Revista Cine

Crítica de cine: 'Monstruos University'

Publicado el 05 julio 2013 por Lapalomitamecanica
Monstruos que es mejor dejar en el armario
Crítica de cine: 'Monstruos University'
Nota: 5
Lo mejor: el exquisito cuidado técnico que Pixar continúa manteniendo y el encanto de algunos personajes nuevos.
Lo peor: la escasa creatividad de la historia y la orientación casi total al público infantil.
Con 82 millones de dólares recaudados durante su primer fin de semana en las carteleras USA, Monstruos University se ha convertido en el segundo mejor estreno de la historia de Pixar, manteniéndose además en la primera posición en el ránking de taquilla y acumulando a día de hoy más de 300 millones de dólares en todo el mundo. Sin duda, unas cifras envidiables que disipan cualquier duda acerca del grado de rentabilidad que es capaz de obtener una secuela/precuela de cualquier historia de la fábrica de sueños. Sin embargo, cabe preguntarse si el resultado objetivo, que atiende a valores económicos, es suficiente para considerar a esta segunda aventura de Mike y Sulley como un éxito. Sí, en ganancias, no, por el contrario, en calidad, plano en el que la cinta olvida la dualidad característica de las producciones de la compañía, atenta a pequeños y grandes, y cae en la laguna de la sencillez y la facilidad argumentales impropias de las películas del estudio, con algunos recursos técnicos y cierta confección en determinados personajes que funcionan de salvavidas para mantener a flote una obra que por los pelos no acaba ahogada en el fondo, donde yacen sus compañeras Cars y respectiva continuación.
No es casualidad que el tono infantiloide y la simplicidad de Monstruos University coincida en parte con el de la mentada animación sobre el mundo del motor, pues ambas producciones comparten realizador. Dan Scanlon es como aquel empleado de reserva de la oficina escaso de talento nato, pero esforzado y con ganas de currar, al que se le encargan los trabajos de menor relevancia, aquéllos para los que no tienen tiempo las mentes más brillantes de la empresa como Lee Unkricht y John Lasseter (Toy Story 3) o Pete Docter, responsable este último de la infinitamente mejor Monstruos S.A., de la grandiosa Up o del libreto de la estupenda Wall·E. Pixar era consciente sobradamente y desde un principio de que suplir el hueco de estos artesanos de la imaginación era tarea imposible, al igual que conoce perfectamente la misión de la secuela del filme, que no es otra que inundar las arcas del estudio valiéndose de la ilusión de los críos por volver a disfrutar de la carismática pareja protagonista y a costa de la cartera de los padres, y para eso no es necesario genio alguno cuando todo el trabajo estaba ya hecho por Docter en la primera.
Crítica de cine: 'Monstruos University'
Aún así, la película no es tan mala y a favor de Scanlon hay que destacar cierto progreso como director en lo que podría haber sido fácilmente un retroceso y, en consecuencia, un rotundo fracaso que hubiera significado la crucifixión no sólo del cineasta, sino también de una Pixar que ya decepcionó bastante con su anterior largometraje, Brave (crítica aquí), y cuya legendaria hegemonía peligra gracias a los grandes esfuerzos de la competencia por arrebartarle el trono. Insignias como Universal Pictures (Gru), Dreamworks (Cómo Entrenar a tu Dragón) Laika Animation Studios (Los Mundos de Coraline) o, incluso, su propia socia, Disney (¡Rompe Ralph!) deben ser los peores temores de un imperio que comienza a tambalearse.
Por tanto y por fortuna para Scanlon, no será Monstruos University el naipe que derrumbe el castillo. La precuela, a pesar de adolecer de una trama ultramanida en millones de ocasiones en el cine, no llega a ser un completo desastre gracias, por un lado, al carisma del dúo protagónico, Mike y Sulley, con quienes nos transportamos al pasado para ser testigos de sus años universitarios y del inicio de la relación que tan estrechamente los unirá en la posteridad. Allí, asistiremos a un relato de espíritu de lucha, superación y amistad a través de un contexto plagado de tópicos propios de cualquier facultad norteamericana, como la división de hermandades y su habitual enemistad entre ellas o la relevancia conferida a la popularidad y el apellido como cualidades indispensables para ser aceptado. Nuestra pareja de monstruos se verá obligada a participar en los "Sustijuegos", una competición deportiva anual, para asegurar su permanencia en la licenciatura, sin otra alternativa que formar equipo con la hermandad más pringada y marginal de todas, Oozma Kappa, compuesta por "adorables" seres que no transmiten miedo, precisamente, sino todo lo contrario.
Crítica de cine: 'Monstruos University'
Así, nos hallamos ante un argumento que se desarrolla sin demasiadas sorpresas, que no asombra ni rebosa ingenio y que delata a una Pixar perezosa que sólo se ha provisto de mimo en el aspecto técnico y en la invención de algunos roles secundarios con cierto encanto, como el simpático arco peludo Art, cuya intervención, muy a pesar del público menor y adulto, queda relegada a una aparición casi anecdótica, extrañándose una profundización mayor en un personaje que podría haber proporcionado tanto juego al colorido festival.
No sólo la originalidad escasea en esta regulera precuela, sino que además vuelve a quebrarse la particular y agradecida dualidad que confiere el estudio a sus producciones, factor clave base de ese reconocimiento histórico que le ha llevado a ocupar un puesto de honor entre espectadores de todas las edades. Un vez más, Pixar comete el mismo error en el que derrapó Cars y centra el foco de su famoso flexo en la audiencia más pequeña, ignorando casi por completo a los sacrificados tutores maduros que los acompañan, quienes descubrirán en la cinta una infrecuente pobreza de referencias sarcásticas al mundo adulto -a excepción de la burla hacia los filmes de terror, la horrible etapa adolescente y poco más- y de creatividad, encontrándose ante una película infantil más con la que únicamente pueden entretenerse y disfrutar los niños, y no todos, doy fe.
Crítica de cine: 'Monstruos University'
Claro que Monstruos University no es la peor película de Pixar, para eso ya está Cars, pero dista bastante de la calidad demostrada en otras producciones del estudio que al contrario que ésta y a pesar del paso de los años, sí permanecen frescas en la memoria de mayores e infantes, no sólo por ofrecer a ambos sectores un óptimo entretenimiento y placer visual, sino por contener una creatividad e imaginación únicas de incalculable valor que ha hecho de la fábrica de sueños la máxima referencia de la animación a nivel mundial. Que Brave y esta última no hayan sabido conectar con la audiencia y que, incluso, hayan decepcionado a parte de ella, no significa que la compañía haya entrado en fase REM. ¿La razón para continuar creyendo en la magia? "Por motivos artísticos... es muy importante de verdad que hagamos una película original al año (...) Cada cierto tiempo, damos con una película que nosotros o la gente quiere ver continuar en el mismo universo, que es la razón detrás de las secuelas. Quieren a esos personajes, lo que significa que hemos triunfado. Pero si seguimos haciendo eso, entonces nos quedaremos sin películas originales". Ed Catmull, presidente de Pixar, en una entrevista reciente para BuzzFeed.

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