Revista Cine

Crítica de cine: Predators

Publicado el 26 agosto 2010 por Lapalomitamecanica
  
Esto sí que es un homenaje a los 80. 
Crítica de cine: Predators
NOTA: 7
Lo mejor: un reparto lleno de auténticos badass...y Adrien Brody.Lo peor: el perro verde encarnado por Lawrence Fishburne está a punto de echarlo todo abajo.Para quién: para nostálgicos de la primera entrega y detractores de AVP.La suma: Depredador + John Rambo - AVP2:Requiem = Predators.Ficha: Imdb.Presupuesto/taquilla: 40 millones de dólares/ 115 a día de hoy. Exitazo.El director: tras cascarse dos cintas de género a medio gas como Habitación sin salida y Blindado Nimród Antal ha logrado hacer la película que los fans de la saga esperábamos con ganas. No aporta nada al universo Predator pero supera la complicada misión de recuperar la senda que nunca debió perderse.
El plan: Resucitar la franquicia tras un crossover desastroso basándose en el entretenimiento puro y duro. Conseguido..La duda: ¿Por qué a Robert Rodríguez le salen mejor las cosas cuando sólo se encarga de un aspecto de la película?
Miedo me daba que Robert Rodríguez se encargara de relanzar la franquicia tras la merecida tumba que supusieron las dos entregas del Crossover con Alien. Con el reciente anuncio de que Ridley Scott planea dos precuelas de la saga que él inventó no hubiera costado nada proponerle al olvidado John Mctiernan la dirección de Predators. Finalmente Rodríguez escuchó a los fans y relegó la labor en el mercenario Nimród Antal, un tipo que ha sido capaz de tapar sus limitaciones dándole a los fans exactamente lo que esperaban: un inofensivo y efectivo homenaje a la original
Crítica de cine: Predators
No se puede hablar ni de secuela, precuela o remake. Predators es simplemente una aportación más que digna al universo Predator con un trama simple que apenas influye en la cronología de la saga. Un grupo formado por los soldados más peligrosos de la tierra son abducidos y trasladados al planeta natal de los Depredadores. Un coto de caza inmenso que los extraterrestres utilizan para divertirse a la vez que perfeccionan su armamento.
El primer acierto de la película son los diferentes personajes que forman ese grupo que emana y respira muerte y violencia. También se trata del primero de muchos guiños a la cinta protagonizada por Arnold Swarzenegger cuyo esquema es literalmente fusilado al igual que lo fue en la reivindicable Depredador 2, en la que se cambiaba la jungla de América Central por la gran ciudad.
Crítica de cine: Predators
Puede que los actores no sean todo lo conocidos que nos gustaría pero desde luego su camaradería forzada y sus enfrentamientos resultan mucho más entretenidos y creíbles que los de la chapucera y decepcionante Los Mercenarios. Por la función se pasea un yakuza silencioso, un checheno de 2 metros armado con una gatling (Oleg Taktarov, visto en 15 minutos), un sádico inquietante ( Walton Goggins, pirado profesional en Justified, CSI o Mentes Criminales) o la emergente Alice Braga. Se echan en falta minutos para el personaje de Danny Trejo y Topher Grace parece encajado con calzador pero las dudas al respecto de la elección de Adrien Brody como alter ego del Chuache quedan disipadas desde el primer instante.
Crítica de cine: Predators
Sorprendentemente el protagonista de El Pianista encaja como un guante como un mercenario solitario y despiadado sin que se note demasiado su falta de físico entre el chaleco antibalas y la metralleta de 50 kilos. Su particular carisma aporta mucho a un personaje que habría caído en el tópico instantáneo con un Sam Worthington cualquiera. La otra sorpresa es la decepción total que supone el rol del veterano Lawrence Fishburne. Un papel inicialmente pensado para Arnie que ahora entendemos por qué rechazo. Sin desvelar detalles de la trama diremos que se presenta de forma prometedora para terminar pareciendo una mala parodia del Coronel Kurtz de Apocalypse Now.
Como una de esas cintas míticas de los 80 que tanto se reivindican hoy en día Predators irrumpe en plena fiebre Avatar con sus virtudes y defectos para recordarnos que ese cine que añorábamos se basaba en la camaradería entre hijos de perra y un total enfoque en la acción y la tensión. Eso sí, también supone el agotamiento definitivo de la fórmula Depredador tal y como la conocemos. Por lo menos es un recuerdo mucho más digno con el que quedarnos. 

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