Revista Cultura y Ocio

Crónica: The Cynics – Sala Ego Live – Alcalá de Henares – 31/05/12

Publicado el 04 junio 2012 por Nglm

Crónica: The Cynics – Sala Ego Live – Alcalá de Henares – 31/05/12

Los momentos previos a un concierto siempre suelen ser un manojo de expectativas sobre qué canciones ocuparán el setlist, con qué predisposición saldrá esa banda que tanto tiempo has esperado para ver -o de la que no te cansas de repetir durante una misma gira- y otra serie de factores que se desvanecen en el irrepetible instante en que suena el primer acorde: es uno de tus grupos favoritos delante de ti y si no, es que te has equivocado de concierto o sólo has ido a ver qué pasa. Pero todo eso no tuvo lugar antes de ver en directo a The Cynics. Quizás por despiste, después de caminar un rato por la ciudad de Cervantes, nos encontramos con la puerta de El Sueño de Lola, el local en el que esperábamos se realizase el concierto y que se encontraba cerrado, algo extraño siendo la hora de los teloneros. Los del bar de al lado, que nos trataron amablemente, nos comentaban que al parecer se habían cancelado todos los conciertos previstos para la sala. La estupefacción nos abordaba por momentos: ¿había concierto pero en otro lugar o tocaba volverse a casa con la mejor cara de imbécil? Ni siquiera aparecían más despistados y rondaba la fantasía de la realidad paralela, todo empezaba a parecerse a un sueño de Antonio Resines -un referente muy castizo para hablar de una banda americana de garage revival como The Cynics-. Ni un cartel en la puerta del garito y en el facebook de Michael Kastelic se podía leer: Alcala tonight, sí pero ¿dónde? Entre tanta empanada y confusión tras ver el myspace del grupo y leer como emplazamiento el local en el que estábamos, tuvimos a bien volver a buscar el concierto por internet y ¡al fin! apareció, ergo lo teníamos o mejor dicho Ego, que es el nombre de la sala en la que se cumplía aquello de Alcala tonight -a veces tener internet en el móvil nos humaniza si es para encontrar un concierto-. Taxi mediante llegamos a la sala, sonaba música y eran The Cynics: ¿nos habríamos perdido buena parte del concierto?

La primera reacción fue entrar en la sala lo más deprisa posible; desde fuera se escuchaba lo que parecía What she said. Que el concierto había comenzado era un hecho, pero esperábamos que no hubieran sido demasiadas las canciones presentadas hasta el momento. Tras preguntar resultó que apenas habían tocado tres, pero ningún clásico todavía. Probablemente habría sonado ya ese impresionante trallazo llamado I Need More de su último disco Spinning Wheel Motel. Cuando Michael nos concedía su entrevista para NGLM, decía que precisamente la letra de I Need More representaba mejor que ninguna otra lo que había sido su carrera. Y sí, es evidente que The Cynics llevan mejor que nadie y de puerta a puerta ese rock and roll sin tapujos que tiene muy claro dónde está su sitio, en un rincón en el que sólo caben unos pocos: siempre abierto pero sin la necesidad de mendigar por nuevos miembros. En esta gira la ventaja era clara, con tiempo suficiente para haber interiorizado su anterior disco, lo más reciente dejaría posiblemente un ligero regusto a nuevos clásicos. Después de situarnos, y ver con detenimiento un escenario perfectamente atrezado con carteles de la gira, no tardó en sonar All Good Woman; la fiesta comenzaba para los recién llegados. En un primer momento los ánimos estaban algo tibios a pesar de que Kastelic ofrecía espectáculo constante mientras Kostelich, Kaplan, y González ejercían una gran sobriedad para que el concierto transcurriese por los cauces de calidad habituales.Y fue enlazar ese éxito de siempre llamado Baby what’s wrong with me con la no menos espectacular Way it’s gonna be para que se desatase la locura. Los bailes se generalizaron y la verdadera fiesta acababa de comenzar. Una celebración del rock and roll sin descanso, trallazo tras trallazo, la energía del directo de esta banda de Pittsburgh -ahora cincuenta por ciento española- se mantuvo desde el comienzo hasta los bises. La noche estaba reservada a los más puristas de la formación, y espectaculares sonaron grandes canciones como No Reason, Get My Way, Close To Me, Yeah!, la melódica Junk de su último disco -en la que Kastelic tuvo algún que otro problema hasta encontrar el tono- o Cry! cry! cry!

En definitiva un más que deleitoso rato de música en el que el especial agradecimiento de NGLM va para Michael y Bárbara que nos acreditaron para cubrir el concierto.


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