Crítica de cine: 'Los Huéspedes' (The Innkeepers)

Ti West, un valor seguro en el terror de serie B

Nota: 6

Lo mejor: un estilo muy definido.Lo peor: un desenlace algo decepcionante.
El negocio que ha supuesto (y supone) explotar una fórmula que funciona a ojos del gran público ha hecho mucho daño a ciertos géneros cinematográficos, quizá más fáciles de encasillar o de estructura más rígida, como es el terror. Repetir hasta la saciedad lo que se ha demostrado que resulta rentable en taquilla a menudo genera consecuencias como la pérdida de interés, por no hablar del descrédito automático que reciben estos filmes ante los primeros síntomas de agotamiento del público. Por ello, no es difícil confundir a primera vista Los Huéspedes (The Innkeepers) con una más dentro del amplio repertorio de cintas insulsas y reiterativas que abordan estos temas: casas encantadas en las que los sustos baratos y predecibles son la principal atracción de la feria. Todo lo contrario, amigos, ya que es Ti West el que ejerce como maestro de ceremonias de esta barraca.Hablar de Ti West por primera vez con motivo de The Innkeepers no es hacerle especial justicia, pues, sin menospreciar ésta, el realizador y guionista tiene otros títulos de más calidad, como The House of the Devil y especialmente The Sacrament. Quizás poco conocido en este país, en EEUU el prolífico director se ha hecho todo un nombre, que a menudo se asocia con una nueva hornada de cineastas que están explorando innovadoras vías para enfocar el género de terror, y que completa gente como Adam Wingard, responsable de You're Next; o David Bruckner, de The Signal. Coquetear con la técnica del found footage (metraje encontrado) es una tendencia que ya ha demostrado el propio Ti West que funciona a las mil maravillas, ya sea en solitario en The Sacrament o  aunando fuerzas con los directores anteriormente mentados en V/H/S (2012). Tal es su inquietud, que su amistad con algunos de sus iguales en ocasiones le lleva a ponerse delante de las cámaras, protagonizando algún cameo como actor, como en You're Next o Autoerotic (2011). 

Los Huéspedes (2011) es la primera película completa del director que se estrena en España. Con un debut tardío y bastante limitado, pues la cinta ya llevaba dando vueltas por Internet durante años. Aunque no puede afirmarse que con esta cinta West aporte demasiado al subgénero de las casas encantadas -dudo que lo pretenda- las virtudes de esta producción son innegables en el planteamiento de la historia que protagonizan Claire (Sarah Paxton) y Luke (Pat Healy), los únicos empleados que trabajan en un hotel a punto de cerrar. Aprovechando la fama de casa encantada que circula por el pueblo y obsesionados con los sucesos paranormales, los protagonistas dedican los últimos días del negocio a indagar en los fenómenos extraños que se están produciendo bajo ese techo. 
Ti West cuenta, de entrada, con un impedimento y es el referente al género que ha elegido. Se mueve por un terreno resbaladizo al enfrentarse al reto de abordar las convenciones de un tipo de cine muy concreto e insuflarle algo de originalidad a una tradición ya tan trillada. Y la conclusión es que se desplaza por estos dominios con bastante naturalidad, haciéndolo suyo e infligiéndole una estampa bastante particular. Su estilo básicamente incide en la creación de atmósferas, aspecto en el que resulta especialmente remarcable. El realizador a menudo opta por prolongar el tiempo de espera hasta la llegada de los sobresaltos para terminar ofreciendo al espectador lo que llevaba esperando (y temiendo) desde el principio. Y con todo, logra hacer ese viaje bastante disfrutable. La habilidad del director reside en que consigue hacerte creer que puede pasar cualquier cosa en cualquier momento, por medio de planos fijos y secuencias que no por lentas sugieren inactividad. Por tanto, mucho antes de llegar al clímax, el espectador ya se encuentra en tal estado de alarma y angustia que casi es un alivio que lleguen los fuegos artificiales.
Otra de las virtudes del cine de Ti West es que a menudo rompe la regla de personajes planos y poco desarrollados que pueblan las cintas de terror, ofreciendo protagonistas que van más allá de los meros arquetipos del género. A diferencia de The House of the Devil, donde uno de los principales pilares era la estética que recreaba los años 80, The Innkeepers no depende tanto del prisma decorativo y se define como un poco más atemporal, aunque no deja de aferrarse a lo contemporáneo en lo que respecta por ejemplo a Internet y a la inquietud de los protagonistas con las webs de fenómenos paranormales. Simultáneamente, es la puesta en escena del hotel la que alude al clasicismo de las cintas de casas encantadas, obviando las bases de las que parte su director, quien en ningún momento opta por esconder ni disimular sus fuentes hasta fabricar un producto personal por honesto y claro en sus intenciones.