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Crítica de cine: Tron Legacy

Publicado el 21 diciembre 2010 por Lapalomitamecanica
El arcade más espectacular
Crítica de cine: Tron Legacy
Nota: 7

  Sumario  Lo mejor: que respeta y amplia la mitología del original. Además de una mención especial para una banda sonora que sube enteros al film. Cortesía de Daft Punk. Lo peor: que le podían haber rebajado tres grados de locaza al personaje de Michael Sheen.La suma: Tron (1982) + Matrix Reloaded - La Amenaza Fantasma = Tron LegacyFicha: IMDB.
Presupuesto/taquilla: 170 millones de dólares / 66 mundiales en su debut. Algo decepcionante.

El director: El desonocido Joseph Kosinski ha logrado debutar con éxito con un rpoyecto nada sencillo, pero su desértico curriculum previo hace sospechar que el resultado de Tron Legacy sea debido a la labor conjunta del director de segunda unidad para las escenas de acción y del supervisor de efectos especiales. Ahora prepara otro remake sci-fi, en este caso de The Black Hole
El plan: servirse de una cult-movie para iniciar una franquicia en la línea de Star Wars o Matrix. La curiosidad: Cilian Murphy, la víctima del Inception de Nolan, aparece en un cameo, ¿Le has encontrado?La duda: ¿Por qué el Jeff Bridges real parece más deshubicado que el digital?

Hay veces en las que el estatus de film de culto supera a una película y la coloca muy por encima de sus propias intenciones. Ese ha sido el caso de Tron desde que se estrenara sin pena ni gloria hace 28 años hasta nuestros días. Los críticos sesudos que han atacado a esta secuela tardía parecen haber olvidado que la primera parte ante todo era una cinta de aventuras, eso sí, que se servía de un contexto novedoso en la época, que, aunque muy básico y acartonado, ha terminado ganando atractivo con el "factor nostalgia".Crítica de cine: Tron Legacy

Peri si en los ochenta había que pelearse con el fumador de la butaca de al lado, hoy en día hay que hacerlo con la incómodas gafas 3D, y si hay algún universo que se mereciera un nuevo acercamiento al sevicio de la tecnología de la que diponemos hoy en día ese es el de Tron. Sólo por la planificación, el perfecto acompañamiento musical y el buen gusto de todas las escenas de acción (y creedme, son muchas) ya merece la pena pagar la dolorosa entrada en 3D, pero es que además, su argumento cumple la función de toda secuela que se precie y amplia la mitología de la primera parte. Aunque tampoco hay que olvidar que estamos ante un film Disney. Algunas situaciones e incluso personajes huelen a fórmula y al igual que sucedía en la desastrosa Alicia de Burton, son las secuencias en el mundo real las que más rechinan por tópicas y forzadas. El mejor ejemplo es un complaciente prólogo que por lo menos resulta efectivo como puente entre las dos películas e incluso para aquellos que se acerquen al universo Tron por primera vez.

Crítica de cine: Tron Legacy

La secuela nos presenta al hijo de Kevin Flynn (Jeff Bridges), Sam, un rebelde sin causa que vive despreocupado en su loft sacado del catálogo de interiorismo del Vogue. El chaval se dedica ha imitar a Batman en sus ratos libres -que son todos- hasta que un día recibe un mensaje de su padre desaparecido hace dos décadas. Partiendo del punto de que todos conocen la existencia del mundo digital así como las hazañas pasadas de Kevin y a nadie se le ha ocurrido mirar dentro, lo cierto es que la historia solo puede ir hacía arriba. Y vaya si lo hace.
Los fans incondicionales de la primera parte encuentran su homenaje a la llegada del pimpollo al universo informático. Al igual que hiciera su padre 3 décadas atrás, Sam es obligado a participar en luchas de discos y carreras de motos por parte de un misterioso y autoritario gobernante, Clu, una copia digital de Flynn que se ha descontrolado por el exceso de poder que este le otorgó cuando emprendieron juntos la construcción de este universo dentro de nuestro mundo. 
Crítica de cine: Tron Legacy

Es precisamente ese personaje el que más diviones está causando entre los espectadores. Podríamos decir que hace las funciones de villano íntimamente ligado al protagonista en la mejor línea de Darth Vader, pero claro, es incapaz de escapar al profundo análisis que merece la recreación de un Jeff Bridges 25 años más joven. Puede que en un entorno real la digitalización del actor no funcionará todo lo bien que debería, pero en conjunto con la apabullante ambientación del mundo informático, el obstáculo está más que salvado y llega a convertirse en lo mejor del reparto.

Crítica de cine: Tron Legacy

Tron Lebowsky. Click para ampliar

También ayuda en la comparación que hayan escogido a esa carnaza de Super Pop que es Garreth Endlund (Cuatro Hermanos, Eragon). En general, todos los actores salen bastante mal parados ante el despliegue visual que domina intencionadamente la función. Incluso un mesiánico y anciano Jeff Bridges parece bastante descolocado entre las 4 pantallas verdes, aunque quizás se deba a algo de marihuana digital escondida en su apartamento zen. Porque no será la mejor interpretación del último ganador del Oscar, pero por lo menos se permite varios guiños a ese personaje despreocupado y de vuelta de todo que ocasionalmente asoma desde El Gran Lebowsky. Eso sí, a los seguidores de House les resultará refrescante ver a 13 (Olivia Wilde) en un rol radicalmente opuesto.
Poco más se puede decir de Tron Legacy sin destripar un argumento que aunque se desarrolla de forma simple, en realidad es tremendamente rico en su doble función de secuela e inicio de trilogía. Quizás los que la acusan de plana y fría se lamentan en exceso de la falta de agallas del guión por no entrar más de lleno en una crítica abierta al tan en boga debate de la regulación de contenidos en la red, pero no hay que restarle méritos al que sin duda es el espectáculo audiovisual de 2010, que es lo que siempre quiso ser.

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