Las tendencias en decoración vuelven a estar inspiradas en la simplicidad y la sencillez, en el retorno a las raíces. Lo viejo, vuelve a ser nuevo, y los objetos y complementos con historia, llenos de recuerdos, vuelven a estar presentes. El reciclaje, la reutilización, recuperación, nuevas formas de utilización para y por la supervivencia de nuestro planeta.
Uno de los clásicos renovados es el crochet, tejido muy presente también en las pasarelas de moda de este año.
Esta técnica que utilizaban nuestras abuelas para tejer manteles, cubres, tapetes…, vuelve a estar de moda. Todo lo manual y artesanal está de actualidad y el ganchillo es una de las cosas que más gustan ahora para realizar prendas y complementos de hogar. A muchas personas, tejer ganchillo además les sirve de pasatiempo e incluso de terapia, para liberar estrés.
Los tejidos de punto aportan calidez a los interiores y los dotan de cierto aire vintage. Para añadir estos toques hogareños, basta con detalles simples, como una alfombra de lana, un puf de crochet…
Los pufs son una muy buena alternativa para decorar espacios; además de ser estéticamente bonitos, son piezas muy funcionales. Se pueden utilizar en cualquier rincón de un salón, de un dormitorio… Una pieza como ésta, hecha a mano, encaja muy bien en un ambiente contemporáneo. La textura del crochet aporta una calidez y un contraste perfectos dentro de un espacio de líneas simples y con pocas texturas.
Utilizando colores llamativos, con los complementos de ganchillo, nos alejamos de la estética “de la abuela” asociada a esta técnica, convirtiendo cualquier complemento en piezas a la última, que complementan la decoración de nuestras casas.
Si buscáis por internet complementos hechos de crochet, encontraréis muchísimas ideas para hacer con este material: guirnaldas, cojines, cubres, manteles, fundas, cestas, alfombras, pufs, bolsos, pulseras, collares, muñecos, lámparas…
Sed felices.
imagenes: apartmentherapy, paola lenti
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