Revista Cine

Crítica denial (2016), por albert graells

Publicado el 11 abril 2017 por Matias Olmedo @DragsterWav3
CRÍTICA DENIAL (2016), POR ALBERT GRAELLS
Sinopsis: Cuando la famosa historiadora norteamericana Deborah E. Lipstadt acusó a determinados periodistas e historiadores de negacionistas en su libro "La Negación del Holocausto", fue denunciada por el negacionista británico David Irving, un famoso periodista e historiador admirador de Hitler, y que se querelló en 1996 contra ella por difamación. Entonces Lipstadt se propuso derrotar a Irving y a los negacionistas en Inglaterra únicamente con expertos en el ámbito académico, sin llamar a declarar siquiera a un sólo superviviente del holocausto.
“Denial”, a pesar de no ser una excelente película, si es notable en cuanto lo necesaria que resulta y lo competentemente realizada que está hecha. Su necesidad, intemporal, radica en recordar, en no olvidar, que la historia no depende de puntos de vista ni está sujeta a distintas visiones, que los hechos históricos sólo se pueden impartir y recordar desde un punto de vista objetivo e imparcial, ateniéndose a lo verídico, porque la verdad es única y no está ni puede estar sujeta a más de una versión ni a múltiples interpretaciones.
Basada en hechos reales relativamente recientes, la película aprovecha narrativamente, en pos de un mayor interés argumental, un seguido de sucesos kafkianos que ocurrieron en los hechos que se narran. Por ejemplo, la particularidad de la justicia inglesa de que no es la acusación la que tiene que demostrar la culpabilidad del acusado sino que es el acusado el que debe demostrar su inocencia. Claro, eso es una particularidad que, con muy mala fe, aprovecha el antagonista de esta historia, David Irving, en beneficio propio para que, de ésta modo, él no tenga que demostrar que sus mentiras son ciertas (porqué no puede) sino que Deborah Lipstadt tenga que demostrar que el holocausto no es una mentira.
La tesitura de la película determina que la mentira no es una opinión y que la libertad de expresión no otorga condición de verdad a lo expresado. Por eso es tan necesaria esta película, para que nuestra generación y las futuras generaciones no permitamos que se manipule la terminología de la verdad para condicionarla y resignificarla a toda declaración partidista. Porque si eso sucediese entonces sería tanto verdad que el holocausto nunca existió como lo es el hecho de que sí existió.
CRÍTICA DENIAL (2016), POR ALBERT GRAELLS
Los fascistas que no se reconocen como tales porque se avergüenzan de serlo hacen uso de la neolengua orwelliana (planteada por George Orwell, poscursor del kafkianismo, en su novela “1984”) para justificar su postura tergiversando los términos. Por ejemplo, nos encontramos a personas, grupos, partidos políticos o gobiernos antidemócratas apropiándose de la palabra democracia para definir como democracia proyectos, posturas o decisiones que no lo son: UPyD (Unión Progreso y Democracia), RDA (República Democrática Alemana), RPDC (República Popular Democrática de Corea), etc. Lo mismo ocurre con la verdad, los fascistas tergiversan los hechos para hacer pasar como verdad algo que es una mentira, y así no tener que reconocerse y pasar por lo que son, fascistas, algo que les avergüenza porque saben que es negativo, pero en vez de tener la valentía de corregirse ellos hacen la cobardía de tratar de corregir la verdad.
“Denial” está hecha con un estilo visiblemente telefílmico, pero eso no es un defecto, pues la película no tiene mayor ambición que contar una historia de un conflicto ocasionado por una hecho absurdo, un planteamiento que sirve como base de muchos telefilms de sobremesa. No estamos ante un “Silencio” de Scorsese, la película no juega a eso, no pretende mostrar nada más que una historia de interés contada de manera que consiga mantener el interés del espectador durante 110 minutos.
La película no sólo es interesante por lo que cuenta sino también por cómo está contada. No es un reportaje televisivo pero tampoco es una propuesta pretenciosa. El guionista David Hare (autor de los libretos de varios telefilms) cuenta la historia bien, evitando los típicos clichés de películas de juicios y batallas legales, como que el personaje que lucha porque se haga justicia en un juicio tiene problemas con su pareja porque pasa demasiado tiempo con el caso y su pareja le deja pero luego vuelven a estar juntos porque la pareja se da cuenta de lo justa que es la causa por la que lucha el personaje, etc. Al contrario, Hare desestereotipa a los personajes y los dibuja y construye de manera que sean más identificables para el espectador, que sean humanamente más convincentes. Así, nos encontramos con que la protagonista se siente vulnerable, que no puede evitar ponerse nerviosa en momentos en los que debe controlarse, o con que los abogados de Deborah Lipstadt no son capaces de actuar con mente fría en el juicio ante los despropósitos de David Irving.
Cabe destacar también las actuaciones de los intérpretes principales, Andrew Scott, Tom Wilkinson, Rachel Weisz y Timothy Spall, sobretodo estos dos últimos, que injustamente no fueron nominados en la pasada edición de los Oscar. En general “Denial” es una buena película, una película en su conjunto bien hecha, que no aspira a más de lo que ya consigue ser.
Mi calificación es:CRÍTICA DENIAL (2016), POR ALBERT GRAELLS

Volver a la Portada de Logo Paperblog