Revista Cultura y Ocio

¿Cuáles son los secretos de un buen bailarín?

Por Asb Centre Pedro Gea @ASBCentre

Hay muchas formas de bailar: existen bailes tranquilos, bailes más movidos, bailes con muchos pasos para aprenderse, etc. Pero es que además existen muchas maneras de relacionarse con el baile: no será lo mismo que una persona apasionada te baile unos pasos de salsa que una persona desmotivada probando de coordinar algún movimiento.

Ser un buen bailarín

Y aún así, por muy motivado que uno pueda estar, siempre habrá cosas en las cuales poder mejorar para crear una perfecta fusión con el baile que estemos haciendo.

El portal “Encuentros con el baile” repasa algunos de los trucos más comunes de los bailarines. Estos son:

1. Sentir la música: esto es lo principal. Como bien apuntan en el artículo, uno mismo se puede educar con conocimientos para saber distinguir tipos de baile, pero lo más difícil es sentir la música y ponerla dentro de ti. Se trata, pues, de absorber las notas musicales con cada poro de piel para dejar que fluya en nuestro interior y realizar así lo que nos pueda pedir el cuerpo.

Todas las personas que se dedican a la música, sea de la rama que sea, tienen esta característica en común: para ellos la música es mucho más que una mera combinación de notas. La música debe tenerse en cuenta como necesidad básica, por lo que vivir sin ella sería un error.

Esto a la hora de bailar lo vas a notar: sentir la música dentro hará que los movimientos salgan prácticamente solos. Es importante seguir bien el ritmo, pues a nadie le gusta ver algo que está mal coordinado. Cierra los ojos y disfruta de lo que oyes.

2. ¿Sabes todo lo necesario sobre los distintos bailes que te gustan? Cada uno de los bailes tiene su origen y de allí sales u ritmo y sus pasos. Nos conviene saber si por ejemplo, su época, contexto, etimología de la palabra, etc. Muchos ritmos han nacido en espacios callejeros, incluso a modo de reivindicación o cambio. Sin ir más lejos, el propio merengue surgió en Estados Unidos, de cuando aún había esclavitud. Ellos mismos empezaron a desarrollar este baile para olvidar las penas y el duro trabajo en los campos al cual estaban ligados. El hecho de que los pies de los esclavos llevaran grilletes de 10 quilos de peso es una razón para comprender porque el merenge se baila a tocar del suelo.

3. Cuanto más bailes, mejor lo harás: es de cajón, si practicas mucho una cosa al final cada vez te sale mejor. Es como cuando cocinas un plato: la primera vez difícilmente te saldrá bien, pero a copia de irlo probando te acabrás convirtiendo en experto. Pues bien, aquí es lo mismo. Si te interesa mejorar debes ponerle de tu parte. Puedes practicar en casa con ayuda de los videos que se encuentran colgados en Internet (en sitios como Youtube o Vimeo)

4. ¿Con quién bailas? Trata de entenderle: la buena química entre una pareja de bailarines se consigue a copia de practicar mucho y de que haya feeling entre los dos. Una buena forma de conseguirlo es hablando con él o ella lo máximo para entender sus reacciones y conocer sus pensamientos. Solo así se conseguirá la magia. El artículo también apunta que se debe evitar discutir: si con una persona no te entiendes del todo bien cámbiala, es mejor esto que no forzaros a encajar, porque a la larga igualmente acabaríais a discutidos y es mejor prevenirlo si se puede.

5. Por último debéis tener siempre en cuenta que la práctica continua de baile os hará cambiar. Primeramente vuestra actitud, ya que poco a poco será más abierta y seguramente más alegre, pero también el cuerpo: no olvidemos que bailar es similar a hacer deporte y se acaban desarrollando algunos músculos más que otros.

Estos son, pues, los trucos más relevantes para poder llegar a lo más alto como bailarín (o, como mínimo, para intentarlo). Como veis son consejos muy sencillos y tanto sirven para personas que están empezando como para los que ya llevan un poco de bagaje en el tema. Seguirlos, acompañados de una actitud positiva os permitirá no sólo mejorar sino también sentirse mejor con vosotros mismos. ¡Animaros a probar y ya nos contaréis!


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