Cuando el trabajo se convierte en una fuente de conflictos

Algunas veces las causas del desgaste de una relación de pareja pueden ser ocasionados por el  trabajo. Muchas personas comienzan a trabajar de forma excesiva y descuidan el matrimonio o la convivencia. También puede ser que, por la naturaleza del trabajo, el tiempo disponible es muy escaso, y esto provoca un distanciamiento progresivo. En este artículo quisiera ahondar en este tema, y como puedes enfrentar esta situación.

Hoy en día parece ser que el trabajo es una de las principales fuentes de frustración en la mayoría de las personas. Esto por supuesto afecta diversas esferas de la vida personal, y las relaciones de pareja no escapan a esta realidad. De hecho, se sabe que la mayoría de las muertes prematuras (personas menores de 40 años), generalmente por accidentes cardiovasculares, son principalmente causadas por la insatisfacción con el trabajo, o inconformidad con la situación vital. Esta frustración puede ocasionar más de un problema con nuestra pareja, ya que es común que traslademos ese tipo de desencantos a nuestra vida sentimental.

La situación más común es cuando no se logra compatibilizar de manera adecuada el trabajo con la vida familiar o de pareja. El exceso de horas laborales, nos quita más energía de lo conveniente, y por ende, no podemos responder de manera atenta a las necesidades de nuestra pareja. ¿Qué podemos hacer cuando nuestro trabajo “se interpone en nuestra felicidad”?

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En primer lugar debemos hacer un esfuerzo por colocar nuestro trabajo en su justa dimensión. Es frecuente ver que muchas parejas arrastran el trabajo desde la oficina a la casa. Este es el primer gran error. Cuando llevamos las preocupaciones del trabajo con nosotros, nos desconectamos de la realidad, y vivimos en una especie de hipnosis que nos impide tomar real atención a nuestra pareja. La forma más saludable de relacionarnos con el trabajo es separando esos aspectos de nuestra vida. Para esto debemos realmente desconectarnos  cuando termine nuestra jornada. Obviamente podemos comentar con nuestra pareja como nos fue durante el día, o anécdotas que hayamos vivido, pero lo importante es que esas conversaciones no consuman todo el tiempo destinado a compartir.

La principal tarea entonces, es ordenar nuestra vida, y no buscar excusas para sentirnos “preocupados” por nuestro trabajo, para aparentar mayor importancia o parecer seres muy ocupados. Nadie puede realmente disfrutar la vida si el trabajo interfiere con el bienestar. Al fin y al cabo, nuestro trabajo es para disfrutarlo, o en el peor de los casos, es la plataforma que nos permite satisfacer nuestras necesidades básicas.

Si el trabajo es un factor de conflictos en la pareja, entonces tienen que sentarse a analizar cómo pueden compatibilizar la relación y lo laboral, pero siempre teniendo en mente que lo más conveniente es separar en lo posible las preocupaciones de lo que estén construyendo juntos.

Roberto Doussang
Escritor del Reporte:
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