Revista Comunicación

Crítica del 4x14 "The Grove" de The Walking Dead

Publicado el 18 marzo 2014 por Dro @Drolope
Qué impacto. Qué desfase. Qué todo. La cuarta temporada de The Walking Dead está a punto de acabar, y teniendo por delante tan solo dos episodios más antes de que la serie se vuelva a despedir de nosotros un número indecente de meses, ya podemos decir que la temporada está mereciendo la pena, y que lo está mereciendo especialmente por episodios como este 4x14 "The Grove". Y ojo, no está hablando un hater que estuviera desencantado con la temporada hasta ahora; la mayoría de los episodios me han gustado (disfruto The Walking Dead sin ponerle mil pegas a todo, qué se le va a hacer) pero es que este, este, me ha parecido redondo y muy necesario. A mi modo de ver, ha sido una intensa historia llena de matices, abierta a múltiples interpretaciones, que no ha hecho más que seguir enriqueciendo al personaje de Carol. A partir de aquí, spoilers y análisis de este arriesgado episodio de The Walking Dead:
Las series americanas, a un nivel genérico, siempre tienden a respetar muchísimo la figura de los niños. Se trata de una sociedad donde están muy presentes los valores familiares y, por tanto, raro es el caso en una serie de este país donde los niños mueran de forma violenta o sean, ni mucho menos, psicópatas en potencia. Por eso, el caso de las dos muchachas de Carol ha sido muy original y arriesgado -elegí la palabra a conciencia-, porque han jugado de forma brutal y sin tapujos con esta historia que hemos presenciado, la de Lizzie y Mica, la de dos hermanas que han tenido un final que no podría haber sido ni más trágico ni más desesperanzador. Pero vayamos por partes.

Juntemos en un mismo espacio a un gigantón bonachón con problemas para controlar su irascibilidad, a la mujer que asesinó a su churri, a una niña psicótica, a otra niña niña que es demasiado buena para sobrevivir, a un bebé y: ¡Pum! Tenemos un cóctel explosivo. Podríamos haber pensado que la estancia en aquella granja apartada con abundante agua, comida silvestre y chimenea acogedora habría sido idílica, pero nada más lejos de la realidad. A lo largo del episodio hemos conocido más a las niñas: a Mica, que es buena, pero dura e inteligente, y a Lizzie, que es muy fuerte pero extremadamente inestable. Lizzie cree que los caminantes son seres sin maldad que solo quieren que todo el mundo sea como ellos, pero Mica insiste en que no son más que muertos que quieren matar. Que nadie se atreva a tocar a Griselda, la amiga zombi de Lizzie, porque a la chiquilla le da un pronto brutal y te revienta a balazos. En esta escena, además de comprobar lo buena actriz que es la chica que interpreta a Lizzie (Brighton Sharbino), a pesar de su corta edad, empezamos a intuir que algo grave va a suceder, que Lizzie está demasiado alterada. Y así sucede. Para demostrarles a todos que los caminantes son buena gente, decide asesinar a su hermana pequeña, para que vuelva convertida en caminante y le demuestre a los demás -que no saben nada, son todos unos Jon Snow de pacotilla- que ella tiene razón. Suerte tuvieron al encontrarla antes de que hiciese lo mismo con Judith. Lori se estará revolviendo en su tumba al ver todo lo que le está pasando a su bebé.
Lizzie es una Dexter en potencia. Ya lo dijo Carol: ella era así antes de que todo el Apocalipsis se les echase encima. Que Carol tuviese que dispararle, mientras Lizzie miraba las flores, no hace más que evidenciar de nuevo y de forma aún más drástica el gran desarrollo que ha experimentado Carol, y no deja de ser, además, muy simbólico: allá en la granja de Pin y Pon, fue Rick el que tuvo el valor suficiente para disparar a Sophia. Ahora, es Carol la que es suficientemente fuerte para disparar a sangre fría a la niña a la que le dijo que no perdería, a la niña que le dijo te quiero. Me gusta pensar que Carol, en realidad, siempre ha sido así; fuerte, tenaz, resistente. Porque, pensándolo bien, ¿quién mejor que una mujer maltratada, habiendo tenido que pasar por todo lo que pasó, para enfrentarse al Apocalipsis? Su vida ya era un infierno antes de la pandemia zombi, ahora solo lo es un poquito más. Ella ya era así; a día de hoy, simplemente, es cuando lo ha descubierto. Brillante lo que están haciendo con este personaje.
La historia por sí sola, de forma independiente al resto de la temporada, incluso, funciona muy bien y plantea muchas cuestiones. ¿Puede una buena persona sobrevivir en un mundo como ese? ¿Hasta qué punto conoces a las personas que forman parte de tu grupo, que están a tu alrededor? ¿La muerte es la única salida? Con la muerte de ambas niñas -y no solo ellas, recordad a Meghan-, ¿lo que el capítulo nos quería contar es que no hay cabida en ese mundo para ninguna de ellas? Ya lo dijo Carol; correr no es suficiente, no lo fue para Sophia. ¿Nada será suficiente para ninguno? En estos momentos, Judith se torna como la pequeña-gran esperanza de la serie.
No hay tiempo que perder. Esa casa ya no es un hogar y solo está cargada de malos recuerdos. Carol, Tyresse y la pequeña Judith siguen adelante con todas las cartas puestas sobre la mesa. La reacción de Tyresse ante la confesión de Carol no hace más que evidenciar lo maduro y sabio que es como persona. Sabe que ella trató de hacer bien con sus actos, que su novia no sufrió y que Carol tendrá que vivir siempre con lo que hizo, porque Carol, siendo todo lo dura que es, es tremendamente empática y sensible. Esta revelación, a la larga, le traerá a Tyresse, y quizá a Carol, la paz que necesitan. Han obtenido el perdón y la verdad el uno del otro, el círculo se ha cerrado.
Fantástico e impactante episodio de The Walking Dead, ojalá la serie nos diera más a menudo capítulos de esta categoría. Separar a todos los personajes fue una decisión atrevida, pero ya está empezando a dar sus frutos, y a lo largo de estos capítulos hemos presenciado historias que han reunido todos los elementos posibles: soledad, amor, confesiones, muerte, tristeza y, cómo no, la esperanza, que es lo que parecen tener todos los personajes como nexo común, y que es precisamente lo que está conduciendo a la gran mayoría a Terminus, el fin del viaje.
¿Qué os ha parecido a vosotros el episodio? ¿Encontráis alguna pega que ponerle? ¿Se puede molar más que Carol? Sentiros libres de expresaros en un comentario. Quizá, por mi parte, sí que les pondría como pega el hecho de que Lizzie, y puede incluso que Mica, eran personajes con potencial a largo plazo, pero la historia en sí ha merecido la pena, así que no me quejo en ese aspecto.

Crítica del capítulo anterior


4x13 "Alone"

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