¿Y por dónde empezar? Pues en primer lugar por el mismo título del master. A estas alturas, después de haber profundizado algo más en la prevención infantil durante las diferentes etapas (como el mismo embarazo, el parto, la lactancia, el apego, la agresividad, la sexualidad, la educación,...), siento que me he acercado a mucho conocimiento, pero que me queda mucho por descubrir también. Que he adquirido unas nociones y vivencias, pero que aún es más grande todo el mundo de posibilidades que se ha abierto, es realmente enriquecedor.
Es un mundo apasionante, que toca de cerca, que remueve, que hace mirar a la infancia desde una posición de igualdad en derechos, pero en el que la mayor parte de deberes son para los adultos (y no en el sentido negativo), pues ellos están en crecimiento, en formación y es nuestra tarea el aprender a acompañarles, el saber estar a su lado, comprendiendo o al menos tolerando sus emociones, sean las que sean, sin acelerar etapas de desarrollo, sin empujar a que crezcan, sin verlos como manipuladores,...estando presentes, disponibles, abiertos.
Y estar presentes, aunque parezca sencillo, no lo es tanto. Porque todos tenemos nuestra historia, nuestro caracter, nuestra coraza, nuestras limitaciones, nuestras proyecciones... que de forma inconsciente e involuntaria, condicionan nuestra manera de relacionarnos diariamente con todos, y aún más con los pequeños, pues despiertan sentimientos y emociones que quizás nunca hubiéramos imaginado.
De aquí también resalto, la importancia de un trabajo personal con profesional cualificado para elaborar nuestra propia historia, ya sea desde nuestro papel de padres, o desde el papel de cualquier persona que trabaje con la infancia, como educadores, profesores, profesional sanitario... Los niñ@s despiertan muchas cosas, muchas vivencias, muchos sentimientos... y en este punto nos encontramos con nuestras propias limitaciones, con lo que no podemos dar a nuestros nenes por mucho que intelectualmente sepamos o hayamos leído, ya que necesitamos integrarlo, saber qué es lo que despiertan determinadas actuaciones de nuestros hij@s, por qué y cómo poder abordarlos adecuadamente.
Pero si estamos presentes, descubriremos que podemos prevenir muchos momentos o situaciones conflictivas, pues estaremos a su nivel, empatizando con lo que sienten y desean, escuchando sus necesidades, atendiendo ante todo las necesidades básicas y emocionales, ofreciendo un marco de contención y seguridad que les será valiosísimo para sus relaciones futuras.
Y no puedo dejar de mencionar (y no por estar aquí es menos importante) a las personas que estamos realizando esta formación: por los "alumnos", por Yolanda y por los "profesores" que han impartido alguno de los seminarios. Cada uno ha aportado algo especial durante estos meses, que me ha llevado a reflexionar y valorar. No sólo en el ámbito de la formación, sino también a nivel personal. Una verdadera experiencia de crecimiento.
Lo dicho: esta formación en prevención infantil es toda una satisfacción.
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