Crucero Fiordos noruegos (Parte I). Flam, Hellesylt, Geiranger

Lo escrito a continuación es el relato vivido, dentro de una programación más rígida, de nuestras vacaciones de finales de junio de 2.009, a bordo del Costa Mediterránea -uno de los barcos emblemáticos de la compañía Costa Cruceros- zarpando desde Copenhague y en ruta para los Fiordos Noruegos.
Algunas de las excursiones y lugares visitados lo han sido bajo la programación de la compañía, otras han sido efectuadas "por libre", de ahí que ¡quizás! nos dejemos lugares encantadores por visitar y no pueda trasladar a los lectores un apartado para mí importante: dónde hospedarse y dónde deleitar "in situ" la gastronomía local. Pero si a alguien le puede valer esta experiencia ya quedaré satisfecho.
Ya a bordo, y aunque ya conociamos el barco de otro viaje, cualquiera alucina con las preciosas instalaciones que se ubican en su interior. Así que, acomodación, visita a la piscina-spa, meriendita, un buen coctel y a prepararse para la primera cena y primer espectáculo en el inmenso teatro. Toda la noche y el día siguiente de navegación y atraque a las 8 de la mañana en

Flam, la puerta de entrada para los fiordos, ya en Noruega.
Antes que nada me gustaría describiros qué es un Fiordo. Palabra de origen noruego cuyo significado es un valle con una profundidad exagerada por efecto de un glaciar, normalmente estrecho, con los lados muy empinados y que se extiende por debajo del nivel del mar como consecuencia de su deshielo.
Flam ó Flaam está situado en uno de los brazos más interiores del fiordo de Sogne, el más largo de Noruega, pues penetra más de 200 Km. tierra adentro. Está en cuadrado en el valle de Naeroy. Realmente Flam, se trata de una auténtica aldea y, realmente no se puede añadir nada más. La noticia más importante que se viene dando de este pequeño pueblecito, situado entre el fiordo y un precipicio a plomo sobre el mar, es la llegada de un barco con turistas. Pero su importancia viene dada por las excursiones que, partiendo desde aquí, se pueden realizar a otros lugares. La más popular y su verdadera atracción es poder tomar el singular tren que elevándose 900 metros garantiza un panorama espectacular hasta llegar a Myrdal y que es de obligada visita.
Efectúa una parada dónde podremos encantarnos con la inmensa y hermosa cascada de Kjosfoss (verdadera joya del viaje y que podremos deleitar, de nuevo, en la parada que también realiza a la vuelta). Ver caer tan cerca una inmensidad de agua desde 93 metros de altura, deleitarte con un mini espectáculo musical te transporta (aún ligeramente mojado) a tiempos lejanos. Ya en lo alto de Myrdal, teneis dos opciones: continuar con cambio de tren hacia otros destinos a través del túnel de Gravhalsen, bajando por el valle Raundasalen hacia Voss, cerca del Lago Vangs ó bajar a pie disfrutando de nuevas cascadas hasta la siguiente estación ya en ruta de regreso. Nosotros optamos por esta última pues queriamos disfrutar al máximo de la naturaleza.
Los billetes se pueden sacar en la misma estación aunque yo os sugiero ante la elevada afluencia de turistas que ya los lleveis reservados via internet. La dirección http://www.nsb.no/ . El trayecto dura 1 hora y el precio (ida y vuelta), en nuestro caso 1 Senior y 2 Adultos, fué de 1.340 NOK= 148 Eur.
Próximo destino: HELLESYLT y GEIRANGER: " La cima del país de los fiordos".
Este puede ser el nombre apropiado para definir la región septentrional de los fiordos que se clavan en el paisaje, rodeados de montañas escarpadas, glaciares y violentas cascadas. Completando información sobre la teoría de su formación deciros que hace casi 3 millones de años, Noruega estaba cubierta por un casquete de hielo que era más fino en la parte costera que en el interior. Cuando el clima se hizo más templado el deshielo produjo impetuosos cursos de agua que, en su huida hacia el mar, excavaron el terreno cada vez de forma más profunda. Los valles se vieron entonces anegados por el oceáno, formando de esta forma los fiordos.
Después de atravesar el Storfjorden iniciamos el recorrido del fiordo Sunnlysfjord, en cuyo final se enclava Hellesylt, aproximadamente a 100 Km de distancia del mar abierto. El crucero programaba dos paradas en este día para desembarcar. La primera, Hellesylt, un pequeñísimo pueblo desde dónde se podían realizar excursiones excesivamente largas ( 7 horas y media ) para llegar al otro punto programado de desembarque: Geiranger. Nosotros optamos por desembarcar directamente en Geiranger para poder disfrutar, en el recorrido con el barco, de las vistas del fiordo más bonito de Noruega.
Es por ello que, en lo relativo a Hellesylt, me limito a describiros la ruta que siguieron los excursionistas sin tener vivencia propia de la misma salvo en lo que, más adelante, describiré de Geiranger. Desde Hellesylt se pueden visitar sus homónimas cascadas que se precipitan sobre su fiordo. A través de los condados de Moere og Romsdal y Song og Fjordane llegamos al lago más profundo de Europa: el Hornindal (514 mts.). Desde allí se llega al Nordfjord, para continuar a lo largo del rio Stryn, famoso por la pesca del salmón, y desembocar en el lago Hjelle. La carretera de Strynfjell, es un camino con numerosas curvas que atraviesa el puente Jolbrua y bordeando el rio nos llevará a dirección a Djupvasshytta para encarar la cima del monte Dalsnibba.

GEIRANGER.

El fiordo de Geiranger ( Geirangerfjord ) es el último brazo y ramal del Sunnlysfjord y es Patrimonio de la Humanidad declarado por la UNESCO. Su belleza es realmente impresionante y su navegación fascinante. Las joyas de la corona de este fiordo lo representan sus bellísimas cascadas y la sublimación viene representada por tres de ellas: " Las siete hermanas", " El velo de la novia" y "El pretendiente". Está última se encuentra en el lado opuesto a las anteriores y el descenso de su agua, según la leyenda, sigue siendo un reto para conseguir el amor de una de las hermanas. El "velo de la novia" deja transcurrir el agua, desde una considerable altura, de forma tan dispersa que en su caida asemeja un velo. La cascada de las siete hermanas, la forman siete cascadas perfectamente diferenciadas en el mismo conjunto. Fue retocada ligeramente en los años 30 para dividir de forma más cuidadosa su caida y conseguir de esta forma un efecto realmente espectacular. ¡Que pena que el crucero seguía avanzando, aunque es una visión difícilmente de olvidar!.


Geiranger es una pequeña localidad que cuenta con un hotel de 450 habitaciones (dónde se hospedan los Reyes de Noruega) y que, en verano, recibe diariamente la visita de 5 a 6.000 turistas. Con sólo ascender 3 Km. ya nos encontramos a una cota de 250 mts. sobre el nivel del mar y allí dispondremos de un espléndido mirador dónde podremos tomar la vista más reconocida de Giranger y su fiordo. Nos encaminamos a coronar el Monte Dalsnibba, a 1.500 mts. de altitud. Antes, a 1.030 mts. de altitud y después de recorrer 22 curvas de 180 grados por una carretera construida entre 1.881 y 1.889, con 14 puentes, hemos podido apreciar multitud de cascadas y apreciar el típico color azul de los glaciares. Son 22 Km. de ascensión, con una pendiente del 8/9 %, que si los recorriesemos en línea recta serian tan solo 5 Km.


Llegamos al Lago Djudvas. La visión es impactante, pues se encuentra totalmente helado. Un buen chocolate caliente y el autobús recorre el último tramo (dónde es necesario tomar un ticket) para coronar el Monte Dalsnibba. A pesar de tener un día más bien soleado el frío se deja notar y es recomendable abrigarse. Las vistas, hacia Geiranger y su fiordo, espectaculares. Como dice la leyenda, apilamos unas cuantas piedras, pues de esta forma volveremos a visitar Noruega. La pena es que se echó un poco de niebla y no pudimos observar toda la belleza del glaciar Briksdal.

...... Aquí acaba la primera parte de este viaje. Ya está en cocina la parte II.
Salud, ciudadanos viajeros, y no dudeis en realizarme cualquier tipo de aportación que podeís enviar via mail.