Revista Cine

Crítica de cine: Sexo en Nueva York 2

Publicado el 31 mayo 2010 por Lapalomitamecanica
De como Carrie se compra unos zapatos, literalmente. 
Crítica de cine: Sexo en Nueva York 2
Nota: 2
Lo mejor: Kim Cattrall eclipsando en protagonismo a Sarah Jessica Parker y Liza Minelli marcándose un "Single Ladies" a su edad...y sin pantalones.
Lo peor: todo lo demás.
Era lógico pensar que Sexo en Nueva York 2 se iba a llevar la palma en cuanto recaudación gracias a los fans de la serie (véase mujeres y la comunidad gay, además de sus respectivos acompañantes que tendrán que ir por obligación), y ha debutado con una taquilla de 32 millones de dólares en su primer fin de semana estadounidense, pero como también era lógico preveer, las malas críticas no se han hecho esperar.
Crítica de cine: Sexo en Nueva York 2
La primera parte de Sexo en Nueva York fue un fiasco relacionado con el éxito de la serie, y lo peor es que hay que reconocer que esta segunda parte es mucho peor, cuyo principal argumento es ver a las chicas cambiarse de ropa durante dos horas y media. La cinta pretende mostrarnos la vida de Carrie (Sarah Jessica Parler), Samantha (Kim Cattrall), Miranda (Cynthia Nixon) y Charlotte (Kristin Davis) dos años después de la boda de la primera con el escurridizo Mr Big (Chris Noth) y todos los líos laborales y familiares que las rodean (no todo iba a ser ir de compras). Carrie y Big tienen problemas (es lo que tiene la adicción a la tele), Charlotte tiene dos niñas y una niñera empeñada en ir sin sujetador y siempre salta sin motivo aparente (fatal para el marido) y Miranda es una adicta al trabajo. Sólo Samantha (a todas luces la mejor interpretación en una cinta mediocre), sigue siendo la misma (salvo por la menopausia, que ya era hora). Estas "matrimoniadas" son el preludio del supuestamente complejo guión que nos llevará de paseo durante dos horas y media subidos a unos Louboutin, ideales por cierto, para andar por las dunas del desierto.
Crítica de cine: Sexo en Nueva York 2
Con un argumento tan débil, la cinta es totalmente predecible desde el principio, ya que básicamente todas sus sorpresas han sido reveladas en los trailers. Si se es observador y fan de las comedias románticas, se desechará el guión por ser la copia exacta del argumento de otro fiasco como fue El Diario de Bridget Jones 2: Sobreviviré. El esquema utilizado en la comedia inglesa (desengaño/crisis-viaje de encuentro con tu ex de turno-delito-cárcel-vuelta feliz e incluso tía-buena-que-resulta-ser-lesbiana) es copiado paso por paso por Michael Patrick King en la vuelta a la pantalla grande de las chicas, ya señoras, de Nueva York.
En Abu.Dhabi (grabado en Marruecos), las chicas se lo montan de fábula en el típico hotel para billionarios (por supuesto a gastos pagados). El viaje resulta ser idílico (Carrie incluso se compra unos zapatos y logra que no la confundan con un camello) salvo porque al final tienen ciertos problemitas con la policía y tienen que volver deprisa a los Estados Unidos, que como todo el mundo sabe, es la nación libre y la tierra de las oportunidades donde todos deberíamos vivir. Pero  no solo eran unas vacaciones, al haber entrado en ese paraíso, lejos de su -ajetreada y estresante- vida diaria, las chicas se han encontrado a sí mismas y están dispuestas a analizar sus vidas tras unos cócteles y algunas experiencias.
Crítica de cine: Sexo en Nueva York 2
¿Cosas que sobran? La mayoría. Sigo sin entender cómo a Penélope Cruz le costó dos horas rodar su escena de 30 segundos, pero doy gracias porque Miley Cyrus no abre la boca en su cameo en la película.
El principal problema de la cinta es que el guión no se sostiene. Me pregunto qué clase de psicotrópico se tomaría el guionista para alargar esto más de dos horas, y supongo que sería el mismo que tomaron los productores para aprobarlo. A nadie le preocupan las estúpidas complicaciones de Carrie con un televisor de plasma; y el resto de papeles, salvo Kim Cattrall, son demasiado flojos. Además, las acusaciones que se han vertido desde el estreno hacen referencia a que la cinta quizá siembra, de una forma aparentemente sutil, un cierto aire de anti-islamismo en detalles que no vamos a desvelar aquí por no destripar más el argumento, que esperemos no de para una tercera entrega.
Una crítica desde Inglaterra de Judith Del Rio, periodista y bloguera.

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