Revista Cine

Crítica de "Corazones de acero", de David Ayer

Publicado el 12 febrero 2015 por Mumbo @OMasti2012

EL 'FURIOSO' ESCUADRÓN DE LA MUERTESe podría decir que la Segunda Guerra Mundial es un tema bastante recurrente en la historia del cine, ya que es sin duda ha sido la mayor contienda bélica de la Historia, con más de cien millones de militares movilizados y un estado de guerra total, en el que se vieron implicadas la mayor parte de las naciones del mundo, incluidas todas las grandes potencias. Grandes filmes han recreado con más o menos acierto prácticamente todas las fases, desde el comienzo del conflicto en 1939, con la invasión alemana de Polonia, pasando por la expansión de la Alemania Nazi en la Europa Continental, la invasión de la Unión Soviética, el ataque asiático a los Estados Unidos, y terminando en la rendición incondicional alemana en 1945. Sirva como ejemplo "El gran dictador" (Charles Chaplin, 1940), "El puente sobre el río Kwai" (David Lean, 1957), "Das Boot (El submarino)" (Wolfgang Petersen, 1981), "La Lista de Schindler" (Steven Spielberg, 1993), o ésta que nos concierne, titulada "Corazones de Acero", de entre otras muchas.


"Corazones de Acero" nos sitúa en abril de 1945, en el que una brigada de cinco soldados americanos a bordo de un tanque 'el Fury', capitaneados por el veterano sargento Wardaddy,  ha de luchar contra un ejército nazi al borde de la desesperación, pues los alemanes sabían que su derrota estaba ya cantada por aquel entonces.




Uno de los puntos fuertes de la película reside en las interpretaciones del elenco actoral, encabezado por un genial Brad Pitt que encarna del sargento al mando del escuadrón, y bien secundado por Shia LaBeouf, Jon Bernthal y el joven Logan Lerman. Para que esa hermandad existente entre los miembros de la dotación del tanque fuera lo más auténtica posible, su director contó con el asesoramiento de dos militares especialistas, que diseñaron un campo de entrenamiento básico para que los cinco actores protagonistas fueran expuestos (a una escala menor) a los elementos que padecieron los soldados: lluvias, barro, viento, y falta de sueño. El hecho de haber pasado por tal proceso logra que el filme tenga un realismo increíble, ya que los actores muestran una compenetración auténtica.




La factura técnica es muy buena, y ayuda a la verosimilitud de la premisa; además, su director David Ayer compone un entramado notable, que se ciñe casi a la perfección a los hechos reales acontecidos en la Segunda Guerra Mundial, tomándose ciertas licencias narrativas; aunque éstas le hacen restar credibilidad al final, pero sin desmerecer el conjunto del filme, que es notable.

En síntesis, "Corazones de Acero" es una gran película bélica, de las mejores realizadas últimamente, que nos ofrece un realismo auténtico, bastante parecido al mostrado en el clásico de Spielberg "Salvar al Soldado Ryan", con un conjunto de buenas interpretaciones, y una premisa que plasma el horror y absurdo de la guerra.

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