Revista Cine

Crítica de cine: No Controles

Publicado el 15 enero 2011 por Lapalomitamecanica
Juancarlitros, el incontrolable  
Crítica de cine: No Controles
Nota: 6,5
  Sumario 

Lo mejor: la escena del ladrillo. Lo peor: que depende casi exclusivamente de un personaje secundario al que odias o amas.La suma: La Terminal + La Cena de los Idiotas = No ControlesFicha: IMDB.
Presupuesto/taquilla: 1 millon de euros aprox /
233.000€ y 13º puesto en su estreno. Muy mal. Esperemos que el boca-oreja haga algo al respecto.
El director: Borja Cobeaga desde el comienzo de su carrera en Vaya Semanita ha hecho gala de un humor muy crítico y ácido pero a la vez muy cercano y cómplice. Su corto Éramos Pocos es el mejor ejemplo de ello y aún día de hoy lo mejor de su filmografía, a la que tras Pagafantas y No Controles se le sumará otro largo de cachondo títuloFe de Etarras..
El plan: contar una historia divertida y amable sin recurrir a la típica gamberrada patria. La curiosidad: los colegas de Juancarlitros en la Puerta del Sol no son otros que Borja y Joseba de Que Vida Más Triste, y el "Ramon García" que da las campanadas es Ernesto Sevilla, compañero Coconut de Julián López. La duda: ¿Por qué una comedia española joven con buenos actores no es número 1 de taquilla y Mentiras y Gordas si?

Puede que aún sea algo exagerado afirmar que con dos películas Borja Cobeaga está revolucionando la comedia española, pero desde luego tanto Pagafantas como No Controles suponen los mejores ejemplos de que nuestras comedias pueden mirar más allá de los chistes de tetas sin contar con altos presupuestos ni perderse en un intento de copiar el formato estadounidense.
Y eso se logra cuando el responsable es capaz de impregnar a sus criaturas de estilo propio, una cualidad que parece casi vetada a los directores de comedia. En el caso de Cobeaga lo podemos observar en la naturalidad de sus diálogos más allá de lo delirante de la situación que nos esté contando. El realizador es capaz de crear un contexto y unos personajes que le resultan conocidos al espectador y le hacen sentirse rapidamente cómodo, perdonando con más facilidad los chistes sin gracia.
Crítica de cine: No Controles
Pero si en Pagafantas el peso de los secundarios estaba bastante descompensado hasta el punto de ser anécdotas en la aventura del protagonista, No Controles es una comedia coral en toda regla, y como suele ser inevitable en estos casos, también tiene su particular rey de la función encarnado en Juancarlitros, un inmenso Julián López. Un robaescenas de manual que sigue la "mejor" línea del friki televisivo pesado con aficiones no tan típicas. Está convencido de que va a triunfar en el mundo de la comedia y su vida es un constante entrenamiento que le lleva a convertirse en una ametralladora de chistes. Un personaje sin el que para bien o para mal, No Controles sería una película muy diferente.
El mayor perjudicado por esa omnipresencia sin duda es Unax Ugalde, que aunque no deja de estar correcto, su Sergius es lo más soso que te puedas echar a la cara. Aunque en eso consiste el contraste con Juancarlitros, ¿No?. Del que deberíamos estar oyendo hablar más es de Secun de la Rosa y su racista divorciado de buenas intenciones, uno de esos personajes cotidianos del que os hablaba antes, autor de los mejores puntazos del film junto a Alfredo Silva. Por su parte Alexandra Jimenez y Mariam Hernández hacen lo que pueden en los roles de las chicas, que suelen ser los mas maltratados en este tipo de cintas, y Miguel Ángel Muñoz se queda sin explotar todo el potencial de un personaje bastante bien construido que termina sirviendo de vértice tonto del triángulo amoroso de rigor.
Crítica de cine: No Controles
Otro de los aciertos de No Controles es equilibrar ciertas dosis de sentimentalismo sin que resulte forzado o ñoño como sucede en mil y un cintas del género. Hablamos, cómo no, de la segunda parte del calificativo "comedia-romántica": las escenas de pasteleo. Aquí se dan con bastante naturalidad, a pesar de todo lo referente al título de la cinta y el significado de la canción para los protagonistas (que entenderéis al ver la película), que en el fondo no deja de ser la trama-excusa para dar respiro a los chistes, es decir, a Juancarlitros.
Todos los que disfrutasteis con el humor fresco de Pagafantas encontraréis aquí la evolución natural de un director en su segunda cinta, es decir, muchos de los fallos de estructura de la primera película solucionados, como los personajes que aparecen y desaparecen o los cambios de ritmo, pero también problemas nuevos, como el descontrol de un personaje potente o una cierta sensación de intrascendencia. Esta última culpa de un debut que ya es considerado por muchos una pequeña cinta de culto. De todas formas y a pesar de su falta de contundencia, No Contoles es la mejor comedia hecha en 2010 en nuestro país y la consolidación de uno de esos realizadores a tener en cuenta.

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