Crítica: Revolutionary Road, de Sam Mendes (2008)

¡Volvemos a la carga! Por fin podemos decir que hemos vuelto, esta vez para quedarnos. Seguimos cortos de tiempo pero un poco más organizados. Yo ya no tengo dos trabajos, si no que he cambiado uno de los curros por un ciclo superior, pero da igual, Mientras Lees tiene que continuar :) Hoy os traigo una reseña que llevaba esperando un montón de tiempo, ya que Revolutionary Road fue la primera película que visualicé este año 2014. En unos días veréis una retahíla de reseñas pendientes que esperamos os gusten mucho. ¡Ahora vamos a leer!

Título Original: Revolutionary Road
Año: 2008
Duración: 119 min.
País: Estados Unidos
Distribuidora: Paramount España.
Director: Sam Mendes
Guión: Justin Haythe (Novela: Richard Yates)
Sinopsis: Años 50. Frank (Leonardo DiCaprio) y April (Kate Winslet) se conocen en una fiesta y se enamoran. Ella quiere ser actriz. Él sueña con viajar para huir de la rutina. Con el tiempo se convierten en un estable matrimonio con dos hijos que vive en las afueras de Connecticut, pero no son felices. Ambos se enfrentan a un difícil dilema: o luchar por los sueños e ideales que siempre han perseguido o conformarse con su gris y mediocre vida cotidiana.

Revolutionary Road es una película que junta a dos actores que adoro, como una pareja con graves problemas personales: Leonardo DiCaprio encarna al marido, Frank, y Kate Winslet le toca hacer de mujer reprimida, April.
Frank y April se quieren pero se están terminando por detestar. Discuten a cada segundo, tienen ya dos hijos y no saben qué hacer con sus vidas. Esa pareja joven que empezó llena de ambición e ilusión, se ha quedado relegada a unos monigotes dibujados en un papel roñoso. Estamos en plenos años 50 y el personaje que encarna Kate Winslet es… ¿cómo decirlo? Adelantadísimo para su época. Ella quiere vivir la vida, buscarse aventuras en otro país, huir de la monotonía, probar suerte como actriz… Pero él, su marido, prefiere la estabilidad, encontrar un empleo donde poder avanzar y formar una familia de miles de chiquillos correteando por la casa. Vamos, lo que le han enseñado: ser uno más en esta marea gris conformista.

La película transcurre con un ritmo lento, sosegado, que nos va adentrando en la vida íntima de esta pareja y de sus pensamientos como individuos, en sus problemas –o problemones- que nos llevan a la destrucción total. Todo el drama se desata cuando April, en un torrente de sinceridad, le propone a su marido huir a París. ¡Frank acepta! Pero entonces, cuando ya está todo planeado, April se queda embarazada. Otra vez.
Ella no quiere tener al niño. Pero él sí. Imaginaos la copla. Imaginaos por un momento tener que vivir en la vida de April. Tener que acatar las normas de Frank, tener que quedarse en Estados Unidos, sin ilusiones, sin poder vivir la vida que ella desea, cuidando niños que no desea tener, formando una familia que no es para ella, sino para él. Imaginaos por un momento en esa situación. Esa es la esencia de esta película para mí.

Aparte de esto, se me hizo algo pesada y lenta, y aunque los escenarios, la música y los vestuarios son bastante realistas, aun contando con la grandísima actuación de ambos actores principales, la película se me hizo insulsa. Me encantaría leer la novela, porque tal vez en ella hay mucho más que no se ve o no se muestra de forma explícita en la película. Eso sí, la escena final, un diez.

→Lo mejor: Kate Winslet y Leonardo DiCaprio de nuevo como pareja, más maduros, más guapos y más mejores en todos los sentidos.
→Lo peor: el ritmo, el tener la sensación de que la película no va de nada constantemente.
→Puntuación: 5/10

Escrito por Daichan
Daichan es un chico aficionado a la lectura desde que es joven, aunque confiesa haberse encontrado con serias dificultades para engancharse al bello arte de leer. Está estudiando Gestión de Alojamientos Turísticos y Ruso en la EOI. Es el marido de Kanon y co-fundador de Mientras Lees.