Revista Cultura y Ocio

¿Cuál es el objetivo del personaje principal?

Publicado el 08 octubre 2014 por Ana Bolox @ana_bolox
objetivo del personaje principal

El objetivo del personaje principal.

Los personajes necesitan objetivos

Las necesidades o los deseos de un personaje dan lugar a que éste se plantee un objetivo. Por tanto, son esas necesidades o deseos los que van a mover la historia. Sin embargo, uno de los errores más comunes de los escritores nóveles es que sus personajes no tienen ninguna motivación y, por tanto, carecen de objetivos. Y una novela en la que los personajes no poseen objetivos es una novela sin rumbo, una novela que puede ir a cualquier parte, pero cuyo destino casi con  total seguridad será el cajón de los textos olvidados.

¡Y es una lástima! Has tenido una idea que puede dar para una buena historia, has creado un personaje que le va como anillo al dedo, pero te has olvidado de asignarle una meta. La historia, entonces, empieza a zigzaguear, el personaje avanza hacia ninguna parte, la trama comienza a perder sentido y la estructura sobre la que pensabas construir esa novela se viene abajo.

Eso no puede suceder nunca en tu historia. Los personajes necesitan objetivos, porque son estos los que conducen la historia. De modo que uno de tus primeros cometidos cuando empieces a planificar una novela será el de marcar unos objetivos claros tanto a tu personaje protagonista como al antagonista.

 

Por qué son importantes los objetivos

¿Pero por qué es tan importante que tu protagonista tenga un objetivo? Porque el conflicto que fijes para la historia va a girar en torno a esa meta, es decir, el objetivo de tu personaje es lo que le motiva.

Por otra parte, el escritor, al colocar obstáculos entre el personaje y la consecución de su objetivo, está creando tensión y ésta es la que mantiene al lector pegado a la página. Ten siempre en mente que el objetivo concreto que has fijado para tu personaje y los grandes obstáculos que sitúes entre ambos son lo que crean la acción dramática de la novela y lo que va a forzar al personaje a luchar por conseguir la meta que se ha fijado, a crecer y, algo imprescindible, a cambiar, tal y como se explicaba en la entrada anterior, ¿Quiénes son el protagonista y el antagonista de tu historia?

Otra razón por la que el objetivo es tan importante es porque el personaje va a actuar según sus motivaciones, lo cual dará vida a la historia y la hará avanzar. Por esta razón es imprescindible que conozcas bien a tus personajes, en especial a los principales. De hecho, antes incluso de plantearte el objetivo que va a tener tu protagonista, debes hurgar en la vida de tus personajes hasta conocer su esencia. Después, pregúntate cuál es su objetivo. ¿Qué es lo que desea lograr?

 

Tipos de objetivos

Luego, además, ten en cuenta que hay distintos tipos de objetivos: objetivos internos o personales y objetivos externos; objetivos a corto plazo y objetivos a largo plazo.

  • Objetivos internos: cuando planteas este tipo de objetivos, tienes que poner al personaje contra las cuerdas desde un punto de vista personal, es decir, tiene que probarse a sí mismo en la carrera emprendida hacia la consecución de ese objetivo personal que persigue: ser mejor marido, ganar una medalla olímpica, ascender en el escalafón de una empresa para mejorar la vida de su familia…
  • Objetivos externos: con los objetivos externos colocas al personaje en una situación en la que todo depende de él: salvar al mundo de una catástrofe natural que acabará con la especie humana, salvar al presidente de los EE.UU. de un ataque terrorista, desactivar una bomba que hará saltar por los aires toda una manzana… Ya sabes de lo que hablo.
  • Objetivos a corto plazo: no deberían ocupar más de una escena o, como mucho, unos cuantos capítulos. Los utilizarás para hacer avanzar la historia de una escena a otra y dar consistencia a la historia, esto es, unir cada pedazo de ella con el siguiente de forma suave.
  • Objetivos a largo plazo: estos, sin embargo, han de prolongarse a lo largo de toda la historia y, por tanto, deben gozar de la suficiente consistencia (es decir, ser suficientemente potentes) para que puedan mantenerse atractivos para el lector y actúen de gancho constante que lo mantenga pegado a tu novela.

Por tanto, anota cuál es el objetivo del personaje principal y cuál el de los secundarios. Idea cómo vas a desarrollar la historia para que la consecución de ese objetivo principal o a largo plazo vaya avanzando poco a poco, sin brusquedades ni sorpresas de última hora que lo arreglen todo con un repentino deus ex machina que tanto defrauda al lector. Y, por otra parte, utiliza los objetivos a corto plazo o secundarios para unir escenas o capítulos de manera que tu historia tenga consistencia y continuidad.

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Fotografía: Sylwia Bartyzel, Unsplash.

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