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Crítica moonfall (2022), por albert graells

Publicado el 11 mayo 2024 por Matias Olmedo @DragsterWav3
CRÍTICA MOONFALL (2022), POR ALBERT GRAELLS
De las 12 películas que he visto de Roland Emmerich como director, esta es, de lejos, la peor. Una atrocidad cinematográfica desastrosa de proporciones lunáticas (nunca mejor dicho) que carece de sentido, lógica y cualquier indicio de calidad cinematográfica. Un desastre cósmico que hace que la idea de un meteorito gigante estrellándose contra la Tierra parezca un alivio en comparación con la agonía de ver esta bazofia. Desde el primer hasta el último fotograma esta película es una experiencia tortuosa que debería ser evitada a toda costa.
El guion es una acumulación de absurdos y clichés que desafía cualquier intento de comprensión. Desde teorías conspirativas hasta giros de trama que se agrupan entre los completamente arbitrarios y los que son más predecibles que la salida del sol. La trama, con más agujeros que un queso gruyer, se tambalea de un lugar a otro sin rumbo ni razón cual borracho perdido en un laberinto de espejos, desplegándose de manera tan ridícula e inverosímil que resulta imposible tomarla en serio, a lo cual no ayuda unos diálogos más planos que una hoja de papel.
La falta de coherencia se ve agravada por las actuaciones lamentables de un elenco completamente desaprovechado. Donald Sutherland, el mejor actor del mundo, es relegado a un papel de extra glorificado, apareciendo en pantalla durante escasos 90 segundos y sin hacer más que ocupar espacio. No se levanta de la silla ni para ir al baño. Hacemos sólo una toma, dadme el cheque y me voy pa casa que quiero llegar para comer. Es un insulto a su talento y una pérdida de tiempo tanto para él como para el público. CRÍTICA MOONFALL (2022), POR ALBERT GRAELLS
Los demás actores intentan desesperadamente dar vida a personajes tan unidimensionales que parecen recortes de cartón con nombres pegados en ellos. Los pobres intérpretes intentan sin éxito recitar convencidos unos diálogos que suenan más como parodias malas que a conversaciones reales, y que no se creerían ni aunque estuviesen colocados con marihuana de la plantación de Lambhuamachucopoto. Sus sobrios esfuerzos son en vano, ya que la falta de sustancia en el guion hace que sus interpretaciones caigan en el vacío del olvido cinematográfico.
Los efectos visuales, supuestamente uno de los puntos fuertes de la película debido a su exorbitante presupuesto de 150 millones de dólares que hubiesen sido de más y mejor provecho prendiéndoles fuego, son poco más que un derroche de dinero malgastado. Las escenas de destrucción masiva y caos cósmico son tan exageradas y tan poco realistas que resultan más cómicas que impactantes.
En resumen, "Moonfall" es una ofensa al cine y a la inteligencia del espectador. Una aberración cinematográfica cuyo visionado es comparable a ver un tren descarrilando en cámara lenta, solo que en lugar de horrorizarte, te aburres hasta la muerte. Es una muestra de todo lo que puede salir mal cuando se juntan un guion absurdo, actuaciones mediocres y efectos visuales excesivos. Si alguna vez te encuentras en la situación de tener que elegir entre ver "Moonfall" o mirar fijamente una pared durante dos horas, te recomiendo la pared.
Mi calificación es:CRÍTICA MOONFALL (2022), POR ALBERT GRAELLS

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