Revista Educación

Cuando se protege en exceso

Por Oliva23
Cuando se protege en exceso
Los hijos necesitan para cerecer felices del apoyo y afecto de sus madres y padres, de eso no hay ninguna duda, pero no es ese el único ingrediente de un buen estilo educativo parental. También es necesario exigir, poner límites, decir no....
Sin embargo, cada vez es más frecuente encontar padres excesivamente permisivos y sobreprotectores. Se trata de padres y madres que desde la primera infancia han creado un entorno totalmente libre de obstáculos y han tolerado la mayoría de los caprichos de sus hijos, bien porque creen que es importante evitarles las frustraciones, o bien porque les ha resultado más cómodo mantener esa actitud sobreprotectora. Este estilo puede llevar a los padres a pensar que han educado bien a sus hijos rescatándoles de todo tipo de situaciones complicadas y resolviéndoles sus problemas, y no han tenido en cuenta la importancia que tiene aprender de los propios errores, experimentar frustraciones, demorar la gratificación, etc.
Sin embargo, las consecuencias del estilo sobreprotector pueden ser bastante negativas, ya que estos chicos y chicas no han tenido la oportunidad de desarrollar una adecuada tolerancia a la frustración, y se mostrarán muy irritados en todas las situaciones en las que la realidad no se ajuste a sus deseos, ya que no han aprendido a encontrar un equilibrio entre sus propias necesidades y las de los demás. Tampoco se sentirán capaces de resolver por sí mismos los problemas y las situaciones complicadas que puedan presentárseles, por lo que se verán agobiados y necesitados del apoyo de otras personas para resolverlos. Son muchas las tareas que chicos y chicas tendrán que afrontar durante estos años, y sus padres no estarán siempre a su lado para ayudarles. Por lo que es esperable que estos hijos sobreprotegidos se muestren extremadamente vulnerables, inmaduros y caprichosos, y terminen tiranizando y controlando emocionalmente a sus padres.
¿Cómo puedo actuar con mi hijo o hija adolescente?
Deja que resuelva sus propios problemas. ¿Vas a estar toda la vida sacándole las castañas del fuego?.
Deja que aprenda de sus errores. Equivocarse puede ser una magnífica oportunidad para madurar.
Deja que experimente algunas frustraciones. Poco a poco se irá haciendo más resistente y no se rendirá ante las situaciones difíciles.
Deja de permitirle que se salga siempre con la suya. No cedas a todos sus caprichos y exigencias.

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