Revista Belleza

Cuando las etiquetas de los alimentos no dicen toda la verdad

Por Botikaria

¿Eres de las que lee las etiquetas de los alimentos envasados que compras?  No sé, me da a mí que entre las ganas de hacer la compra en tiempo récord, las gafas de cerca que olvidaste en casa y la poca idea de cómo funciona esto de la etiqueta, la respuesta es un NO rotundo.

Con esto no estoy sugiriendo que compres alimentos envasados que no sean comestibles o no estén bendecidos por los controles legales, que lo son y están. Lo que digo es que no siempre sabemos lo que estamos comprando, y deberíamos saberlo para poder tomar las mejores decisiones – igual que hacen los fumadores con sus cajetillas ilustradas.

La realidad es que los productos envasados suelen ser más cómodos de cocinar y más baratos que los productos frescos (no digamos los bio!). A esto sumamos que nos dejamos llevar por la primera frase que promete salud – y un cuerpazo de miedo. Y si no que se lo digan a los seguidores de blogueros que siempre ofrecen perder 10kilos en 1 semana o quitarte las manchas de la cara con zumo de limón, y en 5 min!! Como si las que llevamos intentando quitarlas durante años fuéramos tontas. Sencillamente queremos creer en los milagros porque no requieren esfuerzos. El bueno, bonito y barato de toda la vida.

Y la publicidad lo sabe.

Hace unas semanas leí un artículo en Magnet sobre cómo deberían ser los envases de los productos si quisieran reflejar las cantidades reales de los ingredientes listados en su etiqueta, y he de decir que en ese momento sí me sentí tonta. Llamadme ingenua, pero aunque en el fondo supiera que todo lo que viene en sobre no es oro, no era (tan) consciente de que el ingrediente principal anunciado solo estaba en espíritu. Vamos, que todo es con-sabor-a.

Así por ejemplo, la Crema de Champiñones – con ingredientes respetables, no digo que no – no contiene la cantidad de champiñones que una espera.  Lo mismo ocurre con la Leche de Almendras y sus porcentajes o con el zumo Detox Alcachofa, que contiene de todo en cantidades interesantes menos su ingrediente estrella, la alcachofa – que solo representa el 0,2%.

Cuando las etiquetas de los alimentos no dicen toda la verdad

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Cuando las etiquetas de los alimentos no dicen toda la verdad

Pero aún peor que ser benévolo con los ingredientes, es cuando la publicidad hace un uso torticero de las declaraciones nutricionales y de propiedades saludables. ¿Que qué es eso? La primera es la que afirma que un alimento tiene unas determinadas propiedades nutricionales beneficiosasBajo en grasas, sin azúcar añadido, alto contenido en fibra.. etc. Estas declaraciones son muy limitadas y están reguladas por unos estrictos criterios cuantificables.

La segunda declaración anuncia un beneficio para la salud de ese producto en cuestión, como por ejemplo que ayuda a las defensas. Este tipo de declaración necesita una autorización antes de poder ser usado en el marketing del producto. Si la consigue, la empresa puede aumentar sus ventas exponencialmente – pues con la neura saludable que tenemos todos…

Así que algunas empresas bordean estas legislaciones añadiendo artificialmente algunas cantidades de vitaminas o minerales que les permitan lucir una de esas declaraciones nutricionales en sus envases. Otras usan una publicidad que sugiere salud en nuestro imaginario colectivo sin que expresamente hagan declaraciones de propiedades saludables. Y si no, mira las etiquetas de estos zumos que publicó la asociación Medicinska Föreningen de Suecia en MiDietaCojea . Más inmunidad que Berlusconi, Olvídate del teléfono de tu médico  o Toma fruta, no pastillas, frases generales que no son aplicables al producto, y sin embargo al leerlo, transferimos inmediatamente esas propiedades o sugerencias al producto que tenemos entre las manos. Así será fácil que no le demos la vuelta al envase y leamos su contenido real. Chicos listos estos de la publicidad!

Cuando las etiquetas de los alimentos no dicen toda la verdad

En consecuencia,  a partir de ahora tocará ir al súper con tiempo, llevar siempre las gafas en el bolso y aprender que los ingredientes en la etiqueta se nombran de mayor cantidad a menor (anda, como en los cosméticos! ). De modo que cuando el listado de ingredientes empiece por azúcar, no pensaré que lo está listando en orden alfabético o que lo hace porque se trata de un alimento dulce. No. Querrá decirme que el contenido que tiene en azúcar… es una pasada!

Bueno,  también puedo visitar todos las secciones de productos frescos que pueda:-)

Feature photo: Vogue Japan


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