuanto a la esencia que representan sus papeles en el relato, que danza en derredor a la protagonista durante su proceso de transformación, pero no implican un mayor punto de diferenciación comparativa a la labor de Hall, que se sostiene por sí sola.
El otro gran pilar de la película se establece en su factura técnica, constituyendo una ambientación que logra una inmersión del espectador en el remilgado contexto británico de la época y en unos parajes que atemorizarían a Jack el Destripador.
Crítica de cine: La Maldición de Roockford (The Awakening)
A partir de lo comentado, nada se encuentra en el más allá, porque el debut de Nick Murphy se precipita  de la manera más estrepitosa por un abismo espacial -por ahí por donde anda el balón de penalti de Sergio Ramos- a mitad de metraje y eso que la idea inicial, con el asunto del espiritismo de la primera escena, no era mala; sin embargo, el director finalmente se va por las ramas y se pierde en una espiral de tragedia que se supedita al terror, aspecto que si La Mujer de Negro supo aprovechar a pesar de sus carencias, en La Maldición de Rookford no se explota para nada y esa ausencia marca de manera sustancial el film. A este descalabro se añade el giro argumental que luce como si la sorpresa en el espectador fuera a ser  mayúscula, pero es que el tufo a la ya soasada fórmula de El Sexto Sentido se percibe a kilómetros, a big surprise of shit.
Que los tráilers no os engañen, si lo que queréis ver es una película terrorífica, podéis ir deshechando The Awakening de la lista y así os ahorráis unos eurines en algo más productivo. Que sé yo, una batamanta o una cartera tan indestructible como Chuck Norris -sacrilegio- de la teletienda.

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