Revista Cine

Crítica: La La Land (2016) Dir. Damien Chazelle

Publicado el 26 enero 2017 por Proyectorf @Proyectorfant

Ficha técnica: Título original: La La Land Guión y dirección: Damien Chazelle. Elenco: Ryan Gosling, Emma Stone, John Legend, J.K. Simmons, Finn Wittrock, Tom Everett Scott. Producción: Marc Platt, Jordan Horowitz, Fred Berger, Gary Gilbert. Distribuidora: Alfa Films. Origen: Estados Unidos, 2016 Duración: 128 minutos. Estreno: 26 de enero de 2017

El clásico camino de los sueños

La La Land, el nuevo film de Damien Chazelle (Whiplash), nuevamente nos introduce en el universo musical, en este caso a través del amor por el jazz, y de la nostalgia por su época dorada allá por los años 50s, además de sus constantes homenajes al cine de aquel momento y a Hollywood.

El film, que se divide en fragmentos acorde a las estaciones del año, inicia con una secuencia musical que transcurre en pleno embotellamiento en una autopista de Los Ángeles, que si bien resulta visual y musicalmente maravillosa, a algunos no tan fans del género musical, probablemente no nos genere demasiada emoción. Ya en esos primeros momentos, Chazelle nos dice algo acerca de lo que se viene: si la película tiene lugar en Los Ángeles, probablemente tenga que ver con actuación, con el anhelo de fama, con el mundo del espectáculo y con los sueños alrededor de todos los personajes que este universo involucre.

Inmediatamente después, el film nos presenta a Mia (la siempre genial Emma Stone), una barista que trabaja en un café dentro de los estudios Warner, pero que realmente llegó a L.A con el fin de desarrollarse como actriz, sueño que persigue, más o menos, hace seis años. A partir de una serie de encuentros fortuitos, Mia conoce a Sebastian ( Ryan Gosling), un joven amante del jazz con el alma destrozada porque su templo musical favorito ha devenido en un club de samba (y tapas), que además no consigue trabajo y quien para subsistir debe tocar villancicos en restaurantes de la zona.

Lo que sigue es, y sin dar muchos más detalles, la típica historia de "chica conoce a chico", con el plus de situarse en la cuidad de la fama, adonde todos van a perseguir sus sueños, y en búsqueda del éxito. Así, además de amor y atracción, nuestros protagonistas también comparten cierta desilusión con respecto al desarrollo de sus carreras.

Crítica: La La Land (2016) Dir. Damien Chazelle

Si bien La La Land me resultó visualmente cautivante -el virtuosismo de Chazelle y su equipo de fotografía es notable en todos los planos secuencia-, con buena música y con actuaciones excelentes -en especial la de Stone-; desde el plano narrativo me pareció algo endeble. Los personajes, que constantemente se profesan y juran amor, se separan a causa de la distancia geográfica que se genera entre ellos, y todo el conflicto parece muy apresurado, exacerbado, desorganizado y poco natural, en comparación a lo que el film venía ofreciendo hasta ese momento.

Además el film realiza una serie de planteos que invitan a debatir sobre lo clásico y lo moderno, primero en relación al jazz, pero también en relación al arte en sí mismo. Con La La Land, Chazelle hace lo mismo: contrapone (a veces en forma de crítica) lo clásico y tradicional del cine -mediante diálogos, vestimentas, escenografía e incluso coreografías- con lo moderno, porque recordemos que la película transcurre en la actualidad, aunque por momentos sus personajes parezcan de otro tiempo. Así Chazelle, de forma más o menos directa, intenta convencernos de que lo clásico puede ser una nueva toma de posición, provocación y hasta un acto revolucionario si lo comparamos con la actual y caótica modernidad líquida.

En síntesis, La La Land resulta una interesante producción cinematográfica, que además de interrogarnos sobre el pasado, presente y futuro del arte, renueva el género musical, aportándole frescura. Más allá del excelente manejo de fotografía y de la química que genera la dupla Stone-Gosling, el film falla en cuanto a lo narrativo, pero a pesar de eso, termina de consolidar a Damien Chazelle como uno de los directores del momento, con un porvenir por lo menos brillante.


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