Cuaderno de Bitácora de la Crisis: El nuevo rumbo del aeropuerto de Murcia

 
Tal vez sean los aeropuertos construidos en la última década las infraestructuras que mejor definan un modelo de fracaso y expliquen a las generaciones venideras parte de las razones que condujeron a un país a la peor crisis de todos los tiempos.
España cuenta hoy por hoy con 52 aeropuertos, una cifra difícil de justificar ante nadie con sentido común. Sin embargo, el mercado, como siempre ha hecho, se ha mostrado inflexible y ha castigado tal disparate poniendo a cada nueva instalación absurda en su lugar. A pesar de ello, los distintos aeropuertos-fracasos se han reinventado en estos tiempos (excepto el de Castellón, que sigue sin haber recibido ni un solo avión y acumula cardos y hierbajos en su pista de aterrizaje para bochorno de muchos políticos) y han agudizado su ingenio con el fin de salir adelante.
Así, el aeropuerto de Lérida (inaugurado en 2010 con una inversión de 100 millones), tras perder varios operadores se ha quedado únicamente con un vuelo con Palma de Mallorca, pero ha encontrado un modelo factible: ha optado por ofrecerse a la industria aeronáutica y la empresa Singular Aircraft desarrolla en el aeródromo catalán un ´drone´ o avión no tripulado. Lérida también se vende como punto de estacionamiento y mantenimiento de aviones comerciales, así como lugar de desguace para los aparatos que han terminado su vida útil.

Avión Drone

Otro tanto ocurre en Teruel (40 millones de inversión y abierto, sin aviones, en febrero de este año), que se dedica a la formación de pilotos, a vuelos no tripulados y como lugar para aparcar y mantener aeronaves de todas las compañías del mundo. Incluso no se descarta que en un futuro pudieran operar viajes espaciales desde el aeropuerto turolense (me imagino el titular de prensa de este primer vuelo).
Huesca se ha convertido en un circuito de velocidad y en emplazamiento para grabar anuncios de vehículos (poca rentabilidad para la gran inversión que necesitó) y Ciudad Real (tal vez, junto a Castellón, el modelo que mejor ejemplifica los excesos de una época que no podemos consentir que vuelva), donde Pedro Almodóvar grabó su última película, va a subasta.
El Gobierno de la Región de Murcia decidió el pasado 13 de Septiembre quitarle la concesión a Aeromur por incumplimiento de contrato después de demasiado tiempo dando vueltas a un tema que se ha enquistado en la Región y que ahora igual podría despejarse. A partir de ahora, habrá que esperar el nuevo rumbo que marca esta infraestructura para saber si despega definitivamente antes de primavera o tiene que reinventarse como otros aeropuertos españoles nacidos durante la crisis. Espero que sea la primera opción.
Fuente: Diario La Opinión de Murcia.