Crítica express: Frank

-Frank: si hay algo que me gusta del género musical es su variedad, a estas alturas los he visto de todas las formas y colores, subgenerizándolo todo y abarcando hasta lo imposible: musicales absolutos (“Los miserables”); gore (“Repo”); cómicos (“Hairspray”);  dramáticos (“Nine”); de cine independiente (“God help the girl”); de animación (“Frozen, el Reino de hielo”), históricos (“Donde vas Alfonso XII”)… y con todos los tipos de música y disciplinas artísticas posibles: en música desde jazz (“El cantor de Jazz”) hasta rock (“Rock of ages, la era del rock”) pasando por el pop (“Mamma mía”); en danza desde bailes de salón (“Sombrero de copa”) hasta street dance (la saga “Step up”)… aunque ha sido muy habitual mezclar múltiples generos, lo que siempre provocaba un magnífico enriquecimiento. En definitiva que nos encontramos casi todo lo que podamos imaginar, pues el musical es el único género que puede conseguir juntar a todas las artes, y conseguir una obra de arte absoluta.

Por eso, la película que tenemos ante nosotros es extraordinaria, en el aspecto de que… ¡es un musical moderno/hipster!, y lo es en todos los aspectos, es el sueño de un moderno: argumento extravagante, música alternativa… etc. Una vez más, el musical se ha alzado sobre una nueva cumbre.

Que por cierto, nos llega también del Reino Unido, país que parece ansioso por desbancar a EEUU como la patria por excelencia de los musicales… o es la impresión que da últimamente, pues la mayoría vienen de allí.

Pero vamos a entendernos todos, al igual que en Boyhood, hacer algo extraordinario (un musical hipster en el caso de la crítica que se está haciendo), no necesariamente convierte al producto en una obra maestra, y este no lo es, está bien, es interesante, pero poco más.

Así a pesar de sus rasgos de cine independiente (en la historia o la fotografía), es accesible para el común de los mortales y resulta llevadera de ver porque en realidad, el guión sigue una narrativa clásica y la dirección no comete ningún tipo de extravagancia.

Sí funciona como musical y se le podría calificar como tal (a pesar de las escasísimas y cortas canciones, hubiera sido mejor si hubier más) porque todas las canciones están perfectamente incrustadas en el argumento y tienen sentido en él.

Respecto a los actores, llama la atención la presencia de Maggie Gyllenhaal que parece haberse decidido definitivamente a abandonar todo cine comercial; o de Michael Fassbender (al que hemos pasado de ver totalmente desnudo a tan tapado que ni se le ve la cara); y también nos sonará la cara del protagonista, Domhnall Gleeson que parece estar haciéndose un muy buen hueco en la industria, siempre se le ve en buenas películas y en papeles bien seleccionados, un chico con suerte.

En definitiva, resulta más una película curiosa que otra cosa, interesante, agradable de ver… pero nada más

Finalizar comentando que yo no he visto que se estrenara en un cine en todo Madrid por más que la busqué… de hecho, tuve que verla por medios no habituales. No me culpo, yo hubiera pagado de mil amores,  y hubiera contribuído al triunfo de otro musical, pero me niego a hacerlo por verla en una pantalla de ordenador. Sin mencionar que no entiendo el porqué, la película no es tan poco comercial para el común de los mortales. Quizás algún día se pueda adquirir en dvd legalmente… en cualquier caso, espero que esta crítica al menos sea útil para darla a conocer y que más gente pueda acceder a ella, porque sí, merece la pena.

Y con este artículo, voy terminando de completar mis críticas sobre los musicales estrenados prometidos.