Crítica de “El protector” (2013)

Esta película tiene un germen cuanto menos muy curioso. Sylvester Stallone compró los derechos de la novela en la que se basa, “Homefront”, publicada en 2005, y desarrolló el guión como un intento de hacer regresar a uno de sus personajes fetiche, John Rambo. Su autor, Chuck Logan, comparte el estatus de veterano de Vietnam con el protagonista de Acorralado, y el héroe de su relato también es un ex combatiente, además de ex agente de la DEA, la agencia anti droga estadounidense, caldo de cultivo perfecto para ser adaptado al perfil del pupilo del coronel Truman. El proyecto quedó enquistado, Stallone prefirió recuperar a Rocky Balboa y su edad ya no le permitía protagonizar esta historia. El guión quedó en un cajón, pero gracias a Jason Statham, que trabajó a las órdenes de Sly en Los mercenarios, se retomó la idea y se puso en manos de Gary Fleder, que es quien finalmente la ha llevado a la pantalla, con el ex saltador de trampolín británico al frente.

El protagonista de El protector es un ex policía, Phil Broker, que, tras haber trabajado infiltrado y desarticular una banda de narcotraficantes, desaparece del mapa y se esconde en un tranquilo pueblo de Luisiana junto a su hija de 10 años, esperando no ser localizado. Hasta ahí nada que pudiese llamar nuestra atención. El atractivo inicial lo tienen que aportar otros factores como los espectaculares paisajes sureños, con sus pantanos y sus ciénagas, con el recuerdo de Blanco humano de John Woo de fondo, y un interesante reparto de secundarios en el que destaca la presencia de dos mujeres, Winona Ryder, que desde Cisne Negro parece abonada a papeles más bien oscuros, y Kate Bosworth, que ha cambiado completamente su imagen de reina del cine para adolescentes para encarnar a una madre drogadicta y conflictiva, que recuerda mucho a la transformación a la que se sometió Blake Lively en otro policiaco como The Town.

Con el paso de los minutos nos vamos dando cuenta de que se está contando la misma historia que ya hemos visto cientos de veces, trufada de tópicos y que no aporta nada nuevo al género. Jason Statham definitivamente no es Bruce Willis y su personaje nada tiene que ver, lástima, con el John McLane de La jungla de cristal. La vulnerabilidad y la desgracia en forma de casualidades negativas que engrandecían al policía de Nueva York no forman parte del ADN de un Phil Broker que apenas suda y mucho menos pone en vilo al espectador debido a una suficiencia que raya lo insultante. Un planteamiento que podría haber dado un producto más interesante se queda finalmente en agua de borrajas. Tan solo nos deja cierto aroma a cine de acción ochentero (subrayado por la partitura de un clásico de la época como Mark Isham) como el que quiso recuperar Walter Hill con su reciente Una bala en la cabeza o el propio Stallone, protagonista de aquella, gracias a la saga, antes mencionada, de Los mercenarios.

Copyright del artículo © Manu Zapata Flamarique. Reservados todos los derechos.

Copyright de las imágenes © Homefront Productions, Millennium Films, Nu Image, Open Road Films (II). Cortesía de Tripictures. Reservados todos los derechos

El Protector

Director: Gary Fleder

Guión: Sylvester Stallone, basado en la novela “Homefront” de Chuck Logan

Intérpretes: Jason Stratham, Izabela Vidovic, James Franco

Música: Mark Isham

Fotografía: Theo van de Sande

Duración: 100 min.

Estados Unidos, 2013