Revista Atletismo

Crónica de la 37a Cursa El Corte Inglés

Por Pollizador93 @apm_93
El pasado domingo 12 de abril me desplacé al centro de Barcelona para correr una de las más grandes, la 37a Cursa El Corte Inglés. No había dormido mucho (unas cinco horas), pero no me encontraba especialmente cansado ni somnoliento. Sin apenas tiempo para calentar, entré al cajón de salida (el azul, el cuarto y penúltimo). Allí tuve cerca de un cuarto de hora de espera.
Se dio la salida bastante puntual -hacia las 9:30h- y yo crucé la salida unas decenas de segundos después. Por la cantidad de gente, se hacía difícil correr a gusto (también porque me estaba meando), pero tampoco tenía intención de esquivar y adelantar a gente de forma muy alocada. En el primer giro -encarrilando la Calle Aragó(n)- ya había bastante gente recortando por la calle, pero sólo era un aperitivo de lo que vendría después. La Calle Aragó(n) la hice más o menos a ritmo, pero a un ritmo muy lento (hacia 5'/km); básicamente al de un popuatleta del Corredors.Cat. Aún así, íbamos adelantando gente (¡algunos con dorsal-chip!, que debían haberse colado en la salida) a lo Alonso en sus buenos tiempos. Yo iba tratando de no forzar mucho, teniendo en cuenta que se acercaban los exigentes kilómetros de Montjuïc. Además, seguía sin correr a gusto; a lo de mearme, se le sumó un atroz calor -para mí cuerpo-, que me hizo sudar como si estuviera viendo una película de terror en un cine de verano. Por supuesta, también tenía la boca seca. En la parte final de la calle estaban los bomberos; y la gente pedía agua pero no la concedieron (más tarde se ve que sí lo hicieron). Llegó el giro a izquierdas que enfila la Calle Tarragona (¡por fin dejábamos atrás la tortuosa C/ Aragón!), un buen lugar para que riadas de gente volviera a recortar. Una prostituta vergüenza. Así de claro. Rápidamente llegué a la Plaza España, conocida por sus problemas de tráfico (no, no cambiará la cosa), aunque esta vez el tráfico era runner.
A partir de ahí, ¡comenzamos a subir! Primero por el falso llano de la la Avenida María Cristina (donde está la Fira de Barcelona), que sirve un poco de aperitivo. Giro a la derecha, para arrancar el tramo de Montjuïc, y otro más con mucha gente recortando por la acera. La primera subida se me hizo muy dura, aunque iba adelantando a mucha gente (creo que también dejé atrás al de Corredors.Cat), sobre todo porque el calor me estaba matando (no lo esperaba, la verdad). Sólo deseaba llegar al final de la subida, donde se situaba el primer avituallamiento. Costó un poco, pero llegué. Cogí una botella de agua, que apuré con mi habitual ritual (beber, mojar piernas, tirarme por encima...). En la bajada posterior hice una maniobra bastante extraña, porque estaba a punto de pisar la acera y no quería hacerlo. Luego tocó subir otro repecho [ver foto (hecha por David Jiménez)] para llegar a los aledaños del Estadio Olímpico Lluís Companys (se hacía por 25ª vez en la prueba). En la entrada se situaba el primer punto de control de chips en carrera (para ser benévolos con la gente que sube Montjuïc por las escaleras mecánicas); era el kilómetro 5'9. Pasé con unos 31' perdidos, aunque luego me enteraría que fueron 29'41". En fin, que eso de bajar de 48' y hacer MMP (la idea inicial) lo veía casi imposible. Aún así, siendo como soy y sabiendo que había bastante terreno favorable hasta el kilómetro 10, había que intentarlo. Puse una marcha más sobre el tartán y salí del estadio (la verdad es que no fue un momento tan especial como otras veces). En la salida del estadio todo el mundo recortó por la acera. Yo, en cambio, hice unos metros de más para correr por la carretera (como se debe hacer... por respeto a los demás). Me giré para atrás para ver si había dado ejemplo y sólo vi a otro corredor por la carretera. Me quedo sin palabras. Algunos dirán que la solución pasa porque yo también recorte, pero no sería justo conmigo mismo ni con el resto de los participantes (me imagino que siempre habrá alguno que correr legalmente). Lo suyo sería expulsar de la carrera a esta gente, pero quizá nos quedaríamos cuatro... ¿y quién iba a inscribirse el próximo año? Yo no voy a dar lecciones de nada a nadie (nunca lo he hecho, porque ni soy nadie ni soy perfecto), pero me jode que 'mi familia' actúe así, sin respetar algo que otros compañeros sí respetamos (yo no siempre lo he hecho, que quede claro, pero como ahora lo hago, pues quizá alguien más se anime al leerme). Bueno, ya me he quedado a gusto. Seguimos. La salida del estadio daba comienzo al tercero de los repechos -el más corto, pero quizá el más duro-, que tenía el premio de albergar el segundo de los avituallamientos y que subí sin mucho a remarcar. Tras coger la botella y hacer el típico ritual, coroné el repecho y me lancé para abajo. En la bajada me encontré con un altísimo popuatleta -que después dejaría atrás- que suelo ver por Can Dragó. Por otra parte, yo iba bajando a buen ritmo, mientras veía como seguía el show de los recortadores.
Llegué a la Calle Lleida -que sigue siendo favorable- y me puse a ritmo crucero para mí (debe estar en 4'/km o así), intentando buscar la MMP (quedaban menos de dos kilómetros para el km. 10). Luego llegó la Calle Floridablanca, que es una de las prostitutas del atletismo popular de Barcelona. Es una calle en la que las desinfladas, las pájaras, son bastante habituales y se ven ritmos muy dispares en corredores de nivel similar. Pero por suerte yo me encontraba bastante bien (¡suerte de las dos botellas de agua!) y las piernas iban respondiendo notablemente. Giré a la izquierda, buscando el km. 10 -y la Plaza Universitat-, pensando en encontrarme el crono en 50' y pico. Llegué al cartel donde se marcaba dicho kilómetro, pero las alfombras de chips no estaban allí. Tras unos metros oí el clásico y orgásmico sonido de los pitidos que hacen las alfombras chipiosas en su cópula con los chips. Me pareció ver que el crono marcaba 47' y pico, pero no lo acabé de ver bien. Luego volví a mirar y confirmé lo visto. ¡iba a hacer marca! Apreté un poco para pasar dichas alfombras (o 'alfombras') y seguidamente bajé el ritmo. Giré a la derecha y allí estaba la Calle Pelayo (o Carrer de Pelai), en ligera bajada. Volví a cambiar el ritmo, pero aún no iba del todo rápido. A falta de 150 metros -a punto de girar a la izquierda y enfilar la Plaza Catalunya- sí hice un cambio notable para llegar rapidito a meta. El crono marcaba sobre 51'.
Al final, fui 877º entre los corredores con chip amarillo (creo que éramos unos 9.000 inscritos), con un tiempo oficial de 50'59" y real de 50'07" (sobre 10,766 km). El paso por el kilómetro 10 lo hice con un tiempo real de 47'02", confirmando MMP para un 10K. Aún queda mucho por mejorar, pero es bueno ir progresando.
En fin, una carrera que me deja contento y animado. Mejorar mi MMP en más de un minuto y medio (estaba hecha en la Media Maratón, pero bueno) estuvo muy bien. Pero me quedo con cómo me encontré en los últimos kilómetros (lástima de calor y las apreturas para correr de los primeros kilómetros). Y sobre todo me quedo con lo que es participar en una fiesta deportiva de tal nivel, con 81.014 inscritos (¡casi nada!). Además corrí sin molestias.
Ahora toca seguir entrenando (ya me reincorporé ayer lunes) de cara a la 31ª Milla Sagrada Família (26 de abril), donde también espero hacer MMP. Y donde, como el domingo, también correrán Víctor David (como júnior) y David (en mi serie).
¡Esto es todo por el momento! Ya os contaré cómo ha ido esta semana.
¡Gracias a tod@s!
¡Abrazos! :-)

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