Cuando se sufre un aborto…

¿Qué sucede cuando se sufre un aborto? ¿Cómo se supera eso? ¿Se podía haber evitado?... y cómo éstas, una infinidad de preguntas, se nos vienen a la cabeza cuando una mujer nos cuenta que ha sufrido un aborto, y es que hay experiencias que si no las has vivido no sabes cómo realmente son, porque no te puedes hacer una idea.

Es por ello, por lo que, en Desde otro punto de vista, entrevisto a Yolanda del blog Mamá Tribu, mamá de dos niñas arcoiris (un bebé arcoiris es aquel que nace tras haber sufrido la pérdida de uno anterior) para conocer, sin tapujos, qué se siente cuando se sufre un aborto.

Antes de nada, ¿por qué creaste tu blog Mamá Tribu?

Mi padre murió hace dos años de un cáncer fulminante. El día que él murió, me resquebrajé por dentro, incapaz de sobrellevar tanto dolor. Pero tenía una hija de siete años que me necesitaba y otra en camino, estaba embarazada de seis meses y medio. Así que me comí mi dolor para seguir con mi vida. Empezar a escribir fue una manera de poder sacar todo el sufrimiento que llevaba dentro, comiéndome las entrañas.

Sé que has sufrido varios abortos, y si uno es duro, no quiero ni imaginar ¡CUATRO! ¿Cómo pasó?

He sufrido cuatro abortos. Mis embarazos se paraban entre la semana seis y diez. Y tras muchas pruebas no lograron saber el porqué.

¿Cómo se siente una cuando se sufre un aborto?

Psicológicamente es algo muy duro.

Primero es capear la gran hostia que te da la noticia, cuando te sueltan el " se ha parado ". Y después aceptar que ese bebé que tanto ansiabas ya no está dentro de ti. No crecerá. Te sientes vacía, enfadada, frustrada, tremendamente triste. Y sola, muy sola. Porque la gente de tu alrededor no comprende ese dolor.

Porque... total, estaba de pocas semanas. No entienden que para ti, es tu bebé desde que el test de embarazo da positivo. Y de un plumazo se va todo al traste. Un día estás embarazada, feliz, ilusionada, y al día siguiente tu mundo se ha dado la vuelta por completo.

¿Cómo se supera? ¿Es algo que se puede llegar a olvidar?

Es algo que no se olvida. Pero intentas dejarlo atrás, pasar página y seguir adelante. Decidí tatuarme cuatro estrellas por ellos, mis bebés no nacidos. Así me acompañarán siempre. Forman parte de mi, pero no puedo dejar que mi vida se pare. Y a día de hoy puedo decir que casi no duele, que lo he aceptado como parte de mi historia, y que está superado.

¿Qué se siente con cada nuevo embarazo tras sufrir un aborto?

Cuando se sufre un aborto, o varios, en mi caso, sientes mucho miedo. Es inevitable pensar en lo que has pasado. Mi último embarazo, el de mi hija Aina, ha sido un suplicio. Cada vez que iba al baño examinaba el papel wc con lupa, buscando cualquier rasgo de sangre, para asegurarme que todo iba bien.

Como era un embarazo de riesgo, me llevaban en el hospital, y cada semana o diez días tenía visita con ecografía. Poder verla y saber que iba todo bien me daba cierta tranquilidad. La empatía de las doctoras y las enfermeras, su tacto, su cariño, también ayudaron mucho. Pero sentir miedo, en estos casos, es algo inevitable.

¿Te molestaba que te preguntasen por ello?

No me molestaba pero no me apetecía mucho hablar de ello, porque odiaba las típicas frases de: bueno, estabas de muy poco, bueno, será que se ha parado porque no debía venir bien, ya vendrán otras oportunidades ... me repateaba la gente, sentía que no me comprendían.

Tras tu experiencia, ¿entiendes la gente que aborta voluntariamente?

Si, por supuesto. Entiendo que debe ser una decisión nada fácil de tomar. No es proceso agradable para nadie. Y además hay que respetar que cada mujer decida sobre su vida, y su cuerpo. Nunca juzgaría a nadie aunque no comprendiera sus motivos.

Mis abortos no han sido voluntarios, pero incluso tras pasar por todo este calvario, si en un embarazo me dijeran que el bebe viene con malformaciones, por ejemplo, yo misma me lo plantearía.

¿Qué les dirías a otras madres que están pasando o pasarán por lo mismo que tú?

Primero de todo, que deben pasar un duelo, porque es una pérdida. Que lloren lo que haga falta, que saquen el dolor, la rabia y la impotencia que sienten. Y una vez pasado este proceso de sanación, vuelvan a intentarlo. Que luchen por lo que desean. Que confíen en sus médicos, y no tiren la toalla.

A una mujer que hubiera pasado por lo mismo que yo, la abrazaría con fuerza y le diría que sé como se siente, que comprendo su dolor, y lo comparto. Que no está sola.

Esperemos que esto ayude un poco más a entender cuando se sufre un aborto y se juzgue menos. Agradecer a Yolanda por dejarme dar a conocer un poquito mejor esta experiencia tan dolorosa.