[Crítica] ‘The Crazy Ones’: Peter Pan y Buffy estrenan una comedia correcta pero sin personalidad

[Crítica] ‘The Crazy Ones’: Peter Pan y Buffy estrenan una comedia correcta pero sin personalidad

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Alberto Galisteo 2 octubre, 2013 0

Robin Williams (Hook, El Club de los Poetas Muertos, Jumanji… ¿de verdad tengo que poner sus trabajos más destacados para que sepáis quién es?) interpreta a Simon Roberts, un legendario genio de la publicidad. Su hija Sidney es Sarah Michelle Gellar (Buffy, the Vampire-Slayer, Crueles Intenciones, Sé lo que hicisteis el último verano… vamos, que si tampoco sabéis quién es ella debe ser porque no habíais nacido en los 90). Ambos llevan una de las más importantes agencias de publicidad. Simon es excéntrico y alocado, se siente inseguro, como si su mejor momento ya hubiera pasado (¿un reflejo de la situación actual del actor?). Sidney intenta mantenerlo con los pies en la tierra y de manera funcional.

Estas dos grandes estrellas del cine y la televisión protagonizan The Crazy Ones, la nueva serie de David E. Kelly (Boston Legal, Ally McBeal, El Abogado… en serio, gente, estos nombres tenéis que conocerlos). Una comedia ágil, con un ritmo estupendo que presenta a los personajes de manera sencilla y directa. Entre los secundarios, destacar a Zack Cropper, encarnado por James Wolk (Mad Men), que tiene una gran química con Robin Williams (la escena en la que improvisan un jingle en un restaurante es de lo mejor del episodio).

Williams, pese a sus buenos momentos, parece estar actuando con el piloto automático encendido. Tiene gracia, es bueno, pero da la impresión de que apenas se esfuerza. Por el contrario, Gellar, es una actriz forjada en televisión que se toma sus trabajos con mucha profesionalidad y eso se nota desde el minuto uno del capítulo. Quien haya visto Buffy completa recordará la enorme evolución como actriz que experimenta, con especial hincapié en el episodio The Body.

El título The Crazy Ones hace referencia a un famoso anuncio de Apple. El spot ya era bastante pretencioso y en el piloto de la serie también resulta algo pretenciosa la referencia al mismo. El show mezcla humor con momentos que pretenden ser conmovedores y que quizá en futuros capítulos lo sean. Por suerte, no llega al melodrama empalagoso de Ally McBeal pero claro, el formato de la serie (20 minutos por capítulo) no se presta a ello.

The Crazy Ones arrasó en su estreno con casi 16 millones de audiencia. Con tan buena acogida, siendo un piloto más o menos correcto, el carisma de sus protagonistas y la eficencia de su creador, probablemente nos encontremos ante una serie que durará varios años. Puede convertirse en un producto entretenido y de fácil consumo, aunque ojalá llegue más lejos y encuentre una personalidad y un humor propios que permita lucirse al reparto que tiene.

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