Revista Comunicación

Crítica exprés: Cristopher Robin

Publicado el 15 octubre 2019 por Universo De A @UniversodeA

Imagen relacionada

Fui muy tarde a ver la película en el cine, así que ya no rentaba publicarla en ese momento… pero lo bueno que tiene el cine es que nunca muere, siempre hay posibilidad de verlo, porque siempre nos queda la versión doméstica.

A pesar de que Milne es británico, me atrevería a decir que sus personajes literarios han experimentado más éxito en los EEUU, dónde se han convertido en tales iconos que aquí nos cuesta entender el porqué de ello (y eso que se han hecho varias secuelas desde los primeros cortos de los 60 y la película de los 70… ¡y hasta una serie!). Sea como sea, todos reconocemos al oso Pooh de Disney. A mí, como a la mayoría, en un primer vistazo, me resulto bastante infantiloidemente irritante… hasta que descubres que debajo de su aparente simplicidad, hay mucho fondo. En cierto modo, salvando las distancias y temáticas, recuerda un poco a “El principito” de Saint-Exupéry, por esa gran capacidad para evocar la niñez.

Quizás por eso quise ir a ver esta película, me atraía la idea de como sus amigos imaginarios vuelven para ayudar a su niño… pero unas críticas más bien negativas (por parte de profesionales y espectadores) me disuadían… finalmente el deseo de ir fue más fuerte, y parece que voy a tener que cambiar mi baremo para decidir, puesto que, si antes siempre coincidía con los profesionales, últimamente no me aciertan una… parece que me encamino a un mundo desconcertante en el que mi intuición será mi única guía, ya no es suficiente con recolectar información previa.

Fui a ver la película al Cinesa Méndez Álvaro, dónde encontré una atención al público sumamente atenta… y además lo hice en una de esas agradables matinées que te pueden garantizar casi una proyección exclusiva… alguna vez lo he conseguido, ¡y es una gozada!.

-Cristopher Robin: la película es como aquello en lo que se basa, aparentemente muy simple, pero con cierta sutil complejidad, si uno se detiene adecuadamente a encontrarla (las frases del propio Winnie the Pooh son el ejemplo perfecto de ello: aparentemente parece decir auténticas estupideces, obviedades de Perogrullo… pero que no nos engañe su aparente simplismo, detrás hay mensaje, muy sutil, pero ahí está para quién lo quiera captar).

La historia que plantea (padre agobiado por el trabajo que desatiende a su familia), aún con sus actualizaciones, se ha contado mil veces, y sin embargo, gracias a diversas tramas se acaba enriqueciendo de modo que se crea un producto interesante y diferencial.

Así pues, nos encontramos con un guión en el que, aunque se ve que han trabajado muchas manos, han conseguido dar un buen resultado final, especialmente en los diálogos; y dónde se encuentran apasionantes reflexiones sobre la infancia, el mundo adulto, la imaginación… etc; y, sobre todo, que logra que la película pueda interesar tanto a grandes como a pequeños.

Por otra parte, a los fans de los clásicos Disney y de Pooh, satisfacerá inmensamente la reverencia y respeto con el que trata el clásico del que procede (el principio o introducción de la película es una réplica, casi tal cual, en acción real, del final de la primera película del osito: “Lo mejor de Winnie the Pooh”… de modo que, de algún modo, coge el testigo del filme original).

La dirección es muy dinámica y apropiada para la película, y salva los baches del guión con suma soltura.

Asombra la animación, pues, sin copiar con total exactitud a los personajes de los dibujos, consigue evocarlos y traerlos a la realidad con una eficacia y perfección asombrosas, hasta el punto e que realmente parecen muñecos, marionetas o, en cualquier caso, elementos reales. Verdaderamente, esta película nos presenta un inmenso logro en los efectos digitales, pues estos se integran con total y absoluta naturalidad, nada forzada, en el mundo real.

Encontré la fotografía demasiado contrastada, y la dirección artística eficaz.

Para finalizar, sólo queda hablar de Ewan McGregor, auténtico y casi único protagonista de la película, que, aunque cuenta con un eficaz reparto a su lado, no son más que una mera comparsa, pues la mayoría de los planos son para él. No es ningún secreto que no me gusta nada este actor y que lo considero malísimo, pero, sorprendentemente, en esta película hace un gran trabajo, un personaje auténticamente creíble, y no se reduce a hacer lo de siempre.

En definitiva, una película que, sin ser una obra maestra, si es sumamente notable, y que producirá la nostalgia de la infancia en quienes la vivieron… y quienes están en proceso, quedarán encantados con los deliciosos personajes.

Decir también, que recomiendo quedarse hasta el final de los créditos, hay sorpresas escondidas en medio de ellos.


Volver a la Portada de Logo Paperblog