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Crítica: Max Steel (2016) Dir. Stewart Hendler

Publicado el 26 junio 2017 por Proyectorf @Proyectorfant

Ficha técnica de la película. Título original: Max Steel; Origen: Estados Unidos; Año: 2016; Género: Ciencia ficción, Acción; Director: Stewart Hendler; Guión: Christopher Yost (Basada en el juguete de Mattel); Elenco: Ben Winchell, Ana Villafane, Andy García, María Bello, Mike Doyle, Billy Slaughter, Elizabeth Ludlow; Música: Nathan Lanier; Fotografía: Brett Pawlak.

En los últimos 15 años, diversas figuras de acción han sido llevadas a la gran pantalla, desde He-Man (1987) y Transformers (2007), hasta G.I Joe (2009) y Lego The Movie (2014). Si bien tuvieron resultados desparejos (tanto en calidad como en términos de taquilla), lo que estos filmes revelan es la intención voraz de la industria por captar al siempre difícil público infantil, ofreciéndoles personajes conocidos con los que puedan identificarse más fácilmente.

En este contexto, no sorprende la llegada a la cartelera de Max Steel, famoso juguete de la casa Mattel, muy popular entre los chicos durante la década del 2000. Con infinidad de modelos lanzados al mercado, y hasta dos series animadas, la millonaria franquicia ahora intentó llevar a su exitoso superhéroe al cine. El resultado, no obstante, está muy lejos de ser satisfactorio.

Crítica: Max Steel (2016) Dir. Stewart Hendler

Dirigida por Stewart Hendler (director de videoclips y comerciales televisivos), la película nunca logró superar las consecuencias de una producción caótica, que incluyó varios retrasos en la fecha de estreno y cambios abruptos en el guión de Christopher Yost (Thor 2: The Dark World). Obviamente, el pobre de Max no salió indemne de todo este desbarajuste organizacional.

El primer damnificado en todo este asunto es el argumento, inexplicablemente rebuscado, confuso y, al mismo tiempo, excesivamente básico. La historia sigue los pasos de Max McGrath, un adolescente conflictuado por la muerte de su padre (fallecido en un enigmático accidente en su laboratorio) que vive de mudanza en mudanza junto a su madre (María Bello). De un momento a otro, y sin motivo aparente, Max se da cuenta de que su cuerpo comienza a producir una extraña forma de energía llamada "energía turbo", y que sólo puede ser canalizada con la ayuda de Steel, un robot alienígena un tanto bizarro que aparece en su vida, también, de un momento a otro. De la conjunción simbiótica entre ambos nace Max Steel.

Crítica: Max Steel (2016) Dir. Stewart Hendler

A partir de ahí, Max comienza a disfrutar de sus nuevas habilidades, pero pronto empieza a ser perseguido por una misteriosa corporación secreta que busca apoderarse de sus poderes. Pero eso no es todo, ya que detrás de esa organización se encuentran los Ultra-links, una raza de robots extraterrestres que quieren destruir el mundo.

Si todo esto suena ambiguo o tirado de los pelos, es porque definitivamente lo es. Las falencias del guión y la torpeza narrativa de Hendler no sólo repercuten de manera negativa en la estructura dramática de la trama, sino que además obturan la posibilidad de articular un relato con un mínimo de coherencia y verosimilitud. En ese aspecto, Hendler consigue que una historia sencilla e intrascendente sea bochornosamente tediosa de seguir.

Ahora bien, el problema no es que sea intrascendente. Muchísimas películas divertidas (y hasta interesantes) lo son y está bien que así sea. Sin embargo, el hecho de que se trate de una producto pochoclero (de fábrica, plagada de estereotipos) no justifica dejar de lado los elementos básicos que hacen que una historia funcione. Ni siquiera Andy García y Maria Bello logran levantar el nivel general de la obra, dos actores muy talentosos cuya calidad aquí está visiblemente desaprovechada.

Crítica: Max Steel (2016) Dir. Stewart Hendler

Otro tanto puede decirse de las escenas de acción, que resultan escasas y previsibles como el resto del filme. En suma, se trata de un filme que no sólo tiene serios problemas para contar una historia, sino que además carece de todo tipo de gracia e ingenio para hacerlo.

Si el objetivo de esta adaptación era inaugurar una nueva franquicia cinematográfica al estilo de Transformers, está claro que, luego de esta primera entrega, la tarea será ardua y dificultosa. Y si, por otro lado, el propósito era atraer nuevos seguidores a la figura de acción de Max Steel, seguramente habrá que replantearse varias cosas, sobre todo para una película que ni siquiera logró recuperar su coste de producción en taquilla.

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