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Crítica jupiter ascending (2015), por albert graells

Publicado el 10 febrero 2015 por Matias Olmedo @DragsterWav3
CRÍTICA JUPITER ASCENDING (2015), POR ALBERT GRAELLS
Sinopsis: Jupiter Jones nació bajo el cielo de la noche, y las señales apuntaban a que estaba llamada a grandes cosas. Aunque sigue soñando con las estrellas, su vida se reduce a la dura realidad de su trabajo como limpiadora de casas y a un sinfín de rupturas problemáticas. Y no es consciente del destino que la está guardando hasta que Caine, un exmilitar genéticamente modificado, llega a la Tierra para encontrarla; la razón es que Jupiter forma parte de una cadena genética extraordinaria que podría alterar el equilibrio de todo el Universo.
Mientras que “Man of Steel” es una más que evidente pero no oficial ni reconocida adaptación de “Dragon Ball”, “Jupiter Ascending” resulta considerablemente evidente como una muy poco discreta adaptación de “Sailor Moon”, en la que los hermanos Wachowski han añadido toques que van desde “Star Wars” al cine de Terry Gilliam pasando por “Digimon”, “Dragon Ball”, “John Carter”, “Harry Potter”, “Star Trek”, “Señales” y “Aliens, el regreso” entre otras muchas referencias, pero no han añadido ninguna sustancia X en la mezcla ni de ella ha salido ninguna supernada.
“Jupiter Ascending” termina por ser una desbordante absurdidad tan saturada de efectos digitales, de actuaciones sosas u horribles (incluyendo, lamentablemente, un despistado Eddie Redmayne) y de escenas rodadas pésimamente que el espectador es incapaz de asimilarlo y la película termina por agobiarle y haciendo que se pregunte cuanto tiempo falta para que termine.
Los hermanos Wachowski parece que alcanzaron con “Cloud Atlas” (la que personalmente creo es su mejor película) el máximo tiempo que han dispuesto de decente creatividad y ya no son capaces de ofrecer algo mínimamente atractivo y disfrutable. El guión es un seguido de tramas inconclusas, ideas absurdas, escenas ridículas, diálogos sin sentido y personajes incansablemente hostiables, sobretodo el personaje de Eddie Redmayne, Balem Abrasax, con el que los Wachowski tenían todos los elementos para hacer uno de los antagonistas malvados más espeluznantes, terribles y a la vez fascinantes de los últimos años, a la altura Light Yagami en “Death Note” o Johan Liebheart en “Monster”. Por desgracia los Wachowski creyeron, soy incapaz de entender la razón, que sería mejor hacer del personaje de Redmayne un malvado patético, absurdo, aburrido y ridículo. Tan mal construido está el personaje que ni siquiera Eddie Redmayne, uno de los mejores actores del mundo, ha sido capaz, a pesar de su evidente esfuerzo, de darle siquiera una pizca de convencimiento. Si los hermanos Wachowski pretendían eso hay que aplaudirles y felicitarles, porque se lo han currado.
CRÍTICA JUPITER ASCENDING (2015), POR ALBERT GRAELLS
Salvo James D’Arcy, que lo hace estupendamente bien, los demás actores están horribles, realizando todo ellos actuaciones sosas, impersonales y olvidables. Un balón de baloncesto hubiera mostrado más y mejores muestras interpretativas que Mila Kunis en ésta película, si dicha pelota se hubiese presentado al casting seguro que hasta le habrían dado el papel. En cuanto a Channing Tatum, sigue sin demostrarme que es buen actor y, como en casi la totalidad de sus películas, aquí únicamente está para mostrar cuerpo fibrado, paseándose con el torso desnudo en buena parte del film sin excusa alguna.
La imperdonablemente espantosa fotografía de John Toll daña más la vista que el gas lacrimógeno (y he tenido la dolorosa experiencia de sufrir, por dos veces, los efectos del gas lacrimógeno, así que no hablo por hablar). La mayoría de los planos están tan pésimamente encuadrados que dan ganas de coger la cámara y darle Toll en la cabeza con ella. Y en las escenas de acción, hasta un enfermo de párkinson ebrio y ciego movería mejor la cámara.
“Jupiter Ascending” se va tan ricamente a la mierda, y espero que el próximo trabajo de los Wachowski sea en el porno, puesto que si se les ha acabado la creatividad que hagan películas en un mercado dónde eso no importe.
Lo mejor: La actuación de James D’Arcy y el cameo de Terry Gilliam.
Lo peor: Todo lo demás.
Mi calificación es:CRÍTICA JUPITER ASCENDING (2015), POR ALBERT GRAELLS

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