Cuando el alba se tiñe de rojo (Un vaquero llamado Gannon) (USA, 1968)

 Título original: A Man Called Gannon

Director: James Goldstone

Guion: D.D. Beauchamp, Borden Chase, Gene R. Kearney. Novela: Dee Lindford

Música: Dave Grusin

Fotografía: William Margulies

Género: Western

Reparto: Anthony Franciosa, Michael Sarrazin . Judi West. Susan Oliver. John Anderson. Harry Basch. James T. Callahan. Harry Davis . Jason Evers. Eddie Firestone. Eddra Gal. Gavin MacLeod. Lev Mailer. Ed Peck. Jack Perkins. Cliff Potts. David Sheiner. Robert Sorrells. James Westerfield. Terry Wilson

Argumento

Gannon, un vaquero experimentado que viaja con su silla y sin caballo, sin pagar, en un tren, decide involucrarse en la suerte de un muchacho que está como él, sin blanca, y le saca de un apuro cuando está el chaval a punto de perder su mano derecha en las vías del tren.
A partir de ahí los dos se harán inseparables, no en vano Gannon se hará el protector del chico y le irá enseñando los trucos para defenderse de los demás, para no meterse en los problemas y para manejar el revólver.
Esto, que debiera ser bueno, se podría convertir en un verdadero problema cuando deban tomar partido en la hasta el momento incruenta guerra entre dos ganaderos, uno a favor de las alambradas y otra, una atractiva viuda, en contra.
La mujer intentará que al menos uno de los dos le ayude, empleando la violencia si es necesario.

Francamente mediocre y hasta tedioso western, que tenía a priori muchas bazas para convertirse en una buena película, pero que bien por su plúmbeo guión (nada menos que a seis manos, entre ellas las del insigne ¡Borden Chase!) o bien por la pétrea dirección de James Goldstone, se queda en un quiero y no puedo.
Y es una pena por cuanto el argumento, nada original a esas alturas, tenía ciertas posibilidades desde varios puntos de vista. En primer lugar es interesante la época histórica, cuando los grandes rebaños de vacas pastaban a sus anchas, acabando muchas veces con el pasto. Esto acarreó muchos contenciosos, a veces finiquitados por la Ley de las armas.
Y en segundo lugar por la relación entre los dos protagonistas, uno ya de vuelta, que ha visto mucho y considera que la violencia no es el modo conveniente para resolver los problemas, y el más joven, ardoroso y decidido, que no ve más allá de sus puños y/o revólver.

 
Sin embargo, todo queda en dos o tres peleas a puñetazos y un semiduelo a pistola, en medio de mucho, demasiado, bla bla bla, que además resulta repetitivo y sin fuerza.
Y es que eso es lo peor, que este film no tiene sustancia en realidad, siendo no aburrido, pero sí algo tedioso en varios momentos, sin fuerza dramática que sustente la historia, repleta de sorda tensión, pero sin traducirse en una atractiva puesta en escena.
En resumidas cuentas, que más allá de la extraordinaria fotografía de William Margulies a toda pantalla y al esfuerzo de Tony Franciosa, nada hay que destacar, llegando a no convencer su propuesta.
Desacertada.