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Crítica de Cine | La Vida de Pi, de Ang Lee (2012) «Todo un manjar para la vista»

Publicado el 15 enero 2013 por Mientraslees

Crítica de Cine | La Vida de Pi, de Ang Lee (2012) «Todo un manjar para la vista»
La vida de Pi es una de esas películas que, de tanto bombo que le dan en la televisión, a uno se te quitan las ganas de verla. Si no hubiese sido por las buenas críticas que llevaba detrás (y no solo una gran campaña de promoción), no creo que me hubiese animado a ir al cine. Al final me entró el gusanillo y decidí darle una oportunidad a la película que más partido ha sabido sacar a los efectos visuales que yo haya visto hasta el momento.

PortadaTítulo Original: Life of Pi
Año: 2012
Duración: 127 min.
País: USA
Distribuidora: Hispano FoxFilms
Director: Ang Lee
Guión: David Magee (basada en la novela de Yann Martel)
Interpretes: Suraj Sharma, Irrfan Khal, Rafe Spall, Adil Hussain, Tabu, Shravanthi Sainath, Ayush Tandon, Gérard Depardieu
Sinopsis: En “La vida de Pi” conoceremos a Pi Patel, un muchacho cuyo padre es el dueño del zoológico de la ciudad de la India en la que viven. Su familia decide marcharse a Canadá, pero una tormenta hace naufragar el barco en el que viajan. Pi consigue salvarse gracias a una barcaza en la que también hay otro “pasajero”, un tigre de Bengala al que el joven intentará domar para poder sobrevivir.


La vida de Pi cuenta la historia, en forma de meta-relato, de Pi Patel (Suraj Sharma), un muchacho que desde que era pequeño ha sentido especial atracción por las religiones. La película empieza con la visita de un escritor (Rafe Spall) a la casa de Pi, con el objetivo de que éste le cuente la increíble aventura que sufrió durante un naufragio siendo un adolescente. Con saltos hacia atrás en el tiempo, el Pi adulto (Irrfan Khal) va narrando su vida, contando divertidas anécdotas, como la del origen de su nombre, su creciente interés por el cristianismo o la experiencia de su primer amor; pero también otras menos agradables. La familia de Pi se ve obligada a dejar el país y, con ello, a vender todos los animales del zoológico de su padre (Adil Hussain). Para llegar hasta Canadá, deben cruzar el océano, pero una tormenta hace que el barco naufrague, dejando a Pi en una barca con la única compañía de una cebra, una hiena, una mona y un tigre de Bengala. Las circunstancias hacen que Pi se quede solo con el tigre en el medio del mar, y tendrá que arreglárselas como pueda amaestrándolo para no ser devorado por él.
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No quiero mentir diciendo que La vida de Pi me ha parecido muy buena y muy recomendable. Considero que la película saca mucho partido a los efectos visuales, y que la mejor manera para disfrutarlos es yendo a una sala adecuada. Esto supone rascarse un poco el bolsillo y verla en 3D en vez de hacerlo en el formato habitual, pero merece la pena. Su mayor potencial reside en los maravillosos planos que Ang Lee y su equipo nos regalan, sobre todo en aquellos que ocurren durante la travesía de Pi. Uno puede matarse la cabeza buscando metáforas sobre si esto significa tal cosa y eso tal otra. Como ejercicio personal, me parece muy bien, pero realmente lo que hay que hacer es no buscarle las tres patas al gato y disfrutar simplemente de lo que se nos muestra. Hay planos muy bonitos, dignos de ser enmarcados (aquellos en los que el cielo y el mar confluyen son preciosos), y secuencias tan llenas de color que uno se pregunta si no le han metido algo en la bebida para ver semejante despliegue de animación. También se aprecia que los efectos especiales están muy logrados. El tigre parece de verdad, hasta cuando sabes que a veces tiene que estar hecho por ordenador, y tanto el naufragio como las tormentas que sufre Pi en el mar simulan muy bien la angustia del momento, gracias a que el agua no parece digitalizada. Sin duda, el espectáculo visual que ofrece ha sido lo que más me ha gustado de la película.
Cualquiera puede disfrutar de la historia, independientemente de si uno es o no creyente (la película le da bastantes vueltas al asunto), pero no me ha gustado que fuese tan ambigua. Al final de la película queda una pregunta flotando en el aire que no deja muy claro qué ha pasado en realidad. Reconozco que no he leído el libro y no sé si esto también es así en la novela, pero me ha dado la sensación de que el director no ha querido mojarse con el tema para tener a todos contentos. Pues… no. Como se suele decir por ahí, las cosas claras y el chocolate espeso. Quitando ese detalle, me he encontrado con una película muy bien construida. Resulta extraño que la primera mitad del filme, la que relata la vida de Pi cuando es un niño hasta el momento del naufragio, se me haya hecho más lenta que la segunda, cuando Pi está en el océano con el tigre. Con “lenta” no me refiero a aburrida: es imposible aburrirse con una película en la que están pasando cosas continuamente. Tampoco puedo dejar sin comentar que la visión que se da de India al principio de la película es muy diferente a la que podemos ver, por ejemplo, en las noticias. No hay que ser prejuiciosos ni pensar que la India es un país tremendamente pobre. Sin embargo, en la película se ve un país totalmente distinto a como es en realidad.
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Poco me queda por decir. Las actuaciones las he visto correctas, tampoco estelares. Por cierto, no sé por qué han puesto a Gérard Depardieu como uno de los actores principales si este sale poco más de dos minutos en toda la película. En fin… Me remito a lo dicho en el principio de la crítica: una buena campaña de promoción es importante si quieres que la gente vaya a ver tu película. En este caso ha merecido la pena, y aunque haya gente que la siga tachando de superficial y anodina en cuanto a diálogos, no cabe duda de que se trata de una historia de aventuras bastante particular, que sabe salir adelante con pocos personajes sacándole partido a los efectos especiales y visuales. Todo un manjar para la vista.

Lo mejor: El espectáculo visual y la odisea de Pi en el océano.
Lo peor: No ahonda demasiado en la cuestión creer o no creer.
Puntuación: 7,5/10


Crítica de Cine | La Vida de Pi, de Ang Lee (2012) «Todo un manjar para la vista»ESCRITO POR HERMY
Hermy es amante de las imágenes en movimiento y el tacto de los libros recién comprados. Vive en un pueblecito en el país del color verde y las lluvias regulares, por lo que desde pequeña siempre ha encontrado en las películas y los libros la manera perfecta con la que matar el tiempo. Es administradora del blog El Imaginario de Ideas y en su tiempo libre estudia Comunicación Audiovisual.


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