Revista Comunicación

Crítica Del 6x08 "Red Zone" de The Good Wife: Say Hello To Hell, Bitch!

Publicado el 11 noviembre 2014 por Dro @Drolope
A tan sólo dos episodios de la fall finale, es decir, del parón navideño, The Good Wife sigue manteniéndonos con el alma en vilo con sus historias. Parece que no todo es de color de rosa para nuestros queridos personajes y se enfrentan a terribles momentos. Sin embargo, este capítulo me ha hecho muy, muy feliz. Si quieres enterarte de lo que ha pasado, no dudes en seguir leyendo.
*SPOILERS*
Si Alicia veía la semana pasada que su campaña podría no ir tan viento en popa, esta semana tampoco. Por ello, Eli y Elfman, más conocido entre nosotros como “hombre elfo”, necesitan ver cuál es la opinión de los votantes y cómo hacerles cambiar de opinión. “Se recrea en su dolor, en sus logros”, “cree que tiene derecho a ganar”, son algunas de las perlas que nuestra “mejor amiga” Sally le suelta al director de campaña de la Florrick. Ay, Alicia, que la estrategia que te han puesto estos dos es la peor en siglos. ¡Dejad que sea ella misma, hombre! Cómo no, la pobre se queda con el rostro de Sally en la cabeza y las posibles nuevas perlas que pueda soltar de ella en cada situación que se dé, así que decide emprender su propia estrategia, a su manera: sacando su mejor lado. ¿Y cuál es la mejor forma de hacerlo? ¡Dando de comer a los menos favorecidos! Esto ha sido muy cliché pero gana bastante. El caso es que parece que a la Florrick le ha mirado mal un tuerto y no le sale nada a derechas. Que si es una hipócrita, que si la olla ya estaba limpia, que si sonríe. ¡¿Dios de mi vida, por qué?! Menos mal que, finalmente, tras la tormenta viene la calma y la jugada de Alicia llega a buen puerto: sirviendo comida, ofreciendo ayuda para el alojamiento, abrazando a los sin techo. Santa Alicia ha vuelto y Sally está dispuesta a votarla. Pero lo mejor no ha llegado todavía: ¡Castro retira su candidatura! WTF?! ¡POR FIN, DING, DONG, EL CALVO SE RETIRA! IN YOUR FACE, MOTHERFUCKER! Es difícil expresar con palabras lo mucho que me alegro de que este cabronazo se retire. ¡Ahí te pudras!
Pero no todo ha sido la campaña de la Florrick, un milagro ha ocurrido en su vida: ¡ha vuelto a un juzgado! Después de miles de años sin ver a Alicia en territorio amigo, Owen ha sido quien se ha encargado de que vuelva al campo de batalla. Me he quedado con más ganas de él, pero espero que vuelva pronto y con un toque más divertido, aunque lo de la erección ha sido un puntazo tremendo – ¡maldito autocorrector! –. Sin duda, The Good Wife sigue tratando temas de actualidad y los hila de una manera magistral: el incremento de violaciones en las universidades americanas y las aplicaciones de mensajería instantánea – todo muy bien avenido si tenemos en cuenta que Whatsapp la ha liado parda esta última semana –. De lo que no creo que se haya dado cuenta Alicia es que este caso le había hecho levantar el vuelo en cuanto a las opiniones de los encuestados. Por favor, Eli y Hombre Elfo, dejad que sea ella misma, que no represente más un papel, que no se humille pidiendo apoyos. Esta no es la Alicia Florrick que quiere la gente. Si queréis que gane, dejad que vaya un poco por libre, adaptaos a ella. ¡No es Peter Florrick, tíos!
Lo mejor de este episodio, quien se ha llevado la gloria a pesar de sus momentos bajos, es Cary Agos. El pobre ha pasado ya la barrera de la frustración, la tristeza y el cabreo en este episodio. Después de oír un pequeño fragmento de la grabación y ver lo “enrollado” que se muestra con el grupo de Bishop, no queda otra salida que Agos quien testifique. ¡Ay, Dios mío, qué mal pinta todo, qué sufrimiento! Pero, como dicen, “el peor testigo es un abogado”, y tienen razón, sobre todo si tienes como abogado enemigo y tocapelotas a Viola Walsh (Rita Wilson). Cary ya no puede más, va de la educación al cabreo durante la simulación y le comprendo perfectamente. Saber que se es inocente y que nadie te crea, que hasta tus socios duden de ello, es frustrante, doloroso y, si además te han quitado el único apoyo en el que te escudabas, ya es lo peor que te puede pasar, por el momento. Está perdido, y yo quiero darle mi amor incondicional, obviously. Sin embargo, Cary no ha sido el protagonista del episodio por su declaración durante el juicio falso – ¿por qué han elegido a Howard Lyman como juez, si no se entera de nada? – sino por el mejor “go to hell” que he oído en años, de los que más me ha gustado y con los que he hecho la ola. Cansado de estar solo y sin Kalinda, decide ir a buscarla a su apartamento pero se encuentra con el sorpresón: la investigadora se besa con… ¡Lana Delaney! La agente del FBI tenía que volver y por la puerta grande, of course. Harto de la situación, Agos decide romper las reglas y meterse en el piso de Sharma – ¿además de los cargos por la coca, también allanamiento de morada? Are you fucking serious, Cary?! Esta conversación es oro puro, gloria bendita, un jodido orgasmo para mí. Es TAN grande, TAN genial. Tengo la sensación de que me quedo corta. Después de estar en un eterno tira y afloja, después de ver que Kalinda le manipula para conseguir información, que aunque se preocupe por él su relación no es exclusiva, al menos para ella, ¡Cary ha dicho basta, Cary ha dicho hasta aquí! ¡HA MANDADO A LA MIERDA A KALINDA, LE HA DICHO QUE SE VAYA AL INFIERNO! ¡¡POR FIN, SEÑORES, POR FIN SE ACABA ESTA PESADILLA!! Ya era hora, por favor. ¡Alguien ha escuchado mis plegarias! De verdad, no puedo ser más fan de este hombre. ¡Ha abierto los ojos! Todos sabemos que Kalinda necesita a alguien más en su vida, que no puede tener una relación únicamente con Cary pero que este sólo la necesita a ella, que esto era perder el tiempo. Lo poco sorprendente es que Kalinda se piensa que puede arreglar todo mediante el sexo. ¡Vete a cagar, bonita, y no vuelvas! Lo único que pido ahora mismo es que no vuelvan más, sabemos que Agos es débil en cuanto a Kalinda, pero que se mantenga en su decisión.
Siguiendo con la investigadora, parece que se lo está pasando de miedo con Lana Delaney. Sin embargo, Bishop acecha y sabe que esta “relación” – mejor ponerlo entre comillas porque a estas alturas ya no sé ni lo que es – le puede perjudicar y al mismo tiempo beneficiar. Por eso, Lemond ve en Kalinda el puente perfecto para saber qué está investigando la agente y si tiene que ver sobre él y, consecuentemente, sobre Cary. Por lo que parece no es así pero este se fía bastante poco, así que pone en un aprieto a Sharma: colocarle una especie de tarjeta blanca en la cartera a Lana. No me ha quedado muy claro lo que es ni de qué se da cuenta Kalinda en la última escena. Yo apuesto a que es una especie de micro o algo para copiar el código de la tarjeta identificativa del FBI y así meter a uno de sus hombres, pero me gustaría saber qué os ha parecido a vosotros porque me he quedado un poco loca con esa escena y la última de Sharma rompiendo el dispositivo.
En general, un buen episodio, muy entretenido y que me sigue quitando la vida con el caso de Cary. Destacar que hemos visto viejas caras conocidas como la ya mencionada Viola Walsh o Louis Canning, quien parece que no va a morirse nunca. ¿Tan difícil es coger un billete al otro barrio? ¡Deja de dar pena ya, tío, que lo has hecho demasiadas veces y no cuela! Y también hacer mención especial a la melena de Kalinda. ¡Por fin se suelta el pelo esta mujer y no en el sentido más sexual de la expresión! Verla así de relajada, sin estar tanto tiempo en el bufete, ha sido muy raro. Y, por último, me he quedado con ganas de saber cuál era el chiste sobre Beyoncé. Es una tontería pero me pica la curiosidad.
Por mi parte nada más excepto animaros a que compartáis vuestras impresiones, teorías, sensaciones sobre el episodio mediante los comentarios. Siempre es un placer leeros y saber qué os pasa por la mente.
¡Hasta la semana que viene!
Irene (@MissSkarsgard)

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