Revista Cine

Crónica Sitges 2012: "A Fantastic Fear of Everything" el disparatado Final Countdown de Simon Pegg

Publicado el 12 octubre 2012 por Fimin

12 de Octubre del 2012 | etiquetas: Festival de Sitges, Festivales 2012 Twittear cronica-sitges-2012-a-fantastic-fear-of-everything-el-disparatado-final-countdown-de-simon-pegg

A Simon Pegg le entra el cangelo, y del bueno, en "A Fantastic Fear of Everything", una disparatada y alucinada comedia de terror que ha causado furor bailando al ritmo del obsoleto "The Final Countdown" de Europe.

¿De qué va?

Jack es un escritor de libros infantiles que se dispone a dar el salto al mundo del cine. Para ello, planea una historia de asesinos en serie. Lleva tanto tiempo con este proyecto, que se le está quedando muy adentro. Jack no espera que, una noche, tanta obsesión reviente y se materialice en una experiencia pesadillesca, en la que deambulan fantasmas, villancicos y las mujeres de la lavandería.

¿Quién está detrás?

Significa la ópera prima de Chris Hopewell y Crispian Mills. El primero debuta tras labrarse una reputación como realizador de videoclips, incluyendo trabajos para Radiohead, Scissor Sisters o The Killers. El segundo es un artista multidisciplinar, cantante de la banda Kula Shaker.

¿Quién sale?

El gran Simon Pegg sumergido en constante paranoia pesadillesca transitada por asesinos en serie, fantasmas, villancicos y las mujeres de la lavandería.

¿Qué es?

En la boca del miedo + After Hours

¿Qué ofrece?

Una delirante comedia de terror que como bien ha presentado su propio director, funciona como evocador guiño al cine experimental de los 60 así como al teatro, con tres actos bien diferenciados en tres diferentes escenarios y un actor principal cuya particular fisicidad, y sobre todo, grandilocuente gestualidad, se convierten en el inmejorable vehículo para dar forma a este estrambótico artefacto humorístico en el que la paranoia, el delirio, la alucinación y el inconfundible cinismo británico se adentran de forma onírica en los miedos más cognitivos y personales de su atrurdido protagonista. Para el recuerdo quedan desternillantes momentos musicales como la disparatada reinterpretación del "The Final Countdown" de Europe. Solo por ello, vale la pena.

Nota: 6.5 / 10


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