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Crítica el contable (2016), por albert graells

Publicado el 12 noviembre 2016 por Matias Olmedo @DragsterWav3
CRÍTICA EL CONTABLE (2016), POR ALBERT GRAELLS
Sinopsis: Christian Wolff es un contable y genio matemático, un hombre extremadamente tranquilo, obsesivo con el orden y con mucha más afinidad con los números que con las personas, que lleva una criminal doble vida.
CON SPOILERS
“El contable” es un film que, pudiendo haber llegado a ser una propuesta interesante y estimulante, termina por ofrecer un resultado decepcionante y vergonzoso.
Esta película, dirigida por Gavin O'Connor, intenta ser un combinado de varios subgéneros, sin terminar de definirse o centrarse en ninguno, y acabando por concluir en un poti poti insustancial.
El guionista de “El contable”, Bill Dubuque (cuyo primer guión fue el de la estupenda “El juez”), hace una clara emulación al subgénero de “asesino implacable que se redime protegiendo a una chica”, del que podemos encontrar ejemplos en “Hitman”, “El redentor”, “The killer”, “The equalizer”, “El caso Bourne”, “El fuego de la venganza”, “Returner”, “An assassin”, “Rurouni Kenshin”, “A bittersweet life”, etc. Es un subgénero que al que escribe le entusiasma y no se pierde ni una película que se presenta con esa premisa, ergo por supuesto le faltará tiempo de ir a ver “Logan” al cine cuando se estrene, pues promete ser una estimulante propuesta de dicho subgénero.
Dubuque podría haberse centrado en desarrollar sólo esta premisa de “asesino implacable que se redime protegiendo a una chica”, y le hubiera salido bien, porque no necesitaba más, pero por algún motivo lo mezcla con la premisa de “héroe solitario y misterioso que ayuda a los demás y luego se va sin más”, del que podemos encontrar ejemplos en “Jack Reacher”, “McGyver”, “Kung Fu”, etc. Eso ya hubiese sido una combinación arriesgada y complicada de cuajar, pero es que además le añade la premisa de película de superhéroes sin superhéroes, del que podemos encontrar ejemplos en “El protegido”, “Steamboy”, “Beowulf”, e incluso “El aviador”. Eso hace que “El contable” tenga un poco de cada pero no se defina en nada, la mezcla no cuaja, y no se entiende qué pretende ofrecer principalmente la película.
CRÍTICA EL CONTABLE (2016), POR ALBERT GRAELLS
El guión también peca de momentos estúpidos. Al principio de la película el personaje de J. K. Simmons, Ray King (muy original el nombre), un jefe de la policía de la unidad de delitos financieros o algo así, descubre que el personaje de Cynthia Addai-Robinson, Marybeth Medina, obvió en su currículum que de adolescente había sido detenida por hurto y demás delitos antes de ir a la universidad y reformarse y llevar una buena vida, y la amenaza con denunciarla por haber ocultado esa información en su currículum a no ser que haga el trabajo que debería hacer él y por el que le pagan los contribuyentes. Dubuque hace pasar por buena persona a un personaje no sólo negligente en su trabajo, sino que amenaza y chantajea a otros con mandarles a la cárcel sino hacen el trabajo que debería estar haciendo él y para el cual le pagan. Que además es absurdo ¿Cómo se puede enviar a alguien a la cárcel por obviar información en su currículum? ¿La película sucede en Estados Unidos o en Corea del Norte o Arabia Saudí? ¡Pues claro que la chica obvió en su currículum que de adolescente fue una delincuente! ¡Nadie pone en su currículum que ha sido un delincuente! ¡Nadie le contrataría! 3 años en McDonald's, 2 años en Burger King, 7 años en KFC, ah, y 22 años en la penitenciaría de máxima seguridad de Birmingham por la violación y el asesinato de una menor. Venga, hombre, por favor, seamos serios.
Pero es que el personaje de Simmons todavía tiene más guasa. El personaje de Jeffrey Tambor, Francis Silverberg, le dice a Ray King que puede darle información de todas las cuentas de una familia mafiosa a cambio de protección. Y pese a que es su puto trabajo investigar los delitos financiaros, Ray King suda de la información que le proporciona Silverberg y deja que la familia mafiosa se lo cargue.
CRÍTICA EL CONTABLE (2016), POR ALBERT GRAELLS
Lo de la familia mafiosa también tiene tela. Silverberg les arregla las cuentas durante 40 años con absoluta fidelidad, y deciden cargárselo sólo porque es viejo ¿Pero qué lógica tiene eso? Si es viejo lo despiden, le dan una buena prima por todos sus servicios prestados, dejan que viva en paz lo que le resta de vida, y contratan a otro contable, pero que no le maten ¿A cuenta de qué tienen que matarlo? ¿Qué mensaje dan a los demás? Crea desconfianza, hace que nadie quiera trabajar para ni comerciar con ellos. ¿Para qué ibas a trabajar para una familia mafiosa que se carga a sus empleados porque sí? Cuando cogen a Silverberg le torturan hasta la muerte por haberse largado de la lengua ¡Pero si iban a matarle igual! ¿Cómo pretendían que Silverberg no se largara de la lengua a cambio de protección si iban a matarle?
Como estas hay tantas más incongruencias en la película, hay momentos que son absolutamente inverosímiles. El final del clímax, por ejemplo, cómo el protagonista, interpretado por Ben Affleck, se carga al malo. Es un momento tan simple y anticlimático que es absurdo e insatisfactorio. Y las motivaciones del malo también son absurdas. Se carga a su mejor amigo de toda la vida y a su hermana para poder fabricar más prótesis de miembros ¿No había otra forma de hacerlo que no fuese matar a su mejor amigo y a su hermana para que no se descubra que blanquea dinero? ¿Usar los beneficios que ya tiene su empresa, por ejemplo? ¿Crear una fundación y recaudar donaciones de ricos? No sé, Bill Gates es muy filantrópico, y tiene decenas de miles de millones de dólares, y también son filantrópicos muchos multimillonarios, no cuesta nada hablarles de tus proyectos de ayudar a personas que han perdido miembros del cuerpo y seguro que algunas decenas de millones de dólares te dan, sobretodo cuando tú mismo eres superultramegamillonario y puedes poner tú mismo el dinero en vez de ir matando a tu mejor amigo de toda la vida y a tu hermana.
CRÍTICA EL CONTABLE (2016), POR ALBERT GRAELLS
La dirección de O'Connor no es mucho mejor, resulta convencional, impersonal, no destaca en nada, no hay nada de la dirección que llame la atención. O'Connor no es capaz de darle a la película un buen ritmo, hay varios altibajos, escenas totalmente prescindibles que dan una información innecesaria que ya se ha explicado o que se explica después.
La fotografía es muy pobre, la escenas nocturnas están muy mal iluminadas en la película, no hay una buena iluminación de la noche en “El contable”, y sorprende, porque el director de fotografía de “El contable” es Seamus McGarvey, que es el director de fotografía de “Cincuenta sombras de Grey” y “Godzilla”. McGarvey es una director de fotografía que sabe iluminar las escenas nocturnas, por lo que no se entiende que en “El contable” realice un trabajo que deja tanto que desear.
Las actuaciones están bien, sobretodo las de Ben Affleck, J. K. Simmons, Jeffrey Tambor y John Lithgow. Pero claro, si los personajes están mal dibujados, pues los actores poco pueden hacer para mejorarlos aunque le echen ganas.
“El contable” termina por ser un thriller ridículo e inverosímil, con una historia que no tiene sentido, y mal realizada en muchos aspectos.
Mi calificación es:CRÍTICA EL CONTABLE (2016), POR ALBERT GRAELLS

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