¿Habéis visto ya el capítulo? ¡Pues entonces podéis seguir leyendo!
Los flashbacks han dominado la trama principal de este episodio. Por un lado, hemos viajado cinco años atrás en el tiempo para conocer oscuros secretos de la relación de los reyes de Camelot que, como descubrimos, no son para nada un matrimonio feliz, sino un engaño. Ha sido interesante descubrir la complicada relación que se formó en su momento entre Arturo, Ginebra y Lancelot (yo no tenía ni idea de que todo esto era cierto) y, sinceramente, comprendo totalmente a Ginebra por haber dejado de querer a su marido, porque yo tampoco trago a Arturo. El rey y su obsesión por encontrar la daga lo llevaron a cometer actos que hicieran que todos lo odiaran, y solo unas arenitas mágicas han podido arreglar todo lo que había roto. Pero, ¿de verdad le merece la pena tener a su mujer a su disposición obligada por la magia y un reino que no es real?
Por otro lado, todas estas explicaciones del pasado eran necesarias para comprender algunas de las cosas que habían ocurrido durante las seis semanas perdidas ya que, como nos adelantaron la semana pasada, las intenciones de Arturo no eran nada buenas. Con la confianza de Charming ganada, han querido hacernos pensar que Charming era un inepto (un poco sí, pero no tanto) y que iba a servirle en bandeja la daga a Arturo. Afortunadamente, Snow, que a veces parece ser la que lleva los pantalones en esa relación, ha intercedido y juntos han creado un plan para hacer picar a Arturo y descubrir su pastel. De esta parte de la trama, especialmente me ha gustado la escena en la que los Charming discutían en frente de Regina y esta se ha evaporado en una nube de humo morado (¡Lana, guapa!). ¿Los Charming discutiendo? Era lo que nos faltaba por ver. Desgraciadamente, se han quedado con la miel en los labios cuando Arturo los ha pillado con Excálibur y la daga y ha ordenado a su mujer que les hiciera un lavado de cerebro a los Charming con las arenitas que lo arreglan todo. Ahora sí que tenemos un problema, porque Arturo ha capturado a Lancelot, aunque no creo que dure mucho tiempo entre rejas ahora que se ha hecho amiguito de Mérida, y tiene bajo control a los Charming. Nadie, ni siquiera Regina, lo sabe, aunque yo espero que con lo intuitiva que es, acabe descubriéndolo antes de que todo acabe mal, pero ¿y si fue el bobo de Arturo el que hizo que Emma se volviera completamente oscura? Yo no sé por qué, pero creo que va a acabar siendo el verdadero villano, el que habrá tenido la culpa de que Emma ahora lleve el pelo blanco y se vista enfundada en cuero.
Hablando de Emma, en este capítulo su mente le ha jugado malas pasadas con Rumpelstiltskin apareciéndose a cada segundo, lo cual la ha "enfermado". Really? Esto me ha parecido una excusa barata para sacar a Emma de Camelot mientras los Charming peleaban por la daga y para que el personaje no se quede sentado en una silla esperando a convertirse en el Ser Oscuro. Pero bueno, no voy a negar que me gusta que Hook y Emma tengan alguna escena de vez en cuando, y la verdad es que la escena con todas las rosas en el suelo ha sido bonita, sobre todo visualmente. Admiro mucho a Hook por su dedicación y su paciencia porque, oye, para pasar todo lo que ha pasado por Emma, hay que tener paciencia. De cualquier manera, también me ha gustado mucho ver a Emma preocupada al enterarse de que Henry tiene su primer crush: como dicen, es su madre antes que el Ser Oscuro, y eso son cosas que los hijos no cuentan a sus madres, así que ha valido la pena que la sacaran a dar una vuelta fuera del castillo.
En el presente la trama no ha avanzado en absoluto. Solo nos hemos asegurado tener a Mr. Gold vivo un poquito más porque Emma lo que quiere es convertirlo en alguien valiente y, para ello, requiere de la ayuda (¿se puede llamar ayuda cuando obligas a alguien sacándole el corazón?) de Mérida. Considero que es un tema que requiere una explicación más profunda, porque todavía le veo algunos defectos a su plan, pero estoy ansiosa porque me den explicaciones en el próximo capítulo.
La trama de Camelot no acaba de entusiasmarme del todo. Me falta que los malos hagan cosas malas de verdad, que se lancen bolas de fuego y luchen con las espadas en lugar de usar arenitas mágicas y cosas por el estilo para manipular a los demás. Veamos qué nos deparan los próximos capítulos y si empiezan a descifrarse incógnitas poco a poco porque por ahora lo que hemos averiguado no es demasiado. ¿Tenéis algo que comentar? ¡Podéis hacerlo aquí abajo!
Doralicia (@Doralais)
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